Capítulo 14

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— Diana Torres.

Me va a dar algo. 

Paso al frente a recoger el condenado papel, lo tomo y vuelvo a mi asiento, abro con mucha delicadeza, y un casi ataque al corazón, el sobre y reviso mis calificaciones del trimestre, ya ha terminado y empiezan las vacaciones de verano.

Matemáticas: 8,9

Ciencias: 9,7

Español: 9,8

Estudios Sociales: 10

Inglés: 10

Educación Física: 10

Computación: 9,9

Conducta: 10

Posición del estudiante a nivel de clase: 3°

¡No puede ser!

Me va a asesinar, cocinar en un guisado y se lo va a dar de almorzar a los vecinos. Ok, estoy exagerando, pero de verdad me va a ir mal en casa.

Theo se acerca a mi mesa al ver mi expresión de desesperación, le muestro mis calificaciones y, al ser lo único que puede hacer, me dice que estará pendiente del celular por si lo necesito.

Las clases terminan. No quiero llegar a casa.

Voy muy desanimada y nerviosa, por suerte hoy tenía que trabajar y no llegará hasta pasadas las 5:00pm.

Al llegar subo directo a mi habitación, saludo a Cookie, que parece que sabe cómo me siento ya que reparte besitos por mi cara. Me cambio de ropa, me pongo un pantalón rosa pálido, una blusa de tirantes blanca y un suéter abierto de color gris; tomo a Cookie y lo siento en mis regazos y comienzo a pasar el rato mientras viene mi mamá escribiendo en mi cuaderno especial. Es un cuaderno de resortes, de tapa blanca, tiene escrito en caligrafía antigua mi nombre (Diana), al rededor del nombre hay mandalas de diversos colores. Nunca nadie ha visto este cuaderno, lo tengo escondido entre papeles en una de las gavetas del escritorio, es donde escribo todas las historias, novelas, lo uso como diario, todo.  

El tiempo se me pasa cuando escucho a mamá entrar a la casa con un llamada.

— Diana.

Bajo las escaleras con mi perro en brazos, para que aproveche y salude a mamá.

— Dime, ma.

— ¿Cómo te fue hoy?—dice mientras le hace unas caricias a Cookie.

— Pues, bien. En realidad te tengo algo...

Le entrego el sobre con las calificaciones con mis temblorosas manos, ella lo toma y su cara se desfigura al leerla. Puedo sentir como el volcán de mi madre está apunto de explotar.

¿Sabes? Creo que voy a aprovechar las vacaciones y me iré. No quiero presenciar esto. Dice Nina jalando una maleta.

— Dime que es una broma, Diana.

— Créeme que desearía que lo fuera. Lamentablemente no lo es.

— ¿Lamentable? No, esto no es lamentable. La lamentable eres tú. Sacándote estas notas como toda la mediocre estudiante que eres. Mira nada más la de Matemáticas, ¡ni siquiera llegaste a 9!

— Pero mamá, te dije que me había costado.

— ¡A mí me vale un carajo si te cuesta o no! ¡Tu deber como estudiante es esforzarte más si te cuesta!

— ¡Pero sí lo hice!—comienzo a alzar la voz. Normalmente no lo haría, pero me está molestando el asunto.

— ¡No! ¡Si lo hubieras hecho no te hubieras sacado esta nota! ¡Eres una inepta, eso es lo que eres! Te confías de sabelotodo y de que todo te sale perfecto, ¡pero no es así, Diana! ¿Que no te das cuenta de que todo te sale mal? ¿De que no sirves para nada? Ni siquiera mantener un promedio puedes hacer bien.

El Cambio de Diana [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora