El Cambio de Diana [PAUSADA]

Capítulo 23

2/3

Owen

— Buenos días, cariño.

— Hola.

Sí. El mismo saludo, el mismo aroma, todo siempre es lo mismo en esta casa. Desde que mi papá se fue, mi madre ha hecho una rutina fija en mi vida, al no tener hermanos todo lo utiliza conmigo.

— Te hice el desayuno.

— Sí, gracias. —me extiende una bandeja con el mismo desayuno, como dije, una rutina.

— ¿Qué harás hoy, hijo?

— No sé. Clases, tal vez juegue un rato con los chicos, después veo.

— Ah, bueno. Me voy a trabajar.

— Mjm.

Mi madre se levanta y sale de mi cuarto, yo empiezo a comerme mi monótono desayuno, tomo mi celular y entro a Instagram para chequear un rato. Veo publicaciones de deportes, de chicas de la escuela y de gente famosa hasta que me aburro. Decido enviar un mensaje a mi mejor amigo.

BRO

— Te lo digo en serio. Estoy harto de esto.

Pasan unos cinco minutos antes de recibir una respuesta. Unos muy largos cinco minutos.

— Buenos días para ti también. Me vengo despertando y lo primero que veo es tu mensaje quejándote.

— Está bien, lo siento. Buenos días...

— Así está mejor. Ahora dime, ¿qué pasó esta vez?

— Es solo que el hacer lo mismo todos los puñeteros días se vuelve cansado.

— ¿Y esperas que eso cambie... cómo? Hombre, lo único que haces es quejarte de tu "rutinaria vida". Haz algo para cambiarla o cierra la boca de una vez.

— ¿De casualidad amaneciste de mal humor?

— Owen...

— Sí, sí. Ya entendí.

— ¿Y con aquella chica qué?

— ¿Qué con ella?

— Solo digo... Te peleaste con Jackson por ella, ¿no?

— Max, eso fue hace más de un mes. ¿No puedes olvidarlo ya?

— Sí, pero te has rehusado a contarme la verdadera razón por un mes. Quiero saber.

— Solo me molestó que Jackson rompiera el trato sin decirme, eso fue todo. Tema cerrado.

— ... 

— Ya sé qué haré hoy.

— Me cambias el tema... Bueno, ¿qué vas a hacer hoy?

— Iré a pasear al otro lado de la ciudad, hay parques muy bonitos y un restaurante que es buenísimo. Ya tengo que ir a clases, adiós.

Y con ese mensaje bloqueo el celular y me dispongo a prepararme para ir al colegio, ese puñetero instituto de los cojones.