Capítulo 2 "Yo estoy aquí."

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Estaba lloviendo a cántaros en la ciudad de Daegu, la mayoría de personas se encontraban resguardadas esperando que parara el temporal, sin embargo muchos de los niños del colegio Dwight salieron a jugar en el recreo, aunque su profesora intento impedirlo.

YoonGi fue uno de estos niños, pero como Hoseok (su mejor amigo) no fue al colegio se encontraba sentado solo en una silla a los pies de un árbol disfrutando del paisaje mientras jugaba con el lápiz que tenía en el bolsillo.

Ya habían pasado meses desde el pequeño incidente de la mordida que lo dejo con los dedos de su madre marcados en una de sus mejillas, por ese hecho Min sumándole los constantes retos que le daba su madre cuando trataba hablarle acerca de JiMin se había convertido en un niño completamente diferente, ya no era aquel pequeño dulce y sonriente que encantaba a todos, ahora es serio, callado y frío. Por esto YoonGi ha perdido muchos amigos, a excepción de HoSeok que sigue estando a su lado pese a todo.

Nuestro protagonista se limito a mirar las nubes que volaban tranquilas cargadas de lagrimas que se encargarían de soltar más tarde para dar de beber a las platas, todo esto mientras escuchaba en el fondo las voces de sus compañeros jugando a las escondidas.

Pero sin previo aviso algo interrumpió su calma, era JiMin que se había caído justo en el barro delante de él.

Inmediatamente lo ayudo a ponerse en pie, para posteriormente verificar si JiMin tenía alguna herida, estele tendió sus manos llenas de piedras y barro con los ojos cargados de lagrimas, debido a que le dolían tanto las rodillas como las manos por la caída, además se sentía muy avergonzado por haber manchado toda su ropa. YoonGi algo triste al verlo llorando las tomo entre las suyas como si se trataran de lo más frágil del mundo y comenzó a sacarles el barro.

—No llores más, estoy aquí. —Un "Yo te voy a proteger" se podía oír camuflado en esa frase aunque no fue expresada verbalmente.

Como si estas palabras fueran lo único que necesitase para calmarse JiMin hizo lo que YoonGi le dijo y se dejo limpiar. Una vez que estuvo lo suficientemente limpio lo acompaño a su sala para buscar ropa limpia de su mochila.

Luego de que esto ocurrió ambos se despidieron con un fuerte abrazo por iniciativa del más pequeño que no tardo en ser correspondido, porque en el fondo YoonGi no podía resistirse a él.

El de ojos felinos comenzó a reflexionar de lo ocurrido una vez que su madre lo fue a buscar en su auto al termino de clases y no pudo evitar pensar que estuvo mal ayudar a JiMin, porque su madre no hubiese querido que lo hiciera, pero ayudarlo se había sentido tan bien que deseaba volverlo a hacer una y otra vez.

Diez y doce años.

YoonGi no tenía idea de porque sentía que su corazón le dolía tanto, pero no quería que eso afectara sus notas, así que con todo el esfuerzo del mundo logró prestar atención a su maestra de lenguaje que se encontraba recitando poesía.

Una vez que terminaron las clases se sentó en una de las sillas que estaba en la entrada del colegio para esperar a su chofer que no tardaría en llegar. Los diversos cursos iban saliendo poco a poco y entre aquellas personas se encontraba JiMin con los ojos llorosos, no había rastro aparente de sus amigos Sehun y KyungSoo, que por cierto siempre estaban a su lado pegados como parásitos.

Así que por ese motivo YoonGi aprovechó de acercarse lentamente y llevarse a Park sin que nadie se percatara al baño de hombres.

─❁──❁──❁─

Cuando entraron en el baño más cercano cerró la puerta con pestillo y soltó a JiMin que no parecía nada contento con esto.

—¿Qué quieres, YoonGi?

—Saber que te pasa.—contestó el de ojos de gato como si fuera lo más obvio del mundo.

—Y ¿por qué te interesa eso ahora? —las lagrimas corrían por sus mejillas expectante de lo que diría.

—JiMin aunque no lo creas todo lo que te pasa me interesa solo por el hecho de que eres tú.

Dicho esto YoonGi le propuso ir a platicar a un lugar más calmado a lo que él accedió.

¿Debería morderte? ♡ YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora