Shades.

Capitulo 2.-

Abro los ojos, bruscamente me incorporo. Mala idea. Comienzo a marearme. Las manos me tiemblan y gotas de sudor frío caen por mi frente. "Solo era una pesadilla" me digo a mi misma. "Solo una pesadilla". Echo un vistazo a mi alrededor. Vale, solo era una pesadilla. Intento tranquilizarme, me cuesta pero lo consigo. Sam todavía sigue dormida. ¿Qué hora es? Miro el despertador pero veo los números borrosos. Fuerzo la vista y consigo ver la hora. ¿Solo son las 7? Es demasiado temprano pero ya estoy acostumbrada a madrugar. Sigilosamente salgo de la cama. Entro al baño de mi habitación. La tenue luz de la bombilla hace que mi piel parezca amarilla. Aún estoy ardiendo a causa del mal sueño. He dejado de temblar, eso es una buena señal. Abro el grifo y lleno mis manos de agua. Me mojo la cara .Las pesadillas son parte de mí. Todas las noches tengo varias, unas más fuertes que otras. Una se acaba acostumbrando. Salgo de mi cuarto casi sin respirar. Sam  lleva fatal lo de madrugar y se enfadaría muchísimo si la despertara. No tengo ganas de discutir asique hago todo lo posible por no hacer ruido. Cuando cierro la puerta suelto un suspiro. Bajo las escaleras de puntillas. El suelo frío roza mis pies. Voy a la cocina. Abro la nevera y saco un brik de zumo. Lo dejo en la mesa. Cojo mi taza preferida y me sirvo el zumo en ella. Un ruido proveniente de la calle me despista. Me acerco a la ventana para ver lo que ocurre. Ah, solo es Logan. Umm, que guapo es.

Ayer no me debí fijar bien en él. Camina hacía la moto que está aparcada delante de su casa. Suelto una risita cuando se tropieza con algo que desde aquí  no consigo ver lo que es. Una piedra a lo mejor. Logan se gira hacía mí y me sonríe. Oh no. Me ha oído. Me ruborizo e intento ocultarme la cara con la taza  mientras le doy un trago al zumo. Oh no. ¿Por qué se acerca?

-¡Buenos días preciosa!-

¿Por qué me llama preciosa? Y ¿Por qué grita tanto? Madre mía, que sonrisa. El rubor vuelve a mis mejillas.

-Hola Logan-

Intento disimular dándole otro trago al zumo. ¿Por qué no para de mirarme? Odio que me miren.

-No sabía que eras tan madrugadora- dice en el mismo tono de antes.

Por dios ,claro que no lo sabías. Hace dos días no vivía aquí y por favor deja de gritar. Mi subconsciente me mira con desaprobación "No seas tan borde con el pobre chico, solo está siendo amable" Ay, esa sonrisa. ¿Por qué sonrió yo también? Por un momento me quedo mirando la que parece ser su moto. Él se da cuenta.

-¿Te gusta?- pregunta bastante intrigado

Asiento y le devuelvo la sonrisa.

-Un día podríamos dar una vuelta-

-Vale- acepto.

La mirada se me va al piercing que tiene en el labio inferior. Madre mía. No me fijé bien en él. Se pasa la lengua por el labio inferior. Segundos que se me hacen eternos. ¿Lo está haciendo aposta? Levanto la vista hacía el y me está observando. Vuelvo a dar un trago al zumo. Sus ojos grises siguen mis movimientos. Oh no. El rubor vuelve .Y ¿Si te quito esa camiseta negra? Enma, para. Sacudo la cabeza para librarme de estos pensamientos tan atrevidos. Doy gracias a que nos separa una ventana, aunque esté abierta. Oigo abrirse la puerta de la cocina detrás de mí. Suspiro.

-¡Logan!-

Sam me aparta de la ventana y se acerca a él. Gracias Sam. Aprovecho la oportunidad que me ha dado Sam para huir de allí. Si hubiera pasado más tiempo mirando esos labios no sé qué habría ocurrido. Sonrío y me ruborizo al imaginármelo. Antes de salir de la cocina echo un vistazo a la ventana. Logan me mira y me guiña un ojo sin que Sam se dé cuenta. Le dedico una pequeña sonrisa y me voy de allí. El reloj del salón marca las 9:30.Qué rápido se pasa el tiempo .Sigo con mi taza medio llena de zumo dando vueltas por la casa. Dejo de escuchar los gritos de Sam y al cabo de unos segundos oigo a lo lejos el motor de una moto. Ya se ha ido.