A la mañana siguiente me levanto como nueva, me encuentro bien, miro a mi lado y noto que Eric ya no está en la cama, me asusto en un principio al pensar que se ha ido sin mí pero escucho el agua de la ducha y se que se encuentra ahí. Me levanto de la cama y me pongo mi bata de andar por casa, cojo el conjunto de trabajo y me dirijo hacia el baño, entro en silencio, me quito mi bata y me meto en la ducha, acaricio su fuerte espalda con suavidad mientras la beso, se voltea en mi dirección con una sonrisa y me besa en los labios, acaricia mis brazos y se para a la mitad de mi brazo aprieta un poco provocando que me queje.
-Cielo, ¿cómo te hiciste lo del brazo? No me había dado cuenta antes. Llevas poco con ello ¿no? Estoy seguro que la semana pasada no lo tenías.
-Sí, fue un accidente. Cuando tuvimos la pelea Izan ejerció más fuerza de la que debía y me hizo ese hematoma pero no me duele a penas, solo duele si lo aprietas. Así que por favor no lo hagas.
-¿Y lo de la espalda? ¿También un accidente? -dice con algo de sarcasmo.
-Eric, Izan ha cambiado con los años, él en el pasado habría sido incapaz de hacer eso, jamás me habría dañado ni emocional ni mucho menos físicamente. No se que le pasó, pero perdió el control de sus actos. Ya no le reconozco. Él no era así, cuando me hizo daño en el pasado se le comía la culpabilidad.
-No me has mentido.
-¿Por qué debería hacerlo? Eres mi novio y uno de mis mejores amigos, no tengo secretos para ti. No te lo dije antes para no preocuparte pero no te voy a mentir de como me lo hice. Te quiero y la confianza es la base de una relación, y sobretodo de la nuestra.
Sin esperarlo vuelve a besarme y me abraza a su cuerpo, yo jamás tuve secretos con él, es mi mejor amigo y mi novio, confío en él al 100%, el día que no nos digamos la verdad o nos ocultemos cosas lo nuestro se romperá pero espero que eso nunca ocurra, le amo demasiado. De repente en mi mente aparece Izan y recuerdo como ha cambiado conmigo, lo mucho que le llegue a querer y que haya sido capaz de hacerme tanto daño con solo un par de palabras, no reconozco a ese chico, no es el Izan del que yo me enamoré en un principio, y no quiero tenerle cerca, ya no más. Deseo que salga de mi vida lo más pronto posible.
-Cariño, tranquila, ya está. Te prometo que no volverá a ponerte la mano encima. Jamás. Relaja las manos que no queremos que se abran las heridas.- dice agarrándolas con suavidad- así mejor.
-Eric, pero... ¿Y si es verdad lo que dijo? Yo no quería hacer daño a nadie, solo necesitaba salir de aquí, alejarme del dolor que sentía, alejarme de mi pasado, o simplemente sentirme útil por mi misma.
-Sheila, no, sabes que no puedes pensar así de ti. Hiciste lo que creíste necesario, en verdad necesitabas cambiar de aires o enloquecerías. No está mal lo que decidiste -le miro interrogante- bueno, lo que decidisteis. Amor de verdad que no te sientas culpable con ello. ¿Tú me quieres?
-No te quiero, yo te amo.
-Pues entonces no te comas la cabeza con esto. El destino quiso que estuviéramos juntos y no se puede luchar contra el destino es mucho más sabio que nosotros, aunque te alejes de mi te traería de vuelta una y otra y otra vez. -me rio- Anda ven aquí.
Después de ducharnos nos cambiamos de ropa para ir a la empresa Miller, me recojo el pelo en una coleta alta, maquillo un poco mis ojos y labios, una gota de perfume, desayunamos en la cocina y dirección a la empresa, como siempre vamos cantando en el coche mientras Derek conduce evitando reírse.
-Derek el día que te rías prometo hacer una fiesta. Pero a lo grande, con globitos y todo.
-Siga soñando señorita Baconne ya que eso jamás ocurrirá.
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Recuperándote (2° temp APUR) (Editando)
Novela JuvenilHan pasado 3 años desde que Sheila se fue a España y su vida a cambiado más de lo que esperaba. Izan no dejó ni un minuto de pensar en cómo recuperarla, aunque en ese tiempo cometió algún que otro fallo. Thomas hablaba a diario con ella pero desde e...