LoveSick - Historias

La Tormenta - 1

Phun

Ha pasado un año desde que Noh y yo nos graduamos. Nunca esperé que sería capaz de persuadirlo para conseguir un asesoramiento y vivir juntos como originalmente lo había planeado. A pesar de que había tenido éxito en arrastrarlo a nuestro nido de amor, me hizo hacer un montón de cosas imposibles antes de ponerse de acuerdo con mi plan. No sabía que Noh podía ser un provocador. Hizo que mi corazón palpitara de alegría.

Recuerdo cómo me pidió que no hablara ni lo viera durante una semana. Porque lo amo, hice lo que me pidió. Ni siquiera llegamos al cuarto día cuando Noh llego corriendo a mi casa. Dijo que no podía estar lejos de mí por ese número de días. Fue entonces cuando decidió compartir el dormitorio conmigo.

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Me despertó el molesto sonido de mi despertador en la mesita de noche al lado de mi cama. Intento abrir los ojos y ver la hora. ¿Las 4:30am?"

Recordé que tenía que despertarme temprano para ir a Chiang Mai y asistir a un seminario con mi profesor. Suspiré y giré mi cabeza hacia mi amante, que está durmiendo como un tronco. Trato de mover mi cuerpo, pero mi brazo está entumecido ya que a Noh le gusta usarlo como su almohada cada noche. Me acerco a su cara para ver lo adorable que es.

Nuestra habitación está fría todas las mañanas ya que es Diciembre. Miro fijamente el rostro angelical de Noh y siento este impulso abrumador de tocar esos labios pulposos y gruesos que sólo yo sé lo suaves que son. Sus labios están ligeramente abiertos, hace un año que ya no tiene sus frenos. Me gusta ver sus dientes blancos y perfectos los cuales mi lengua disfruta lamiendo cada vez que nos besamos.

Noh ronca un poco y a veces, inconscientemente, arruga la nariz. Dios sabe cuánto amo a este tipo sin importar su apariencia. Sea su cara enojada, furiosa o feliz. La forma en que se preocupa o se siente por una cosa simple que hice, especialmente su cara excitada cuando hacemos el amor. Cada pedacito de Noh es mi santuario. Es la única persona que puede hacerme sentir encantado y satisfecho.

Cuanto más esta conmigo, más quiero hacerlo mío y sólo mío. Me estoy volviendo cada vez más egoísta. A pesar de que soy este tipo de persona, Noh acepta mis defectos de todo corazón y se dedica a mí. Corrí mis dedos fríos en su mejilla derecha, haciéndole enterrar su cara en mi pecho desnudo.

"Phun ... todavía tengo sueño."

"Lo Siento Noh. ¿Te he despertado?" Acaricio su suave cabello. Ya no es mi pequeño amante sin pelo.

"Tengo frío, Phun. Abrazame," dijo con sonidos adormilados. Lo abracé y le besé la frente.

"¿Sientes calor ahora?"

"Mmm..."

Me río de su respuesta. Sé que tengo que empezar a prepararme para el seminario, pero ya que mi amante es lindo, creo que está bien quedarme en la cama un poco más. No hasta que siento la lengua húmeda de Noh lamiendo mi pezón. Tiemblo ante la sensación.