Las palmas de mis manos sudan abundantemente. Desde la hora del almuerzo todos los tributos esperamos a ser llamados para nuestras sesiones privadas con los vigilantes. No se que esperar, no se si demostrar mi fuerza sea suficiente para ellos y mucho menos después de haber sido precedido por 22 tributos que demostraran un sin fin de destrezas.
Uno a uno los tributos desaparecen detrás de una puerta imponente, pero ninguno regresa, deben de salir hacia otro lado para no alardear con los demás contrincantes de los resultado obtenidos. Cuando finalmente llaman a Rue, Katniss y yo quedamos solos. Estamos apartados el uno del otro, en silencio. Katniss no desea tener ningún tipo de relación conmigo, lo dejo claro la otra noche, y decido respetar sus deseos. Estoy sentado sobre una banqueta metálica inclinado, casi en posición fetal, mis manos se mueven una encima de las otra, desearía que la espera se terminara. Me sorprendo cuando escucho que llaman mi nombre, es mi turno. Me levanto y empiezo a caminar hacia la puerta cuando Katniss decide hablar -Recuerda lo que dijo Haymitch sobre tirar las pesas-
-Gracias, lo hare. Y tu... dispara bien- le digo, mi voz se quiebra al final de la frase. Mi boca esta seca por la tensión.
Cuando entro a la sala solo uno o dos vigilantes posan sus ojos sobre mi, los demás hablan ruidosamente y un par de ellos parecen estar canturreando una canción. Estoy destinado al desastre, aun si puedo causar una buena impresión en las tres personas que me observan no podre conseguir un buen puntaje para los patrocinadores. Katniss tendrá el mismo problema de seguro, es probable que pierda la paciencia y se retire tan enfadada como lo hace cuando Haymitch y Effie la acorralan con preguntas. En un rincón de la habitación hay un conjunto de pesas, son variadas, de diferentes tamaños y todas de forma semi esférica. En el rincón opuesto a las pesas, convenientemente para mi, se encuentran unos muñecos de figuras humanas con los cuales debo realizar mi demostración. Respiro profundamente y agarro con firmeza una de las pesas es la segunda mas pesada, pesa alrededor de 50 kilos, tomo un poco de impulso y la lanzo con éxito contra uno de los muñecos de prueba. Estoy tan feliz de haber escuchado un chillido de entusiasmo de uno de los vigilantes que me observaba, gracias a él nuevos ojos se preparan para captar una muestra de mi habilidad. Levanto otra pesa es del mismo tamaño que la anterior, y repito el mismo acto, nuevamente acerté a mi blanco, pero no logro reacción alguna. Necesito hacer algo más, antes de que me pidan que me retire. Respiro profundamente una vez mas, intentare arrojar la pesa más grande. El resultado podría catastróficos ya que esta pesa debe debe ser de aproximadamente 65 kilos. Agarro la esfera lo mas fuerte que puedo, y por un momento siento como se resbala de mis manos y esta a punto de aplastarme el pie, la suelto con torpeza a un costado. Es demasiado pesada, pero necesito intentarlo, la tomo nuevamente, y doy unos cuantos pasos mas hacia atrás para tomar impulso(rezo que las cosas resulten bien). La pesa se eleva por los aires hasta chocar con un muñeco de prueba, no era el que pretendía golpear pero intento que mi cara no lo demuestre.-Puede retirarse Señor...- dice uno de los vigilantes mirando una hoja de papel
-Mellark- respondo -distrito 12- El hombre asiente con la cabeza y aparta la mirada.Empiezo a caminar, algo anda mal, siento una dolorosa punzada en mi hombro derecho. Planeaba esperar a Katniss cerca del ascensor para saber como le fue, pero el dolor era demasiado intenso. Subí hasta el piso 12 y empiezo a caminar lo mas rápido posible a mi habitación, siento que Cinna grita mi nombre pero no me detengo. Me quito la parte de arriba de mi traje de entrenamiento y empiezo a frotarme el hombro, los ojos se me inundan de lagrimas a causa de mi aflicción. De repente tocan a mi puerta pero no respondo.
-¿Peeta? Soy Portia. Estas bien?- Me pregunta maternalmente. No respondo, tal vez se de por vencida y se valla. La puerta se abre sin una advertencia previa, Portia tiene una mueca de preocupación en su rostro. -¿Que sucedió?- Muevo la cabeza en forma negativa. Portia coloca sus manos tapándose la boca
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THG:POV Peeta Mellark
FanfictionPeeta Mellark fue seleccionado como el tributo masculino de los 74 Juegos del Hambre. Él hará lo posible para que el sacrificio de su vida no sea en vano y a la vez demostrar que no es una pieza más en los juegos del Capitolio. El fanfic encontrado...