Capitulo 14

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Omnisciente

Después de aquello, el castaño fue trasladado hacia otro cuarto mucho más amplio y limpio.

El pelinegro se encargó personalmente de él, limpiandolo y alimentandolo.

El castaño vestía con un precioso y blanco kimono a sugerencia del pelinegro.

—Que lindo estas Ritsu —dijo suavemente con una sonrisa ladina mientras sus dedos recorrían las facciones del castaño.

Ritsu estaba fuera de si, era como si fuese otra persona, sus ojos no tenían aquel peculiar brillo verde. Estaban opacos y sin sentimientos.

—... Si... —susurró a la nada, sin esperar respuestas.

Aquello satisfacía al azabache, quien emocionado, empezó a besar cada parte del castaño sin importar las miradas de sus hombres.

Sin poder evitarlo, Ritsu empezó a jadear ante los bruscos movimientos del mayor.

De un momento a otro, el azabache se detuvo con una sonrisa satisfactoria. Miró y recorrió la marca que había echo en el cuello del castaño.

Por parte del castaño no hubo respuestas, solo un silencio absoluto. Aquello hizo que molestara al azabache, por lo que golpeó fuertemente al castaño en la mejilla, ocasionando que Ritsu cayera sin evitarlo hacia la cama, mientras agarraba su mejilla herida. Se podía observar un pequeño hilo de sangre salirse por la comisura de sus labios.

—¡Si te pregunto me debes responder! —fe podía ver como el azabache estaba rojo de la ira, sus hombres, quienes temblaron ante la actitud del azabache, se mantuvieron a raya, no queriendo ser el saco de boxeo en quien golpear —¡Oistes! —Ritsu tembló en su sitio al tener la voz del azabache cerca suyo mientras le amenazaba.

—S-si —susurró muy bajo, pero lo suficiente para que retumbara en la gran habitación.

El azabache suspiro y se incorporó mientras se sobaba la sien, intentando apaciguar su repentina actitud.

Se sentó en la grande cama y palmeó su pierna, como una señal de aue sentara allí.

Ritsu, entre la duda y el miedo, se levantó de la cama lentamente y se acercó al psicópata de manera lenta, con la guardia en alto.

Temeroso, se sentó allí donde señalaba Inazagi. Tan pronto como se sentó, las manos del pelinegro actuaron rápidamente y agarró al castaño de las caderas y acercó sus labios con las de Ritsu, llevándolo en un fogoso beso con el suyo.

Ritsu, con esfuerzo, intentó detener al pelinegro, pero al no ver resultado, intentó seguir el ritmo del pelinegro en vano.

—¡Ngh! —la lengua del mayor cada vez iba más profundo.

El pelinegro, sin dudarlo, empezó a desnudar al castaño enfrente suyo. Sonrió egocéntricamente al ver que el castaño no ponía resistencia a sus actos.

Y lo que era de esperarse, pasó lo que tuvo que pasar. A la fuerza o no, aquello nadie lo sabría....

°×°

—¿Takano?

Llamó cierto pelinegro al dubitativo azabache, quien, desde hace ya buen rato se encontraba en las nubes.

Ante las insistencias del pequeño pelinegro, Takano chasqueo la lengua en forma de molestia.

—Ya te escuche Kisa, deja de joder —Kisa se sintió en parte ofendido, pero intentó comprender al azabache. Ya que, no es fácil asimilar que la que alguna vez fue tu amante, fuera un secuestrador —¡Ahrg! —se revolvió los cabellos Takano de manera frustrante.

Sexy, Crazy and Lazy [Sekaiichi Hatsukoi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora