Capitulo 11.-

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El miedo me paraliza. Tanta gente mirándome me incomoda. Ethan se acerca poco a poco a mí. Esto se me está haciendo eterno. Quiero gritar pero eso sería peor para mí.

-Ethan…- susurro cuando me aprisiona contra la pared.

-¿Qué?- dice en el mismo tono que yo.  

Intento relajarme y controlar mi ritmo cardiaco para que no se percate de mis nervios. Por alguna extraña razón creo que esto funciona. Ethan cierra los ojos y apoya su frente contra la mía. Eso es. ¿Lo estoy consiguiendo? Libero una de mis manos y le acaricio dulcemente la mejilla.

-No quieres hacer esto-  

Una chispa se enciende dentro de él. Se separa de mí y me da un bofetón tan fuerte que caigo al suelo.

-Tú no sabes nada-

Sigo aturdida por el golpe. Joder. Me tenía que haber callado. Ethan se arrodilla enfrente de mí. Me coge del pelo para enderezarme la cara. La mejilla me palpita por culpa del dolor. Siento como me arde. Ethan me mira a los ojos. No expresa ningún tipo de sentimiento.

-No eres nada. Nunca lo has sido.-

Lleva algo en la mano pero no sé qué es. No quiero ni imaginar lo que quiere hacerme con eso.

-Ya podéis.- dice secamente. – Esto no te va a doler nena-

Me clava el objeto en la pierna, no puedo evitar gritar. No puedo moverme. Antes de que mis ojos se cierren veo como Ethan se marcha. Mantengo una lucha interna por volver a despertar. Sea lo que sea lo que me ha inyectado no puedo caer en sus efectos.

No soy capaz de moverme ni de abrir los ojos. Solo oigo voces de fondo. Ruidos. Algo me presiona las muñecas y los tobillos. ¿Estoy atada? Mi mente me abandona de nuevo.

Los efectos se están pasando. Consigo abrir los ojos pero permanezco inmóvil. Algo o más bien alguien me presiona el cuerpo entero. La habitación está vacía. Me cuesta respirar. Uno de los matones que trajo Ethan está sobre mí desnudo. Grito y me pega.

-Calla joder- gruñe.

Me vuelve a pegar. Esta vez el golpe es tan fuerte que vuelvo a quedarme inconsciente.

Una fría corriente de aire me recorre todo el cuerpo. Ya he recuperado la movilidad. Ojala haya sido todo una mala pesadilla. Veo borroso pero lo suficiente. La habitación ya no está vacía. Todo ha sido un sueño. Suspiro. No,no ha sido un sueño. Estoy desnuda. Me miro las manos y tengo las marcas de una cuerda. Me duele. En los tobillos tengo las mismas marcas. Me resulta imposible moverme a causa del dolor. Consigo levantarme. Me coloco frente al espejo. Tengo heridas y moratones por todo el cuerpo. Caigo al suelo y desesperadamente comienzo a llorar. Esto no puede ser verdad. ¿Por qué a mí? ¿Por qué me ha hecho esto? No sé de donde saco la fuerza pero me levanto. Temblando me acerco al armario y me visto con lo primero que pillo. No puedo parar de gritar. Le odio. Me odio. Doy un puñetazo al espejo y este se rompe. La mano me empieza a sangrar pero no le doy importancia. 

 ***

El reloj marca las 8 decido que mi jornada laboral ya ha terminado. Me despido de mis compañeros con una sonrisa fingida. Nadie sabe lo que pasa. ¿Sería buena idea entrar al baño?

¿Quiero ver  la imagen de una mujer demacrada reflejada en los millones de espejos que lo forman? Sin darme cuenta ya estoy dentro. Veo a una chica demasiado delgada, vestida con una camisa blanca y una falda de tubo negra. El pelo me cae por ambos lados de la cara. Dos círculos negros rodean mis ojos, los efectos de no dormir en días se empiezan a manifestar en mi cuerpo.¿Debería asustarme de verme así? Suspiro y salgo del baño, la sonrisa ya se me ha borrado y me resulta imposible volver a fingirla. Salgo del gran edificio y con la mirada busco mi coche. Me acuerdo, esta mañana vine andando. Mi cuerpo me maldice por esa estúpida idea que tuve. Comienzo a andar mirando al suelo,no tengo fuerzas ni para observar lo que pasa a mi alrededor.Como el hombre del tiempo predijo y mi compañera Elsa también comienza a llover. Sentir las gotas de agua caer en mi piel me provoca una sensación relajante,de frío y calor.Mi subconsciente juega en mi contra. Yo quiero que se calle pero finalmente me rindo y la dejo hablar. ¿Por qué lo hiciste? Me repite una y otra vez. Me paro en seco. Las piernas comienzan a temblarme,no creo que me mantenga mucho en pie. Las náuseas y los mareos se apoderan de mí.”¿Por qué lo hiciste?” vuelve a repetir mi subconsciente. Levanto la mirada. La realidad que me rodea da vueltas y siento que todo el mundo me mira. No paro de escuchar en mi cabeza ese “¿Por qué lo hiciste?”. Fijo la vista al frente,me queda poco para llegar a mi casa asique, no sé como, comienzo a correr. El aire y el agua impactan en mi cuerpo cada vez con más fuerza, pero impido que eso me detenga. Por fin. Busco torpemente las llaves de casa en el bolso. Al cabo de los segundos las encuentro, me cuesta acertar en la cerradura por los nervios.Entro en casa, cierro la puerta detrás de mí y me dejo caer. Mi espalda roza la puerta hasta que mi culo toca el suelo frío. ¿Por qué hace tanto frío si es verano?¿Soy yo?Respiro profundamente, me duele todo el cuerpo pero consigo levantarme. Subo las escaleras y entro en mi cuarto. Evito el espejo. Me quito los tacones. Dejo que la falda, que hace una semana me quedaba perfecta, se deslice por mis piernas sin bajar la cremallera a causa de mi repentina delgadez. Me desabrocho la camisa y la dejo caer,al igual que la falda,al suelo. Abro los cajones del armario y busco algo cómodo.Un pantalón de chándal y una camiseta ancha.Rebusco por el suelo de mi cuarto las zapatillas. Cuando consigo ponérmelas bajo las escaleras dando tumbos y teniendo mucho cuidado de no caerme. Cojo el bolso,que está tirado en la puerta de la entrada, y me dirijo a la cocina. Allí lo abro y pongo todo lo que hay dentro en la mesa. Cojo las llaves tanto de casa como del coche,la cartera y el móvil.Salgo escopetada hacia el garaje y me meto en el coche. La puerta del garaje se abre lentamente,desquiciando mi paciencia.enciendo el motor y salgo de mi casa dirección,no lo sé. Conduzco varios kilómetros hasta que anochece,paro en un pequeño hotel de carretera. Me alegra saber que hay una cafetería,no puede ser bueno estar tanto tiempo sin comer ni descansar. Aparco el coche y salgo. Entro a la recepción del hotel y una muchacha rubia,mas o menos de mi edad, me sonríe.

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⏰ Última actualización: Sep 05, 2014 ⏰

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