Thunderstrucks empezó a sonar, lo hacía con más fuerza al pasar de los segundos, anunciándole al castaño de ojos avellana que era hora de levantarse, abrió los ojos, apagó la alarma de celular y se dispuso a comenzar el día, hoy tenía una cita muy importante.
Se rasuraba el vello facial con la ayuda del espejo retrovisor del auto, cuando terminó con esa tarea olfateó sus axilas y decidió ponerse desodorante, sonrió complacido al volver a olfatear, tomó un poco de enjuague bucal que tenía guardado debajo de su asiento e ingirió un sorbo para hacer gárgaras, bajó el vidrio de la ventana del piloto y expulsó el contenido de su boca hacia la calle, acto seguido, buscó entre la ropa limpia que guardaba en una bolsa, una camisa blanca de manga larga.
Sí, Tony vivía en su auto, las circunstancias que lo llevaron a eso eran simples, desde que había decidido ir a estudiar a Yale se valía él solo, solía vivir en los dormitorios de la Universidad, pero ahora que ya había llegado al fin de su carrera, no tenía más que hacer ahí, aún no tenía un trabajo fijo y cómo la renta de un departamento era demasiado cara, decidido ahorrarse el dinero y vivir en su propio auto, comía comida rápida cuando podía y tomaba duchas en los baños públicos que poseían regaderas. Sabía que aquello solo sería temporal por eso no se preocupaba demasiado por su actual estilo de vida, no cualquiera resistiría aquellas circunstancias tan precarias, pero él no era cualquiera.
Llegó a un imponente edificio con ventanas de vidrio y entró; mientras esperaba del otro lado del mostrador, una la linda señorita pelinegra pasaba su mensaje.
—Un tal Anthony Edward desea ver al Sr. Sousa —habló la recepcionista.
Tony estaba nervioso, golpeaba sus dedos contra el mueble mientras miraba todo el lugar, volvió a mirar a la joven recepcionista quien le dedicó una sonrisa mientras esperaba la respuesta, vio como ella colgaba el teléfono para después mirarlo con una mueca en el rostro.
—El Sr. Sousa no sabe quién es usted.
—Si me ve se acordará de mí, por favor quiere...
—Lo siento —dijo la pelinegra, dando por terminada la conversación y volviendo la vista a la siguiente persona en la fila mientras decía—. ¿Que desea Señora?
—¿Puedo hablar con él? —dijo Tony, tomando el teléfono, siendo detenido por una enfadada recepcionista.
—No, adiós.
El castaño tomó sus papeles y se dio media vuelta para dejar pasar a la siguiente persona en la fila, se resignó a ser atendido de esa forma, pero si creían que se daría por vencido así de fácil, están equivocados.
Volvió, pero esta vez vestido como un repartidor, con todo y el paquete de comida; gorro blanco, filipina manga larga blanca, delantal y unas gafas negras que ocultaban su rostro para no ser reconocido, todo eso puesto encima de su traje.Pasó por la misma puerta por la que había entrado minutos antes y le dijo al primer guardia de seguridad:
—Un encargo del Sr. Sousa —sin siquiera mirarlo, mientras pasaba a lado del policía que vigilaba el ascensor.
Cuando entró al dichoso transporte, ya había muchas personas dentro algo amontonadas, empezó a chiflar sin tomarles importancia, miró la bolsa de comida en sus manos y decidió sacar un poco de lo que había adentro, tenía hambre puesto que no había desayunado y ya que había gastado su poco dinero en ella para hacer más creíble su disfraz lo mejor era que lo comiera; no se percató de que un hombre castaño, de ojos azules y barba corta, de poco más de 40 años lo miraba entre divertido y extrañado por sus acciones.
Mientras degustaba el emparedado, Tony se dio cuenta que el hombre lo observaba y decidió volver a guardar el alimento, tal vez eso se vería raro a los ojos de los demás ahora que lo pensaba, aquel hombre solo sonrió por la osadía del joven. Cuando el ascensor marcó el piso en el que Tony debía salir, pudo observar cómo el mismo hombre que lo había descubierto salía primero de ahí tomando rumbo hacia la izquierda; se quedó maravillado por todo el lugar, luego se miró la ropa notando que no encajaba en aquel piso y decidió buscar un baño.
![](https://img.wattpad.com/cover/164081149-288-k18692.jpg)
ESTÁS LEYENDO
CHANCES ARE
FanfictionA Steve el cielo le regaló una segunda oportunidad de ser feliz con el amor de su vida, aquel que le fue arrebatado sin precedentes, pero no contaba con que se presentaria con una apariencia tan diferente a como él recordaba. Adaptación STONY de la...