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—Aquí es.— anuncia cuando nos detenemos en una casa de un azul celeste. Muy bonita en realidad.

—Linda casa.— le halago mirando el gran patio de esta.

—Gracias...— pone la mano en la manija de la puerta, pero no la abre.— Sólo diré una cosa.— dice y asiento.— Por favor no hagas ningún comentario de mal gusto—.

—Está bien.— asientí confundido.

Abre la puerta completamente. Hermoso. Esa era la palabra correcta para describir el interior de la casa; te daba cierta calidez. Al igual que la calidez que me brinda Hoseok.

—Ven.—me hace un ademán, llevándome a lo que supongo que es la cocina.— Hola, mamá—.

La mujer pelinegra se da la vuelta y nos mira. Parecía mayor, pero tampoco tanto. Se veía como de unos treinta y tantos.

—Hola, Hoseok.— se acerca a su hijo y le da un beso en la mejilla.— Y hola...

—Soy Taehyung, señora.— le ofrezco la mano educadamente.

—Taehyung, eres muy lindo.— me sonríe.— Hoseok me ha dicho que había hecho un nuevo amigo, pero no sabía que era tan lindo.— me dice volviendo a cortar las verdutas.

-¿Enserio?.- pregunto sorprendido mirando a Hoseok, el cual tenia la cabeza gacha.- Gracias-.

-Amor, ¿haz visto mi celular?-.

La puerta de la cocina se abre y deja ver a una rubia mujer, bastante joven.

-Oh, no sabía que teníamos visitas.- dice levemente sonrojada.

-Hola mamá.- Hoseok se acerca a la rubia y la abraza.

Tiene dos mamás...

Me quedo algo sorprendido, pero cambié mi cara para no incomodar.

-Hola, soy Taehyung.- me presento extendiendo mi mano.

-Choa.- corresponde mi mano y sonríe.-Lindo nombre- me halaga sonriendo.

-El suyo igual.- le sonrío.

-Bueno, nosotros iremos a hacer la tarea arriba.- Hoseok agarra mi mano.

Ambas mujeres se nos quedan mirando curiosamente.

-No, mamá.- le dice Hoseok a Choa al ver su cara.

-No he dicho nada.- esta se defiende sonriendo, mientras se pone un delantal.

Escucho el suspiro de Hoseok y en segundos me saca de la cocina.

-¿Te incomodó?.- me pregunta cuando subimos las escaleras y me entra a su habitación.

-No, para nada.- responde sentándome en su cama y admirando su cuarto.- Si me sorprendió, pero no mas de ahí.- agrego sonriendole.

-Se que es raro.- hace una mueca.- Es por eso que casi no traía a mis amigos a la casa, pero luego crecí y me di cuenta de que en verdad tengo unas madres por las cuales no me tengo que avergonzar.- termina de decir sonriendo con suavidad.

-Eso es cierto.- me acomodo en su cama, tomando un poco más de confianza.- ¿Con que empezamos?.- le pregunto subiendo mis pies a la cama, mientras busco mis libros.

-Biología, tal vez.- dice sentandose junto a mi.

Llegábamos mas o menos una hora estudiando y ya me estaba aburriendo. Una loca idea paso por mi mente al ver a Hoseok sentado al lado mio mientras yo estaba igual que el.

Sonrío internamente.

Me incorporo, acostándome en la cama mientras levanto el trasero levemente, pero lo suficiente para que este a la completa vista de Hoseok.

-Wow.- lo escucho decir.

-¿Que pasa?.- pregunto con inocencia, mientras levanto mas trasero y lo muevo con suavidad.

-N-nada, es s-solo que este problema esta muy difícil.- responde con nerviosismo.

-Esta bien.- me vuelvo a dar la vuelta hacía el cuaderno, pero por el rabillo del ojo veo como me devora con la mirada.

-Hoseokie~.- lo llamo cariñosamente.

-D-dime.- aparta la vista con rapidez de mi cuerpo.

-No entiendo este tema.- miento mirándolo por ensima del hombro.

-Creo que te podría ayudar.- dice.

Siento como se sube sutilmente sobre mi y también como pasa disimuladamente su mano por mi muslo.

Lo estaba logrando.

-Solo tienes que poner la raíz cuadrada y luego justificar tu respuesta.- dice aquello con una voz tan grave que siento mi piel erizarse.

Suelto un pequeño jadeo al sentir como su mano tocaba con bastante confianza mis muslos.

-Hoseok.- gimo cuando sus manos acarician mi piel por debajo de la camisa.

De un momento a otro detiene sus caricias y vuelve a su postura.

-L-lo siento, Tae.- se disculpa arreglando su cabello.- Me dejé llevar por el momento.

-No hay problema.- contesto sentándome.- Creo que debería irme, mis padres deben estar preocupados.

-¿No les dijiste que estarías con...un amigo.- al decir aquello último noto cierta incomodidad en su mirada.

-No, digamos que ellos me dan cierta libertad.- digo sonriendo.

-Mis madres son iguales.- dice riendo.- ¿Quieres que te acompañe a tu casa?

-Eh...- miro por la ventana; ya estaba oscureciendo.- Fuera una buena idea.

-Si.- sonríe ampliamente, toma mi mano y me saca de la habitación.

-¿Es un hábito tuyo agarrar a las personas de las manos?.- le pregunto riendo.

-No en realidad, solo contigo.- responde cuando bajamos las escaleras. Me sonrojo fuertemente y desvío la mirada.

-¿Van de salida?.- pregunta la señora Jung (la cual no me había dicho su nombre) cuando entra por la puerta de entrada con unas bolsas de compra.

-Acompañaré a Taehyung a su casa.- contesta Hoseok.

-Ve en tu auto, esta en la cochera.- dice la pelinegra entrando a la cocina.

Hoseok solo asiente, me despido de la señora e inmediatamente mi amigo me arrastra con él. Saca el auto y nos subimos en el.

Prendí la radio y estaba sonando la canción Confession Song de GOT7.

-¡I~ love you!.- comienzo a cantar al compás de la canción.

Te la estoy dedicando indirectamente Hoseok, captalo.

Hoseok comienza a cantar también y cuando va el coro, el i love you, me mira fijamente.

-Esta canción enserio es bonita.- dice sonriendo.

-Ya lo creo.- coincido.- ¡Espera, espera! es aquí.- le digo cuando casi pasa por frente a mi casa.

-No me diste la dirección, tonto.- me regaña negando con diversión.

-Se me pasó.- le digo encogiendome de hombros.

Se estaciona frente a mi casa, quito el cinturón de seguridad y me volteo hacía él.

-Gracias.- me acerco a el y le doy un pequeño beso en la mejilla.

-De nada...- susurra. Veo como sus mejillas se tornan de un suave rojizo y sonrío.

Me bajo de su auto, abro la puerta de mi casa y entro.

|| inalcanzable || h.v Donde viven las historias. Descúbrelo ahora