Capítulo 13

810 84 154
                                    

Omnisciente

— ¡Cómo que cancelaron la búsqueda! ¡¿Sabes lo que estará sufriendo ahora mismo Ritsu!? — golpeó con fuerzas la mesa sin importarle el dolor que provocó aquello

— Lo siento señor, pero Onodera Ritsu ya lleva más de siete meses desaparecido y no se ha encontrado todavía nada con la que podamos localizarlo o si saber al menos su esta vivo... Aunque creo que a este paso, seguro ya habrá muerto, ha pasado ya mucho tiempo, lo más seguro es que este muerto, lo siento — aquello sonaba absurdo escuchases donde lo escuchases.

— ¿¡y se llaman policías?! ¡¿Son unos inútiles!? ¡NO ESTÁ MUERTO! — y antes de que Ijuuin pudiese decir nada más, el oficial a cargo, Kuroda, lo agarró por debajo de las axilas y lo arrastró hasta la sala de espera de la oficina, en donde lo lanzó sin importarle sus quejidos.

— ¡Callate! — musitó con furia Kuroda al perder la paciencia.

— ¡No! ¡Y como se te ocurre cancelar la búsqueda! — lo agarró del cuello de la camisa, sin saberlo, las lágrimas se le escaparon por la frustración — ¿¡Sabes acaso como se siente alguien quien no sabe donde está el amor de tu vida, eh!?

Un golpe fue lo que sonó en todo el apartamento de policías. Todo el mundo dejó lo que hacía al percatarse aquel fuerte ruido.

— Será mejor que te calmes Ijuuin, porque no sabes nada sobre mi y no toleraré que me faltes al respecto después de todo lo que pude hacer — Ijuuin con desconcierto por lo ocurrido, asintió ya más calmado y se arrepintió de sus palabras, que, al parecer afectó más de lo que imaginaba.

Kuroda sólo suspiro unas cuantas veces antes de hablar.

— Hiroshima — llamó a uno de los oficiales

— ¿Pasa algo Kuroda-San?

— Dile a los directivos que por hoy voy a descansar — masajeo su cien.

— Si, descanse bien Kuroda-San

— Si — fue lo último que se dijeron entre ambos — y tu — señaló a Ijuuin, quien de momento había permanecido callado — Tu y yo tenemos un asunto de que hablar, vamos a mi casa.

En la mente de Ijuuin se me encendió un chip ¿que mejor que enseñar toda la información que recolectarron hasta el momento?

— Mejor... Vayamos a la de una persona — aquello desconcertó a Kuroda, quien lo miraba dudoso —tengo algo enseñarte — la seriedad que empleaba Ijuuin mostraba que iba a ser algo de suma importancia.

°×°

Kuroda quedó perplejo después de ver toda la información que había en aquella sala, no cabía duda que cada uno de los integrantes habían metido empeño en encontrar al castaño.

Kuroda tuvo que respirar por varios segundos, y cuando vio que fue lo suficientemente, subió la cabeza y miro a las seis personas que tenía adelante.

— Chicos, si tenían esto... — de un segundo a otro empezó a gritar — ¡Como no se les ocurrió dar todo esto a la policía, eh! ¡¿Acaso no saben cuanto nos costó buscar una mísera pista!?

— Wo, ahora calmate tu Kuroda — fue lo hizo Ijuuin.

— Dios mio, que hago con ustedes — aquello el pelinegro lo susurro para si mismo.

— No te lo dijimos por una simple razón... Takano Masamune — esta vez fue Nao quien tomó la palabra.

Kuroda fijo la vista en el mencionado, y Takano solo desvío la mirada y metió sus manos en el bolsillo del pantalón.

Sexy, Crazy and Lazy [Sekaiichi Hatsukoi] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora