O C H O

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Un golpe de realidad.

— ¡Diooos! -me queje.

Los oídos me retumbaban, todo mi cuerpo sudaba y sentía como si me hubieran rebanado el cuerpo
en distintos cachitos, como si a algún dios me estuviera castigando a causa de un pecado imperdonable.

Me di cuenta que estaba en un auto en
movimiento, estuve apuntó de levantarme del asiento y abrir la puerta para lanzarme pero de
inmediato me di cuenta que era el asiento trasero de mi Ranger.

Me relaje un poco y me planté seguir durmiendo...

Pero luego mi cerebro decidió reaccionar... Si yo estoy aquí en el asiento de atrás acostada
¿Quién esta conduciendo?...

“Espera khe?"

Moví mi vista en frente y ahí observé a alguien sentado en el asiento del piloto...

Sus lentes caían en su tabique adornado por diversas pecas, usaba un suéter azul oscuro sin
logos, sólo algo grueso y holgado. Tenía también puesto un pantalón color caqui, su reloj asomaba
por su mano derecha y justo debajo de todo eso pude observar levemente un diseño tatuado en su
piel.

Me di cuenta que me atrapo viéndolo por el retrovisor.

De inmediato moví la mirada de su cuerpo, Malcolm cubrió mejor su tatuaje con las mangas
de su suéter.

"Lindo" mi mente opinó y de inmediato me arrepentí de la clase de pensamientos que estaba
teniendo, no podía gustarme nadie, es un pacto, una ley que no debía ser rota.

-¿Qué haces en mi auto? - pregunte autoritaria.

-Te llevó a tu casa, estas borracha y no te iba a dejar ahí. - dijo el sin inmutarse.

-¿Porque te importó? Sólo soy tu alumna.

-Yo me preocupó por todos mis alumnos, es mi trabajo.

Un silencio incómodo se hizo en el auto, me senté correctamente en el asiento, las cosas estaban un
tanto borrosas pero confíe en que podía mantenerme recta.

La atmósfera era un tanto extraña, lo miraba poner cambios y dar vuelta en distintas calles, trate de volver a ver ese tatuaje que tenía en el brazo pero
lo cubrió bien con su manga.

-¿Adónde crees que vas? No sabes donde vivo.

-Me lo dijo tu amiga Mía.

-Demonios, no debí llevarla a mi casa, Murmuré para mí.

El no escuchó o por lo menos fingió ignorarme, no me di cuenta de lo que decía hasta que las palabras ya estaban flotando en el aire.

-¿Porqué me acorralaste en la escuela? Parecía
que te gustaba pero ahora eres tan frío que no entiendo, sabes tu no me gustas pero eso me saca de mi centro ¿Entiendes
?
Un silencio imperturbable me respondió.

- ¿Porqué Eidan dijo eso de las alumnas? ¿Te
gusta meterte con tus alumnas?

De nuevo otro silencio sepulcral

¡Le hice un amarre al chico equivocado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora