El Cambio de Diana [PAUSADA]

Capítulo 22

Hola!!! Sí, me desaparecí por completo y lo lamento, y les pongo la nota aquí para que la lean. 

No pensaba desaparecerme tanto tiempo, pero entre la universidad y los problemas personales se me hizo imposible escribir porque simplemente no me salía la inspiración y nada quedaba como yo quería. Así que lo siento. 

Como les prometí, les traje un mini maratón para final de año. Originalmente serían cuatro capítulos, pero no me gusta como va el cuarto y no les pondré un mal capítulo, no soy así. Les prometo que no se los daré a finales del 2019, de fijo lo publico en Enero. 

También quería decirles que no sé si podré estar tan activa como me gustaría, pero trataré con todas mis fuerzas de no desaparecerme por mucho tiempo de nuevo.

Espero que disfruten de estos capítulos, me esforcé mucho por hacer algo que valiera la pena. En otras noticias, LLEGAMOS A LAS 500 LECTURAS!! Eso me tiene muy contenta y se los agradezco demasiado. Los quiero muchísimo, mis lectores, y nos vemos en la próxima actualización💕💕

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Han pasado tres horas.

Theo ya está durmiendo y yo lloro en silencio.

Me negué a decirle qué había pasado, no estaba lista para hablar de ello. Apagué mi teléfono y solo subí a su habitación y me acosté en la cama a llorar. 

Hay tantas preguntas en mi mente ahora mismo.

¿Por qué mi madre es así conmigo?

¿Qué le hice para que me odie tanto?

¿Qué le hicieron para que sea de esta manera?

Son demasiadas cosas para asimilar. En toda mi vida mi madre ha mostrado dos facetas, cuando me hace sentir que soy lo mejor que le ha pasado en la vida y es muy amable conmigo, cuando parece que solo soy un estorbo para ella y que estaría mejor sin mí. Así he vivido siempre, creyendo que debía aguantarlo, pero ya no más, es momento de que empiece a ser como me gusta, de que rompa los estereotipos que me ha creado mi madre y dejar de ser la imagen de ella que nunca logró ser y ser mi propia imagen con mi esencia, no la suya. Me harté de estar a su sombra y a sus expectativas, no es justo para mí y tampoco es sano. 

Mi cabeza duele y mis ojos arden, siento como que estoy deshecha en la cama, que me he desboronado, eso solo puede significar que he llorado demasiado. 

Cautelosamente me levanto de la cama, tratando de no despertar a Theo, el peso de mi cuerpo es increíble, cualquiera diría que me siento más ligera por haber soltado tanto, pero estoy tan agotada de llorar que me siento diez veces más pesada. Espera, espera. ¿No piensas explicar que están durmiendo juntos? Digo, tal vez para muchos no sea del todo normal. Vaya, vaya. Hace tiempo no aparecías, creí que ya me había librado de ti. Ay, y después dices yo soy la grosera. Solo estaba tratando de ayudarte, pero siempre vienes de odiosa. Ya, ya. No tengo ganas de soportarte, ya los lectores saben que duermo con Theo y no debería importar, ahora esfúmate, no quiero escucharte. Una indignada Nina se retira zapateando y me vuelve a dejar a solas con mis pensamientos.

Salgo de la habitación y me dirijo al baño, tal vez si me lavo la cara se me pase un poco. Una vez entro y enciendo la luz siento como si me clavaran cuchillos en los ojos, la migraña es impresionante e insoportable. Reviso la hora en mi reloj y veo que son pasadas las doce de la noche, no ha pasado mucho desde que llegué, pero siento como si hubieran pasado días. Al ver mi reflejo en el espejo me llevo una gran sorpresa, estoy hecha un desastre, mis ojos están hinchados y rojos, mi nariz está roja y mis labios están abultados y enrojecidos, no queda ni la más mínima duda de que he estado llorando. Me inclino hacia el lavamanos, abro el grifo y esparzo el agua fría por toda mi cara, esperando que esta calme mi llanto y mis penas, al menos por un rato.