|| inalcanzable || h.v

03

—Jimin, tengo que estudiar.— le vuelve a repetir Yoongi.

—Solo será hoy.— Jimin mueve su brazo con insistencia.— Mira, vamos a mi casa y dormimos un poco—.

—Podemos dormir en la mía también.— dice Yoongi.

Suspiro al escucharlos pelear por cosas como esas.

Si tan solo yo tuviera a alguien así...

—¡Hyung, por favor!.— grita Jimin sentándose en las piernas de su novio.

—Está bien, pero vamos a estudiar, Jimin.— Yoongi lo apunta con un dedo y este asiente.— Ahora dame un beso—.

—Ay no, no comiencen con su cursilería.— me acuesto en el césped al ver como me ignoran y siguen en lo suyo.

No sé cuando tiempo pasó, pero lo unico que sé es que me quede dormido y que estaba sobre algo mientras me acariciaban el cabello.

—¿Hm?—.

Abro los ojos y veo a Hoseok mirándome fijamente.

—Hola...— dice sonriendo levemente.

Tallo mi ojo y me doy cuenta de que mi cabeza estaba sobre sus piernas.

—¿Cuanto pasó?.— le pregunto sentándome.

—Bueno, te perdiste casi todas las últimas clases.— responde riendo.

—Pero, ¿no deberías estar en clases?—.

—Sí, pero no te ví en ninguna de estas y me preocupé.— termina de hablar y sonríe.

¿Por qué?

—No tienes que preocuparte por mi. Estoy bien. Si quieres ve a tus clases ahora.— digo tratando de no sonar tan fuerte.

—No quiero.— responde con simpleza.

¿Por qué haces todo esto?

—Yo...— desvío la mirada a otro lado.— ¿Yo en realidad te preocupo?—.

Oigo su pequeña risa y luego un suspiro.

—Tú en verdad me importas.- confiesa poniendo una mano sobre la mía.

Le da un leve apretón y lo suelto rápidamente.

—Lo siento, pero dudo mucho que alguien se preocupe por mí.— le digo levantándome.

—No es muy difícil de creer, Taehyung.— se levanta junto a mi.— Hay personas a las cuales les importas, en verdad.— se pone frente a mi y me mira fijamente.— Yo soy una de esas personas—.

Detente.

—No sigas.— doy un paso atrás.— Deja de sentir pena por mi—.

-No lo hago, Tae.- jala mi brazo y me atrae hacía él.

El timbre suena interrumpiendo el momento; indicando que la hora de salida ya había llegado.

—¿Q-quieres venir a mi casa?.— pregunta nervioso separándose de mi.

—¿Eh?.— ladeo la cabeza, confundido.

—¡P-para hacer la tarea!.— se apresura a decir.— Podría pasarte los apuntes de matemática.— propone.

—Oh, gracias.— hago una leve reverencia.— Me encantaría —.

—Pues...vamos.— agarra mi mano y me lleva a la salida.

Bajo la cabeza avergonzado al ver las miradas de las personas, en especial la del guardia de la puerta.

—¿Que pasa?.— me pregunta Hoseok cuando salimos del terreno de la escuela.

—Nada, solo vergüenza—.

—Conmigo no la tienes que tener.— sonríe cálidamente.

Lo sé.