ENFRENTAMIENTOS

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Al despertarme por la mañana, mis pensamientos estaban más revueltos que la noche anterior, pues había tenido un par de sueños inquietantes. Sin embargo, decidí que tenía que tranquilizarme y dejar que las cosas se dieran. Además solo me quedaba un día en la cabaña, y quería disfrutarlo. Mañana por la tarde tendría que partir a mi casa.

Me aliste y baje a ver en que ayudaba a Ana, pues el olor me decía que estaba cocinando algo delicioso. Al bajar por las escaleras, la sala era lo primero que se vista y hay estaba Erick y Caleb viendo algún partido de futbol americano. Los dos despegaron la vista de la televisión para saludarme, y de inmediato volvieron a mirar la televisión.

En la cocina, Sofia estaba ayudándole a Ana con el desayuno y de inmediato me puse al día. Un par de minutos después Sam entro a la cocina bostezando ruidosamente.

-Buenos días familia.- de inmediato fue a besar a Sofia, para después lavarse las manos.- ¿En qué ayudo?

Con la ayuda de los cuatro el desayuno estuvo en un santiamén. Después de que Erick y Caleb acomodaran la mesa, todos nos sentamos alrededor de la mesa. Max aun no aparecía por ningún lado. Todos parecían estar cómodos pensando que lo más probable era que estuviera haciendo algo del trabajo, sin embargo yo no estaba tan segura.

-Estuvo delicioso querida, gracias.- dijo Erick sobándose el estómago. Todos estuvimos de acuerdo con él.

La sobremesa estuvo plagada de tontos recuerdos, que me sentí en un momento en el pasado. Era feliz, y Caleb parecía encantado con cada historia de mi adolescencia que preguntaba cada detalle, mientras yo me moría de pena.

De repente mi celular sonó por un mensaje que había recibido. De inmediato lo saque del bolsillo de mi pantalón, para poder leer el mensaje.

"Sal de la casa. Estoy esperando afuera."

El mensaje de Max era claro, pero yo no quería que él pensara que yo haría todo lo que él decía a la hora que lo quería. No era su sapo, pues no saltaría cada que él me dijera. Además, que escusa podría poner para salir de inmediato de la cabaña. Otro mensaje me saco de mis cavilaciones.

"!!Ahora¡¡. No estoy jugando."

El tipo se había vuelto un lunático. En cuanto levante la mirada observé que Caleb me miraba, esta vez estaba sentado frente a mí, yo solo sonreí. De repente mi celular volvió a sonar.

"Tienes solo dos minutos para salir, o sino entrare por ti. NO es broma, ok."

En verdad me estaba sacando de mis casillas. No se suponía que me daría mi espacio y me dejaría pensar, ¿ahora que había sucedido para que se pusiera así? De inmediato puse mi celular en modo de vibración, así que el siguiente mensaje, solo hizo que el celular vibrara entre mis manos.

"Te queda solo un minuto, cincuenta y nueve segundos, cincuenta y ocho, cincuenta y siete..."

Me levante de inmediato y decidí que lo enfrentaría pero a mi manera. Me levante de mi lugar y me excuse diciendo que necesitaba hacer un par de cosas antes de irme del pueblo, así que iría para allá. Caleb intento acompañarme, pero yo le dije que necesitaba hacer esto sola. Sam solo me ofreció las llaves de carro y yo no me hice del rogar. Mi celular volvió a vibrar en mi mano, comprobé el mensaje.

"El tiempo se terminó"

Me disculpe y salí de la cabaña. Me encontré a Max en la puerta, tenía una cara que reflejaba que en verdad estaba molesto, no me importo, ya éramos dos. Sin embargo sus facciones cambiaron cuando me seguí de largo. Me subí al carro de Sam y le mande un mensaje a Max:

"Lo haremos a mi manera. Sígueme."

Observe como Max sacaba el celular del bolsillo derecho de su pantalón y leía el mensaje. Maldijo por lo bajo y camino al auto, pero yo lo arranque antes de que se acercara. Me di la vuelta y salí a la carretera, vi por el retrovisor que un auto me seguía de cerca, de inmediato supe que sería Max.

Al llegar a un pequeño prado, me salí de la carretera y estacione el auto, salí de él inmediatamente. De un momento a otro Max hizo lo mismo y en un instante quedamos frente a frente, solo separados por un par de metros.

-¿Qué diablos pasa contigo?- dijo intentando contenerse, pues en verdad estaba molesto.

-Lo mismo te podría preguntar. ¿Cómo es posible que quisieras hacer esto a fuera de la cabaña de tus padres?- coloque mis manos en la cintura.

-Estoy cansado de eso.- cuando vio mi cara de confusión, agrego.- Estoy cansada de escondernos. ¿No crees que ya sea hora de que solo salga a la luz? Antes de que pongas como escusa a Sam, recuerda que él se estará casando en un mes, así que él lo superara.

-Me pides demasiado, pues tengo tanto en la cabeza ahora. ¿No se suponía que me darías tiempo de pensar? No creí que me lo estuvieras midiendo con cronometro.

-No seas absurda. Las cosas cambiaron cuando me topé con una noticia esta mañana- mis manos empezaron a temblar, así que me cruce de brazos, esperando que no se diera cuenta. - ¿Por qué no me lo había dicho?

-No sé de lo que hablas.- intente ocultar el nerviosismo en mi voz, sin embargo, al final fracase, pues sabía perfectamente de lo que hablaba.

-¡Sabes perfectamente de lo que hablo!. Deja ya de ocultarlo.- empezó a gritar, y eso me puso los nervios de punta.- ¡créeme, no soy idiota!

-Lo lamento.- fue todo lo que fui capaz de decir, pues las palabras quedaban trabadas en el nudo de mi garganta.

-Solo explícamelo, antes de que empiece a perder la paciencia. – En este punto se empezó a tocar una y otra vez el cabello, eso definitivamente no era una buena señal- ¿Por qué no me habías dicho que tenía una hija?- durante tres años espere este momento, y al final había llegado.

Sentimientos bajo el aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora