SINOPSIS:
Con nuevos poderes, Sarah regresa a Beacon Hills para continuar con su vida ahora como la Consejera en la manada de Scott McCall.
El deber de proteger a la manada, aconsejarla y guiarla es ahora el principal motivo para la adolescente. No...
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LA MANADA TENÍA UN nuevo problema: Malia Tate, y por consiguiente, también un nuevo plan.
En ese instante, Scott, Stiles, Isaac y Sarah se encontraban reunidos en la clínica veterinaria con una peculiar urgencia puesta en sus miradas, distintiva de cada ocasión en la que surgía algún evento en Beacon Hills.
Hacía menos de una hora la escuela había sido el escenario de un ataque animal hacia una estudiante.
Sí, un ataque animal.
Era casi irónico mencionarlo, considerando que Beacon Hills era la ciudad número uno en ataques por animales y, al mismo tiempo, ningún animal antes había sido realmente el responsable de ello.
Pero esta vez sí, o al menos eso veía la policía.
Resulta que un coyote ―alias Malia Tate― había ingresado en la escuela en busca de un particular objeto que Stiles se había robado del auto. Y por culpa de eso, ahora Kira Yukimura ―la casi víctima del ataque― reconsideraría eternamente el andar sola por los pasillos de la escuela. Y si no, pues Scott estaría de nuevo allí con su heroica entrada.
Mientras la escuela se atiborraba de policías, el grupo de chicos se reunía en la espera de un plan efectivo que los ayudase a salvar a Malia de ser cazada como un simple animal.
De pronto, Deaton entró en la habitación cargando unos frascos que dejó sobre la mesa.
―Xilacina. Es un sedante para caballos. Para una mujer coyote, debería funcionar en segundos. Sólo tengo tres frascos, así que más vale que quien dispare tenga un buen tino.
―Allison tiene un tino perfecto ―afirmó Scott.
―O ella solía poseerlo ―rebatió Isaac, cruzado de brazos y con su palpable negativismo.
Instantáneamente, Sarah suspiró, cabizbaja.
«No de nuevo, por favor. Y pensar que dijo que cooperaría con todos nuestros planes. Yo creí que cooperar venía de la mano con cerrar la boca para los malos comentarios, y dejarnos hacer aunque sea el intento».
