Mucho por enseñar, mucho por aprender.

Descubrimiento

Hijo, he realizado que el amor es una cosa básica, que está inmersa en los detalles más pequeños y nos saca sonrisas con demostraciones extraordinarias, que es tan pequeño como para caber en nuestro cuerpo y en la capacidad de nuestro raciocinio y tan grande como para detener aviones o iniciar genocidios... dije que era básico no simple. 

He visto a la pareja más hermosa que un ser humano pudiera contemplar, ambos eran ciegos, ni siquiera puedo imaginar como se encontraron, sin sonreír, quiero pensar románticamente y llegar a la conclusión de que se chocaron siguiendo uno de esos caminos que les indican por donde andar, que se pidieron disculpas por ser torpes y se contaron al uno al otro que no podían ver, entonces rieron... porque sabían que no tenían porqué disculparse, ninguno tenía la culpa, era sólo el momento indicado, un mal día como lo son todos, y una persona sin rostro que tampoco podía juzgarte pues lo máximo que podría llevarse de ti sería tu olor. Y no sé ni cómo, ni donde pero en algún momento entre los dos surgió la empatía, porque es el inicio del amor, y no se refiere a tener algo en común, va mucho más allá de eso, sino a reconocer al otro, a posar tu atención y verlo desde tu perspectiva "¿Qué tan parecidos somos?" "¿Cómo será su vida?" "Tiene tal cualidad que me gusta... que me hace falta, o que es tan parecida a este hábito mío", es ahí cuando te interesas, y dicen que las pupilas se dilatan pues te alcanzado el flechazo, mi teoría es que se agrandan porque realmente empiezas a verlo, quieres alcanzar niveles inhumanos y entender que se siente estar bajo su piel, quieres protegerlo, o verlo reír, saber que otro sabor tiene en su boca el chocolate, y que piensa cuando su mirada se pierde en la inmensidad de un paisaje natural, repentinamente y antes de que lo declares ya quieres tocarle, que la experiencia no sea sólo visual sino saber cuando tiene frío para calor poder proporcionarle, reconocer cual es la textura de su piel, y cual es ese olor completamente humano que su cuerpo despide los domingos cuando no se baña. Eso es el amor hijo, las flores, los colores, las nubes rosas, el sabor dulce que obtiene el vino, y toda la espuma de una tina son cosas con las que adornamos todo eso que sentimos, y por más cursi y anticuado que pueda parecer, ningún hombre ni mujer, puede vivir sin amar.