Capítulo III

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¿Cómo los trata la vida? ¿aburridos? No se preocupen, tía Centauro Zafiro les trae un poco de drama y situaciones enredadas para deleite de toda la familia

Disclaimer: Chris y Tom no son de mi propiedad. Se pertenecen a ellos mismos (?)

Advertencias: slash / lemon/ gay couple. Single fathers AU. Rated: M. escenas smut/ explícitas

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NIÑOS. LOS MEJORES CONSEJEROS

III

—Puse tu cepillo de dientes en la bolsa de a lado, llevas tres mudas de ropa extra, hay un paquete de galletas por si te da hambre y te da pena pedir comida, anoté el número de la casa y mi celular en la libreta de Hello Kitty por si necesitas que vaya por ti en la noche, revisé el clima y aparentemente no habrá tormenta, la lámpara de noche está en una bolsa de plástico sellada, tu peluche favorito...

Natalie se había aburrido de oír las indicaciones de su padre después de las primeras diez frases, pero comprendía su preocupación, después de todo, era la primera vez que pasarían la noche separados. No tenía miedo de dormir lejos de su cama, irónicamente, temía que fuera el rubio quien se pusiera sensible durante el fin de semana.

—Papi, ¿podemos irnos? —preguntó de la forma más tierna que pudo.

Chris entendió la indirecta, bajando con ella por las escaleras hasta la camioneta. Le dijo a Clara que no tardía en regresar y arrancó.

Si era sincero consigo mismo, era un absurdo lo que estaba haciendo a pesar de que la idea fue de Natalie. No podía dejar de pensar en la estupidez de su comportamiento con respecto a Tom. Si, parecía tonto darle tantas vueltas al asunto, pero la nana había mencionado una verdad durante la semana: si le das mucha importancia a un asunto que "no te interesa", debería preguntarte entonces porqué sigues aferrado a ello. Quizá ser indiferente no resultaba, porque si su corazón tuviera que hablar en su nombre, diría que sus sentimientos no eran normales; en general haberle dado un beso ya sobrepasaba los estándares de una "amistad", pero, dioses... Que confusión.

No había notado que llevaba la mitad del camino recorrido. Soñar despierto no era benéfico, y menos cuando intentaba adaptarse aún a la ciudad. El semáforo cambió a verde y finalmente llegaron hasta la finca de lujo donde vivía Tom. Chris aparcó frente al jardín, ayudándole a Nat a bajar las maletas sin problemas, cargándolas con un solo brazo, mientras que su otra mano tomaba la de su hija.

Después de tocar el timbre, la puerta se abrió.

Chris pensó que lo primero que vería serían los ojos aqua del inglés, pero en lugar de él, vio a una mujer más joven y rubia, con rasgos fenotípicos parecidos a los de Tom, que les sonreía.

—Hola, ¿puedo ayudarlos?

—Ah, sí. Estoy buscando a...

—¡NAT! —se oyó a lo lejos la voz de Ben, quien rápidamente corrió hasta la puerta, notablemente emocionado. —¡Viniste!

—¿Nat? —preguntó la mujer. —¿Es la Nat de la que me hablaste, cielo?

—Sí, tía Emma. Es ella, y él es su papá

Chris sintió un alivio al oir la palabra "tía", por un momento creyó que se trataba de la madre del muchacho; pero su felicidad duró poco porque si ella estaba ahí, eso quería decir que...

—Lo siento mi falta de modales. Soy Emma, hermana de Tom. Tú debes ser Chris —se presentó extendiéndole la mano.

El australiano devolvió el saludo. —Un placer. Perdona, ¿se encontrará Tom? Se supone que Nat pasará el fin de semana con Ben

Niños, los mejores consejeros [Hiddlesworth AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora