|| inalcanzable || h.v

12

— 1 meses después —

Otro día aburrido. Por quinta vez resoplo y desordeno mi cabello
Estaba haciendo un gran esfuerzo para no dormirme ahí mismo y como si fuera obra del destino el timbre suena, anunciando el breve receso. Porque sí, era súper corto.

—Taehyungie.— Jimin me abraza por los hombros mientras recojo mis cosas.

—Hola, Jiminnie.— le sonrío.

—Se dice que andas de novio con Hoseok.— me informa.— ¿Es cierto?.— me pregunta cuando salimos del salón.

—¿Qué? Claro que no, él y yo solo somos amig-

Mis palabras se quedaron en el aire cuando vi aquella escena a la distancia. Hoseok se estaba besando con una chica.

—¿Tae?.— la voz de Jimin me hace volver.

—Perdón, debo irme.— le digo caminando rápido, pasando por la pareja que justo se separó cuando pasé por su lado.

—Taehyung, espera.— Hoseok iba a tomar mi brazo pero me zafe de su agarre.

Fuí al patio trasero y me quede ahí, mirando a la nada. Una idea loca pasó por mi cabeza, trepar la reja y escaparme. Pero no, no podía seguir perdiendo clases; si seguía asi mis padres me matarían por mis bajas notas asi que debía soportar. Y en entonces cuando se me ocurre otra idea.

El salón de baile. Claro, a esta hora esta vacío. Sonrío levemente por mi idea. Salgo del patio, escurriendome por los pasillos para evitar a Hoseok. Finalmente llego a mi destino, tiro la mochila a un lado, conecto mi celular del cable de las bocinas del lugar y la canción comienza a sonar. Era una melodía suave; una canción que compusimos Jimin y yo hace un tiempo. Se llama Serendipity.

Estiro mis brazos y me comienzo a mover al ritmo de la suave música. Esta es una de las tantas cosas que me gustan hacer. Bailar. Se siente tan bien hacerlo, como tus brazos se mueven al compás de tu cuerpo. Tu mente, tu cuerpo. Todo se sincroniza.

La música termina y yo termino sentado en el suelo. Unos aplausos que provenían desde la puerta me hacen sobresaltar.

—Wow.— un silvido.— Eres increible.— aquella voz.

Levanto la mirada. Hoseok.

—¿Q-que haces aqui? No puedes entrar—.

—¿Quien dice que no?.— pregunta cruzándose de brazos.— Bailas muy bien.

—Gracias.— le agradezco levantándome.— ¿Que haces aqui?.— le vuelvo a preguntar.

—Quería explicarte lo que viste.— responde acercándose a mi.

—No lo necesito, pero si quieres dime.— me encojo de hombros.

—Ella me besó, yo no a ella.— me explica—.

—Típico.— le digo rodando los ojos.

—No, bueno si es lo típico, pero...— desordena su cabello.— Ella necesitaba que la ayude con su...novia, así que me besó porque ella y su novia están peleadas. Es algo muy complicado, ni yo entendí bien en realidad.— ríe con nerviosismo.

—Oh, ella es...—

—Lesbiana.— completa asintiendo.

Sonrío internamente.

—Si quieres puedes seguir bailando.—  me dice cambiando de tema.

—¿Quieres hacerlo conmigo?.— me pregunta.

—Claro.— contesta sonriendo.

Antes me había dicho que le gustaba bailar y que lo sigue haciendo aún.