𝟒𝟐. 𝑫𝒐𝒔 𝒑𝒓𝒊𝒎𝒐𝒔 𝒔𝒂𝒍𝒊𝒆𝒏𝒅𝒐

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BIENVENIDAS

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Bienvenidas estrellitas

Espero que hayan tenido o estén teniendo un hermoso día.

¿Preparadas para esta historia?

Escritura subida de tono, puede que encuentres algo que no te guste, abstente de comentar o reportar por que me cuesta trabajo escribir, así que chuchuchucontigo si no te gusta.

La novela tiene lectura muy fuerte, sexo no consentido, asesinatos, muerte de Idols, etc de obscenidades.

Si vez alguna falta de ortografía háganlo saber por privado.

Besos en la cola

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Playlist del capítulo

Lana del rey - Born to dio

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Vanessa observó su aspecto en el espejo, Namjoon le había prestado otra de sus camisas, no sabía por qué ahora a los chicos se les daba por darle su ropa a ella, ya sea camisas, polos e incluso poleras

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Vanessa observó su aspecto en el espejo, Namjoon le había prestado otra de sus camisas, no sabía por qué ahora a los chicos se les daba por darle su ropa a ella, ya sea camisas, polos e incluso poleras. Eran totalmente cómodas y no se las iba a negar, pero, Minjae la miraba con una sonrisa torcida, como si supiera algo.

Nadie se enteró de que folló con Seokjin la otra vez, esperaba que se quedara así.

- ¿y se puede saber a dónde irás? - llamó Seokjin mientras la rodeaba por la cintura y besaba el cuello de Vanessa, el chico siempre parecía necesitado - ¿quién te dio permiso?

Ella se le quedó mirando, realmente no podía pensar ahora teniéndolos cerca, es que... ¡Era Seokjin!, era guapo, alto, tenía una espalda hermosa, una cintura de morir y cogía tan bien que a veces lo pensaba para no meterse en un cuarto con él.

- bueno... Minjae va a acompañarme a comprar algunas cosas, iremos vestidos del mismo color, ya sabes, para seguir fingiendo que somos primos que se comportan como gemelos, así que vamos juntos - mencionó metiendo el dinero en su bolsillo trasero del jean.

Seokjin quería besarla, sujetarla de las caderas y apoyarla contra el mueble para poder ver su trasero redondo, marcar sus piernas anchas y luego...

- no sé en qué estás pensando, pero no - Vanessa se aleja y mantiene distancia, tenía que irse ya.

- ¿solo te acompañará? - volvió a preguntar Seokjin queriendo acercarse más, más contacto.

- sipi - respondió mientras le daba un beso fugas en la mejilla - te traeré algo rico, ¿está bien?

Seokjin sonrió, hubiera estado más complacido si fuera en los labios, pero esperaría a que volviera, allí, podrían ir a su cuarto y tal vez, darse más amor.

Sonriendo tocó su mejilla con ternura, sintiendo la zona caliente tras el contacto.

- ¿un beso antes de irte? - murmuró.

- okay, solo un... -

El encuentro de sus bocas causó satisfacción a ambos personajes, Seokjin logró sentirla en carne viva cuando cogió nerviosa la tela de su camisa de cocina y lo apretaba con fuerza, incluso cuando sus manos la sujetaron de la nuca hasta hacerla retroceder un poco hasta chocar contra el mueble, quería tocarla más, más.

- ya... - se alejó agitada, sus mejillas arreboladas le indicaron a Jin que la dejó satisfecha.

Apresurada, salió de la casa y se lamió los labios de paso para que nadie notara el labial corrido, activo el sistema de seguridad de paso, ya que cuando no estaba en casa, ella debía poner sus ojos y oídos en las cámaras instaladas, también dio el sistema a los chicos para que pudieran ver diferentes partes de la casa mientras no estaba.

En silencio salió del lugar y comenzó a caminar, Minjae la iba a esperar en la esquina para no llamar la atención, él había salido primero a comprar un poco de dulces para el camino.

- ¡Vanessa! - exclamaron, justo allí, con una camiseta blanca, gorra, lentes de sol y jeans negros, estaba Minjae, algunas damas pasaban a su lado y se quedaban mirándolo más de la cuenta, el muy maldito les sonreía con coquetería.

- te gusta llamar la atención, ¿no? - mencionó la chica.

- sé que soy guapo - murmuró - ¿por qué no aceptarlo y usar ese don?

- calla mierda, que don ni que ocho cuartos - le dio un golpe fuerte en el brazo y luego comenzó a caminar - conozco un lugar donde venden cosas baratas, me recomendaron este lugar, ¿vamos?

- claro que no, tenemos plata "prima", podemos ir a cualquier lugar - Minjae extendió su brazo para que ella lo cogiera - te llevaré a los mejores lugares de Seúl, ¿bien?

- está bien, pero luego no te quejes -

Minjae estaba bastante equivocado cuando decidió salir con ella, pensó que iba a ser más rápido comprar con Vanessa, siempre era práctica, pero se equivocó por completo. La chica había peleado con cada vendedor por los precios elevados, objetando con el IGV, la gasolina e incluso la corrupción, no tenían nada que ver con lo caro de los productos, veía vestidos y decía que no a ninguno, luego, se quejaba de nuevo por la tela y el precio, a ese punto no encontrarían nada con lo que ir a esa estúpida fiesta.

- oye, escoge uno mierda, deja de quejarte - Minjae le pellizco el brazo.

- que no, te vas a dejar de engañar por estos, ¡no pagaré ni un centavo más! - exclamó saliendo de la última tienda.

- ¡vamos Vanessa, hemos estado así por tres horas y aún no te decides, por la...! - que

- Minjae - Vanessa se frotó la cara - te advertí que fuéramos al lugar que te dije -

Exasperado, asintió.

- bien, bien, vamos a tu lugar vulgar, por lo que necesitamos, carajo, como eres de pesada - molestó caminó hasta la parada de buses y se sentó esperando a Vanessa, quien tenía una sonrisa en su cara por haber ganado la pelea con el chico - como te gusta ganar ¿no?

- por supuesto - sonriente, se pone a su lado y sonríe cuando ve algunos buses a lo lejos.

- después vamos a comer a ese restaurante cerca a los edificios - mencionó revisando su celular y mostrándole la foto, un lugar bonito y caro.

- wua señor exclusivo, que tanto afán por comer comida de ricos - se burló Vanessa - vamos a un café, quiero ramen.

- qué marginal eres - murmuró Minjae mientras se levantaba y sacaba su pase de bus - vamos, tú guías.

Vanessa rio y subió al bus. Se pasearon por toda la zona hasta que Vanessa bajo y se detuvo en una tienda, Daniel le dijo que vendían vestidos de hecho a mano por estudiantes de diseño de moda con recursos insuficientes.

- ¡espera, no corras! - Minjae la siguió bajando del bus y corrió tras ella cuando entró a esa tienda de mala muerte, abrió la puerta y vio a Vanessa reír mientras saludaba a un joven - santo dios.

- ¡Dawon! - exclamó Vanessa viendo a una colegiala con uniforme de alguna escuela cercana, era delgaducha y tenía un montón de hilos en la ropa - ahh, qué linda estás hoy.

- unnie, tú también estás tan bonita - sonrió mientras se abrazaba a la chica - ¿viniste a ver los vestidos y trajes?

- por supuesto, traje al imbécil del que te conté - le susurró señalando a Minjae, quien veía todo el lugar con cara asustada.

- oh, es bastante guapo - murmuró Dawon con una sonrisa en sus labios.

- entonces, qué vestidos tienes -

Dawon le sonrió y llamó a los dueños de la tienda.

- ¡tenemos muchos...! -

Minjae suspiró cuando la vio caminar de un lado a otro mientras varios chicos traían ropa de manera emocionada, todos eran estudiantes, solo el dueño era un señor repleto de tatuajes que se vestían quizás mejor que él.

- al chico en la puerta también, que combine con mi ropa, chicos - pidió sonriendo a Minjae de manera maligna.

- ¡por dios, qué chico tan guapo! - gritaron los jóvenes acercándose y midiendo los hombres de un Minjae nervioso - ¿de qué color será el vestido y el traje que desean?, ¿verde agua? ¿Negro?

- no hemos pensado aún - murmuró Minjae con curiosidad - porque alguien se dedicó a pelear con cada vendedor.

Vanessa arrugó su frente mientras Dawon la arrastraba por detrás de la tienda y le empezaba a mostrar los vestidos.

- mira, tenemos bonitas cosas ahora, últimamente los chicos y yo empezamos a recoger tela reciclada e hicimos bonitas cosas, espero que te guste y te animes a ver algunos, mis manos están llenas de agujeros de aguja - comentó la chica mostrando un vestido de color azul noche.

Vanessa le sonrió mientras veía todos los vestidos, tocó la tela suave y el olor a costurera invadió sus fosas nasales, cuando Daniel le dijo de Dawon, creía que era mentira, se había hecho amiga de la niña de quimioterapia cuando estuvieron en el hospital, esta niña tenía una hermana mayor, Dawon, comenzaron a hablar y se hicieron amigos, la chica era una emprendedora tan joven.

- ¡o tal vez el color rosa palo, es la moda Vanessa! -

- rosa no, odio el rosa - murmuró mientras hacía una mueca graciosa, Dawon sonrió.

Vanessa caminó entre los vestidos, sorprendida por Dawon, era talentosa, pero, nadie veía su talento.

- oh - se detuvo, entre los vestidos, vio uno en un maniquí, tenía diferentes agujas pegando los retazos, pero, lo que le sorprendió fue el hermoso color - Dawon, que maravilla es esta.

Dawon se acercó y cubrió su boca.

- oh dios, ese era un proyecto, aún no está terminado, pero... -

- Dawon, si te doy diez mil dólares para ti, y diez mil a la tienda, ¿puedes hacer que este vestido esté para mañana en la noche? - Vanessa sacó su tarjeta.

La adolescente casi se cae de cara.

- ¿en serio? - preguntó sorprendida - es...

- cien mil entonces, cada uno - Vanessa tenía suficiente ahora.

- ¡dios, Vanessa, está bien! - Dawon sonrió emocionada y corrió por sus amigos - ¡chicos, el traje del joven tiene que ser del color del vestido que estoy haciendo, necesito ayuda atrás!

Vanessa vio cómo todos los demás chicos se acercaban a cuchichear, luego de segundos, todos exclamaron.

- ¿elegiste un vestido? - preguntó Minjae confundido - ¿cuánto pagaste?

- 100 de los grandes - mencionó.

- ¿tanto? -

- oye, tú eras el que quería gastar dinero, ahora, gastas y apoyas a estos chicos - Vanessa le palmeó el hombro y se sentó en uno de los taburetes de la pequeña tienda - ¿quién quiere comer pollo grito chicos! -

- ¡yo! -

- ¡a mí me gusta el pollo frito! -

Minjae se sentó a la par de Vanessa y se recargó.

- te agradan los niños - murmuró.

- estos sí, esa niña es maravillosa, será una gran diseñadora de modas muy pronto - murmuró - así es como los niños deben vivir su adolescencia, disfrutando de las cosas que le gustan.

Ella no pudo hacerlo, a la edad de Dawon le hicieron una operación para meter dentro de su estómago paquetes de pequeñas drogas.

- a la edad de esa niña estaba ganando un premio por construir casas para perritos abandonados - resopló Minjae - mis padres me dijeron que lo haga, a esa edad no era bueno siendo amable.

- al menos no te pusieron drogas en el estómago - se burló Vanessa escribiendo por celular y marcando un delivery para que les enviaran pollo.

- ah, tú me ganas en vidas dolorosas - Minjae se desparramó por el sillón y se dejó su teléfono a un lado - gracias a ti, Sobong noona renunció.

Vanessa pidió el pollo y ahora se notaba más concentrada.

- cuenta -

- no me dijo nada, pero, mencionó algo sobre su jefe corrupto - susurró.

Vanessa sonrió, resulta que Beatrice encontró algo sobre ese calvo que era tan sucio como el baño que tenían en su anterior casa.

- jajaja, que bueno que se haya ido, ella es mucho - murmuró lo último.

Minjae a veces no sabía que era lo que pensaba Vanessa, era tormentoso.

- que color es lo que usaremos - preguntó mientras se acostaba con sueño.

Vanessa sonrió.

- rojo -

- rojo -

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GRACIAS POR LEER

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𝑮𝒖𝒂𝒓𝒅𝒂𝒆𝒔𝒑𝒂𝒍𝒅𝒂𝒔 |𝑩𝒂𝒏𝒈𝒕𝒂𝒏 𝑷𝒐𝒍𝒊𝒂𝒎𝒐𝒓| +𝟐𝟏 ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora