Just Married ||Cherik

No existen fotografías de los momentos difíciles

-Se llevó todas sus cosas.- Azazel toma asiento junto a un derrotado Erik, ordenándose una cerveza.- Lo siento hermano.-
Erik se termina su segunda cerveza con la mirada en la barra.
Ya habían pasado dos días desde que vio a Charles por última vez, cuando él le arrojo las maletas en las puertas de la mansión de los Xavier y Charles le gritaba cerrando la puerta con fiereza.
Erik solo repetía una y otra vez cada situación que llevó a formar un caos de su luna de miel, como todo fue cayéndose a pedazos ¿Había hecho la propuesta demasiado pronto? Quizá el matrimonio fue un error. Quizá no se amaban lo suficiente.
-Vamos viejo, te vas a divorciar. Tenemos que celebrarlo.-
Erik suspira intentando ignorar el comentario. No entiende cómo es que eligió a Azazel como su padrino en primer lugar... pero empieza a recordar lo feliz que estaba cuando le comentó sobre su matrimonio con Charles.
-¡Acepto!- canturrea feliz ordenando dos cervezas.
-¿De verdad vas a casarte? Viejo, no estás pensando en todo el sexo que puedes perderte al casarte tan pronto. Digo, solo mira a tu alrededor.- Azazel voltea un poco en su banquillo observando la bella y joven clientela del bar.
Erik suspira tomando de su trago.- Solo ve presentable ese día, ¿si? Eres mi padrino.-
-¿Estás tan seguro de esto?Digo, para que me adviertas que tengo que ir de traje.-
Erik sonríe. No ha dejado de hacerlo desde que Charles dijo acepto.
-Lo amo. Amo a Charles. Y estoy seguro que casarme con él es la mejor decisión que he tomado.-
El mismo lugar, unos meses después cambia totalmente el panorama, pero hay una pregunta que mantiene a Erik pensativo, ¿han cambiado sus sentimientos hacia Charles?
-¿Que tal si vamos por la cuarta cerveza? -
-Necesito que me lleves a un lugar. Ahora.-
Azazel toma su último trago y saca sus llaves del auto.

-¿Así que se acabó? ¿Después de tener unos días difíciles en su luna de miel?-
-Papá, fueron unos días terribles. Era nuestra luna de miel, se suponía que todo debía...-
-¿Ser perfecto?- Aparece una media sonrisa en la cara de Jacob Lehnsherr. - No siempre lo es. - Se levanta del viejo sofá en el que Erik tiempo atrás solía jugar saltando en él. - Tu madre y yo nos amábamos, pero eso no quiere decir que todo haya sido perfecto. Siempre existen momentos difíciles.- El viejo hombre le pasa un álbum de fotos.- Pero esos momentos nunca se ven en las fotografías.-
Erik pasa página por página; primero están sus padres, sonriendo en sus tiempos de juventud, luego hay otra página en la que sus miradas se conectan de manera diferente, su amor no dejaba de crecer. Y en las últimas páginas están Charles y él, tomados de la mano, sonriendo y abrazados.
-En su boda, pude entender cuan enamorado está Charles de ti, y tu...-
-Lo amo.-
Jacob sonríe.- Entonces, ¿vas a dejar que unos días malos terminen con todo lo que han construido?-
Erik puede entender ahora. El ama a Charles, nunca podrá dejar de hacerlo a pesar de todo.
-Debo irme.-
El viejo hombre solo le da una sonrisa asintiendo.