T R E C E

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Aniversario de un suicidio .

Cicatrices gordas y anchas cubrían desde mis muñecas hasta mí antebrazo al igual que mis
piernas hasta las rodillas.
Algunas aun tenían costras de la ansiedad que me causaban y me
hacían rascarlas.

El me miraba de un forma que jamás nadie me había mirado, aparte de la lástima había más sentimientos mezclados en su expresión y su aura.

Me sentí tan avergonzada, tomé una sabana y la enrolle en mi, me levante y trate de huir lo más lejos posible pero en cuanto llegue a la puerta mi
sueño se acabó pues estaba cerrada con llave.

- Ábreme por favor. - le pedí casi en un susurro.
El solo me vio sorprendido, sacudió la cabeza, desbloqueo su teléfono y escribió algo.

-Recuéstate, estábamos esperando que
despertarás para ir a comer y que te revisara un doctor.

No quise discutir, me senté en la cama y me tape lo más posible con las cobijas, Eidan rebusco en los
cajones y sacó una playera gris de manga larga, la olfateo y después de "Aprobar su revisión" mela
lanzó.
No lo pensé dos veces y me puse, me quedaba enorme pero me cubría todo el cuerpo hasta las rodillas y con eso me sentía un poco más segura.

De la nadal puerta se haberío, apareció Sierra
vestida casual pero con ojeras enormes, detrás de
ella para mí sorpresa apareció Malcolm con cara
seria e incomoda, pasando Malcolm mire a Mía
caminar despacio y a dolorida. Quise levantarme
lo mas rápido posible para preguntar si estaba
bien pero mi cuerpo no me lo permitió, seguía
igual de lastimada.
-Santo cielo, Athenas...-dijo Malcolm acercándose lentamente - no puedo creer que esto te pasara...

Jamás debí de soltarte, me debí a ver aferrado a ti lo más fuerte posible.

-No-lo interrumpió sierra - esto es nuestra culpa, las peleas siempre han sido una mala idea y ahora
que los Black Dogs y Arcadia están involucrados va a ser más difícil parar esto.

De en adelante las cosas pasaron rápido, Malcolm
me había traído ropa deportiva, pasé a bañarme y
a ponérmela. Bajamos, desayunamos y durante
eso Mía no dijo casi nada, sierra comentó que fue
Malcolm el que la sacó y soborno a los policías
para que no la integrarán en el historial.

La mayoría estaban calmados pero de vez en
cuando Eidan y Malcolm chocaban miradas el
ambiente se ponía en extremos tenso. Daban
miedo.

Volví al cuarto de Eidan por mi ropa sucia, la
envolví y coloque en una bolsa, cuando estaba a punto de irme mire de nuevo la foto, no pude
evitar la tentación y la lleve conmigo.
Después de eso fuimos a un consultorio médico,
nos hicieron radiografías y revisiones.
Afortunadamente todo estaba en su lugar, un
hombro semidislocado que ya había vuelto a su
lugar, hematomas y pequeñas fisuras en la
clavícula. Aunque suene mal había sido muy poco
el precio a pagar por saltar de un auto en
movimiento. Nos vendaron las heridas, unos
puntos en los labios y las cejas. No sabía cómo le
iba a explicar a mi padre y a Nana como pasó todo
esto.

Justo cuando salimos del consultorio con
montones de analgésicos entró una llamada, era
mi padre. Con temor respondí pero de inmediato
colgó y en su lugar me llegó un texto.

"Cielo, Atenas ¿Te fue bien anoche? No quise
marcarte para evitar arruinar tu diversión, te llamo
de urgencia tengo que salir del país y justo Nana
tomo sus vacaciones, tampoco quiero molestarla
porque pocas veces al año toma sus vacaciones
para regresar a África. Por eso le llame a tu tía ella
te cuidara mientras no estoy ni yo ni Nana pero
que se la pasen bien, tómate unos días con tus
amigas mientras llega tu Tía Elia, no quiero que te
quedes sola en casa con eso de los apagones amigas mientras llega tu Tía Elia, no quiero que te
quedes sola en casa con eso de los apagones"

¡Le hice un amarre al chico equivocado!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora