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BIENVENIDAS
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Bienvenidas estrellitas
Espero que hayan tenido o estén teniendo un hermoso día.
¿Preparadas para esta historia?
✿Escritura subida de tono, puede que encuentres algo que no te guste, abstente de comentar o reportar por que me cuesta trabajo escribir, así que chuchuchucontigo si no te gusta.
✿La novela tiene lectura muy fuerte, sexo no consentido, asesinatos, muerte de Idols, etc de obscenidades.
✿Si vez alguna falta de ortografía háganlo saber por privado.
✿Besos en la cola✿
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Playlist del capítulo
Kodaline - High hopes
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Vanessa estaba calmada, ver a Kyungsoo aún perdido, le partía el alma, recordó la vez en la que comenzó a volverse loca por estar encerrada en un solo lugar, podría aún sentir las paredes, prohibiendo el paso, cerniendo sus frías y sólidas fronteras para que ella jamás pudiera salir, se volvió totalmente loca y dócil, queriendo compañía sin importar qué.
Recordaba las palabras del psiquiatra, había tenido varias sesiones con el chico y en ninguna pudo salvar algo, su última sesión fue definitiva. El trauma que tenía Kyungsoo no podía ser curado con simples palabras de aliento o pastillas para dormir, cada vez que mencionaba algo sobre hombres, lugares cerrados o más cosas, todo lo hacía dar ataques de pánico
Había acordado con el CEO de la SM poder tener una entrevista con Kyungsoo, esa mañana se enteró de que habían encontrado a otras dos cantantes, Hyuna y a Lorde, flotando en el gran canal de Venecia, ambas tenían cortes perfectos en sus cuellos, como si hubieran afilado los cuchillos por horas para que no hubiera grumos. No querían encontrar más muertos, no si estaban a punto de encontrar algo.
El pobre chico estaba mirando sus manos, que aún se recuperaban de lo lastimadas que estaban al intentar escapar y lo que tuvo que pagar por haber cometido el error de dejarse ver.
- hey, hola - susurro ella.
- Vanessa - de repente, pudo sentir el alivio del muchacho al verla ahí, con él, las lágrimas del chico comenzaron a salir y alcanzó las de ella con miedo, Vanessa sintió como su corazón se estrujaba de dolor.
Según el psiquiatra que empezó a tratar con el muchacho, Kyungsoo aún seguía pensando que estaba encerrado, incluso en uno de sus ataques logró gritar el nombre de sus amigos pidiendo que no los lastimaran.
- estas... - susurro el chico, sujeto su cabeza con dolor - lo siento, no...
Vanessa había ido a ver al chico de EXO, quería saber cómo estaba, pero también necesitaba información, todo lo que recordaba del lugar en donde lo tenían encerrado, incluso si habría una herida en él.
- no está el aquí, jamás volverá a poner un dedo en ti - susurró, sujetó la mano del chico y comenzó a masajearla con lentitud, de repente recordó una de las pláticas que tuvo con Manuel hace años cuando fueron a ver a uno de los amigos del señor, un monje budista que trataba a personas enfermas con calma y silencio, él fue de gran ayuda en su recuperación, le enseñó muchas cosas.
Si podía ayudar a Kyungsoo de esa manera, entonces lo haría.
- está bien, relájate Kyungsoo, necesito que esté en calma - susurró, la voz de Vanessa se hizo más calmada, como si cantara una nana bien bajita.
La respiración de Kyungsoo empezó a relajarse, como si un sueño profundo lo invade de golpe. Sentía que sus músculos se relajaban, incluso su hombro herido y el ardor de las heridas que estaban sanándose parecían haberse desaparecido. De repente, recordó su casa, su hogar y a sus amigos, pero en los momentos felices.
- así, relájate, sigue mi voz - Vanessa se sintió culpable de lo que iba a hacer, el tratamiento estaba prohibido, nadie lo hacía y nadie lo conocía, pero... no podía ver a Kyungsoo de esa manera - ahora, estás en el agujero.
Kyungsoo dejó caer su cabeza hacia adelante como si fuera muerto, Vanessa aprovechó y lo acostó lentamente, con cuidado de no levantarlo.
- escucha mi voz Kyungsoo, necesito que recuerdes el lugar donde estuviste, el color, las bandas que estaban contigo, el olor, cualquier sonido que hayas percibido y el rostro del sujeto - habló.
Kyungsoo empezó a arrugar su rostro, moviéndolo como si tuviera una pesadilla.
- huele a mar, pero ese hombre siempre pone ambientador olor a rosas, es asfixiante - susurra - las paredes están llenas de fotos de grupos, dúos y solitarios, entre ellas la mía, está marcada con... sangre.
Vanessa puso una expresión fatal.
- no vemos su cara, jamás, una máscara de teatro cubre medio rostro, solo podemos ver sus labios y su cuello, siempre tiene un collar de oro con una argolla en el...
Vanessa comenzó a anotar todo lo que el chico decía, desde las paredes, el olor, e incluso el orden en los que estaban encerrados, cada celda, su color.
- debemos llamarlo señor - susurró de repente - Sehun desobedeció al segundo día, intentó golpearlo y casi lo logró... pero él... lo obligó a hacerle una felación, sus gritos, su miedo, todo.
Vanessa sintió náuseas, de solo imaginar que un chico pasara por tal cosa, su mirada se oscureció, de ira, de muchos sentimientos. ¿Cómo existen personas así en el mundo?
- Do Kyungsoo - repitió, Vanessa puso cara afligida - aprenderás a ser fuerte, debes serlo. Ahora los momentos feos serán un amargo recuerdo, una niebla de la que deberás afrontar, por tu bien y el de tus amigos; cada vez que intentes recordar no lo podrás hacer, cada vez que quieras intentar ver a través del bloqueo no lo harás, solo verás momentos hermosos, tu ira y tu sed de cambiar tal injusticia que te paso, y solo querrás sobrevivir, en lo único querrás recordar es que sobreviviste y seguirás haciéndolo.
Kyungsoo comenzó a derramar lágrimas.
- ahora... despierta -
El chico abrió sus ojos de golpe y se quedó mirando el techo, un leve remordimiento en su pecho le hizo recordar los malos momentos que paso, pero solo eso, no tuvo dolor como antes.
- muchas gracias por tu colaboración Kyungsoo - sonrió Vanessa, ocultando las sombras bajo sus ojos, quería llorar por lo que había hecho, era imposible. Sentir culpa era inevitable, había desobedecido la regla de un Winchester prodigio, no se merecía ser la pupila de uno, pero, lo volvería a hacer.
- está bien - respondió con otra sonrisa - iré a ver... ya sabes.
Kyungsoo asintió y sujetó sus manos con una expresión confusa, parecía que algo estaba olvidándose, luego le restó importancia.
Vanessa apenas salió y comenzó a correr hacia la salida, se cubrió con su capucha para que nadie viera su rostro lloroso y rojo. A penas vio la espalda de Seokjin no dudo en abrazarlo y ocultar su rostro, pudo sentir el asombro del chico bajo la tela de su camiseta.
- ¿Vanessa? ¿Qué pasó? - la niña solo quería llorar, no solo porque aún no encontraba al hijo de puta que estaba lastimando a chicos inocentes, sino que Kyungsoo le recordó a ella, recordó como salió, como estuvo durante meses, su forma de actuar - ven, vamos a comer algo.
- pe-pero... - intentó decirle que si los veían iban a pensar mal, pero el chico no la dejo ni decir pío, solo tomo su mano y entrelazo sus dedos, como si fueran pareja. Vanessa se avergonzó, jamás había compartido tal afecto ni con su amigo gay.
Llegaron a una cafetería ubicada en un barrio no tan concurrido, Jin iba casi siempre cuando no quería tener la presión de las fans y las cámaras, era un lugar calmado y la señora que atendía le recordaba a su madre que estaba lejos de él.
El olor a café y a tostadas cubrieron de inmediato su radar, le recordaba al ambiente cuando su nana intento hacerle algo bonito por primera vez, por alguna razón las imágenes de esa mujer le llegaron a su cabeza. Aquella vez que su padre decidió encerrarla en el mismo lugar donde dejó el cuerpo muerto de la pobre mujer.
- ¿qué pasó Vanessa? - preguntó Jin acercándose a la chica con una bandeja más dos tazas de café con leche y panes tostados con mantequilla y mermelada.
Vanessa respiro hondo y miro su café con calma.
- ¿te acuerdas de la pistola que encontraste entre mis cosas? - cuestionó.
Seokjin agachó la cabeza culpable, al ser muy ordenado, siempre tendía a ordenar las cosas de los demás y a despertar, en una de esas que ordenaba el cuarto de Vanessa, solía limpiar el departamento de Vanessa y el de Minjae, allí fue cuando encontró una pistola, era antigua y se notaba que ya había sido usada hace mucho tiempo, las siglas Winchester reposaba en el mango, tan bien talladas que se sorprendió por ciertas manchas roja en él.
- no pongas esa cara, sabía que eras tú la que la encontró, si hubiera sido alguno de los demás no hubieran parado de preguntarme si era de verdad o no - susurro limitándose el rostro con su manga.
Jin asintió.
- ¿qué es Winchester? -
Vanessa suspiró.
- Es una legión, hermandad, unión. Dos hermanos la formaron hace mucho tiempo, en la era de los mosqueteros, decidieron que la justicia era pobre y jamás fue buena, entrenaron, clasificaron y usaron el conocimiento de los hindúes, libros y lucha para ejercer su camino, en pocos meses en vez de ser 2, se volvieron miles, se hicieron amigos de otras etnias y razas hasta que se volvieron millones, trabajando para que el mundo fuera mejor... como los héroes - contó emocionada - pero ellos tienen normas, uno no es digno de llevar un arma cuando rompe las reglas.
A Vanessa se le hicieron agua los ojos, Seokjin sintió su corazón arder.
- una de esas reglas decía que jamás tendrías que usar lo que se te enseñó en una persona sin consultarlo antes, y yo acabo de romper esa norma con Kyungsoo - Vanessa rompió a llorar alertando al chico.
Seokjin se levantó de su lugar para abrazar a Vanessa, a ese punto ya no importaba si los veían, ella estaba llorando por primera vez por algo frente a él, como una pequeña chica.
- ¿qué le hiciste? - pregunto.
- los doctores dijeron que él no podía olvidar los sucesos que pasó en ese lugar - murmuró - hay una manera de que puedas sacar información de alguien relajando sus músculos y sus neuronas... Manuel me dijo que jamás lo usará para hacer que alguien olvidaría algo, pero ver a Kyungsoo... no podía dejarlo así. Solo le dije que debía ver borroso y yo... yo lo volvería a hacer.
Seokjin sonrió, Vanessa era muchas veces muy lista, pero esta vez no lo fue.
- Vanessa, no hiciste nada malo, tú simplemente fuiste buena, tu corazón no podía ver a alguien sufrir como lo hizo ese chico. No hiciste nada malo - sonrió con calma, Vanessa abrazo con fuerza al chico - ahora, olvídate de eso y se lo comentas a Manuel después, nada de secretos.
Ella asintió y siguió comiendo las deliciosas tostadas que le dieron.
Seokjin se sentía fatal, no porque Vanessa había llorado, sino que estaba aprovechando el momento para darle de tomar agua y cuidarla cuando él fue el primero en decir nada de acercamientos antes de hablar con ella.
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𝑮𝒖𝒂𝒓𝒅𝒂𝒆𝒔𝒑𝒂𝒍𝒅𝒂𝒔 |𝑩𝒂𝒏𝒈𝒕𝒂𝒏 𝑷𝒐𝒍𝒊𝒂𝒎𝒐𝒓| +𝟐𝟏 ©
Fanfiction"𝒀𝒐 𝒔𝒐𝒚 𝒍𝒂 𝒑𝒓𝒐𝒚𝒆𝒄𝒄𝒊𝒐́𝒏 𝒅𝒆 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒊𝒓𝒂 𝒆𝒏 𝒒𝒖𝒆 𝒗𝒊𝒗𝒆. 𝑱𝒖́𝒛𝒈𝒂𝒎𝒆 𝒚 𝒔𝒆𝒏𝒕𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂𝒎𝒆, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒆𝒔𝒕𝒂𝒓𝒆́ 𝒆𝒏 𝒕𝒊." El comienzo de una serie de asesinatos en diferentes partes del mundo...