Capitulo 7.-

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Me alejo de Logan. Fuera, en el pasillo, alguien grita mi nombre. Me ajusto el vestido y con la mano le tapo la boca a Logan. Tenía intenciones de hablar y menos mal que he sido rápida. Reconozco la voz. Es Ethan.  

-Mierda.- susurro.

Logan me mira.                No tengo la menor idea de lo que pasa por su cabeza. Cuando dejo de escuchar mi nombre me relajo. Le destapo la boca a Logan.

-Ni se te ocurra seguirme- susurro.

De nada sirve mi advertencia. En cuanto pongo un pie en el pasillo él ya está detrás de mí. Le fulmino con la mirada. Niego con la cabeza y le empujo de nuevo a la habitación.

-¿Qué haces?- dice en el mismo tono que yo.

No le hago caso. Sus ojos grises apartan su atención de mí y se centran en otra cosa. Me giro y descubro que la “otra cosa” es Ethan. El pánico me recorre todo el cuerpo. Mierda.

-Puedo explicarlo- digo antes de dejarle hablar.

-¿Explicar qué?- Ethan me mira confuso.

¿Está tan borracho que ni siquiera se entera?

-Nada- digo

Le cojo de la mano y me le llevo escaleras a bajo.

-Hey nena, no vayas tan rápido- me pide.

Al pie de las escaleras le situó enfrente de mí. Le coloco la corbata y le revuelvo un poco el pelo. Dios,no se puede mantener en pie el solo. Echo un vistazo a la gente pero no encuentro a Sam. “En la piscina” pienso.

-¡Anda! Si estáis aquí. ¿Qué tal la noche pareja?- Logan le da un codazo a Ethan.

Él se ríe pero estoy segura de que no se ha enterado de nada. Hace cinco minutos estaba con este chico en la habitación. Le miro de arriba a abajo. Y ya me estoy arrepintiendo.

-Te la robo un momento-

Antes de poder reaccionar Logan me arrastra hacia la gente. En esta zona de la casa la música suena más alta. Hay luces de colores. Por toda la gente que hay juraría que es la pista de baile. No nos quedamos aquí. Cruzamos el salón. Logan se para a saludar a un grupo de chicos. Todos me miran de arriba a abajo y sonríen. Es asqueroso. Uno de ellos va a tocarme pero Logan lo para.

-Ni se te ocurra- gruñe.

-Vale vale- ríe.

Una chica completamente borracha pasa entre nosotros. Su atención ahora se centra en ella. Pobre chica ,a saber que la harán.

-Sois repugnantes- digo con asco.

Todos me miran pero ninguno me ha escuchado. Logan parece que sí porque en seguida tira de mí.

-Suéltame- le ordeno

-¿O si no que?- dice burlón.

Se pone enfrente de mí. Me coge de la cara. Está a punto de besarme pero se lo impido. Sonríe al darse cuenta de que estoy mirando su piercing. Eso labios. “¡Enma! ¡No!” Mi subconsciente me grita y reacciono. Nunca más me repito.

-No- digo apartándole de mí.

-¡Acabamos de…!-

Le callo antes de que termine la frase.

-Lo sé- susurro

-¡Enma!- Sam aparece en el momento más oportuno. Suspiro. –Vamos-

Me coge de la mano y me lleva a la parte posterior de la casa. Wow. La piscina es enorme. Hay muchas mesas y sillas de mimbre.  La gente rodea una mesa con más alcohol. Sam me ofrece una copa pero la rechazo. Nos sentamos en unas sillas una enfrente de la otra. En la mesa hay comida. Lo agradezco. Estoy hambrienta. Es la primera vez que me siento durante horas. Me deshago de los tacones. Sam me mira impresionada. ¿Por qué? A los segundos me doy cuenta de que no es a mí. Un chico de mi edad se sienta a mi lado. Moreno, de ojos verdes,alto y bastante guapo. Sam no para de mirarle y beber  de su copa. Niego con la cabeza.

-Dallas- me extiende la mano y yo se la estrecho.

-Enma-

Me sorprende no haberle visto hasta este momento y que no esté borracho.

Logan nos ha encontrado y se sienta al lado de Sam. Dalas me cuenta cosas de él y de su familia. Es raro ponerse hablar de cosas así con alguien en una fiesta pero ahora mismo agradezco muchísimo poder hablar con alguien. Dallas toca la guitarra.

-Estoy deseando oírte tocar- digo entusiasmada.

Logan tose de una forma un tanto extraña. Me doy cuenta que lo hace para llamar mi atención. No le hago caso. Sigo embelesada en mi conversación con Dallas. De repente empiezo a tener mucho calor. El efecto del poco alcohol que he consumido ya se ha pasado por completo. Logan me mira durante prácticamente toda la conversación. Una sonrisa pícara se le dibuja en la cara cuando una de las mil personas grita “Guerra de agua”

Casi sin darme cuenta Logan me coge en volandas. Golpeo su espalda con mis puños.

-¡Bájame!- grito histérica.

Escucho una gran carcajada. Logan me baja pero no me separa de su cuerpo. Me da un rápido beso en la comisura de los labios y nos empuja a los dos a la piscina. A los pocos segundos subo a la superficie y me encuentro a decenas de personas aplaudiendo, otras grabando y otras simplemente tiradas en el suelo inconscientes. Me acerco nadando al bordillo de la piscina intentando ocultar mi cara por la vergüenza. Dallas se acerca y me tiende la mano,yo se la cojo y con un movimiento hábil me saca de la piscina. Siento que todo el mundo se ríe de mí.

Logan sigue dentro de la piscina.

-Esta me la pagas Moore- Los gritos ocultan mi voz pero él me ha entendido. Suficiente.

Salgo corriendo de allí. Paso entre la gente borracha intentando ocultarme. Ya estoy fuera. Estoy empapada. Menos mal que el vestido es negro y no se transparenta nada. Mierda. Me he olvidado los tacones dentro. Da igual. Me voy sin ellos. Tampoco tengo las llaves del coche de Ethan asique me toca irme andando. Recuerdo el camino de vuelta a casa. Mis recuerdos están borrosos ya que no conozco la zona pero no pienso quedarme ni un segundo más aquí. Comienzo a andar por la carretera. Intento moverme hacia la luz de las farolas para no quedarme a oscuras. Aun así me da miedo andar por aquí sola y tan de noche. Escucho mi nombre. Me giro. Una figura corre hacia mí. Yo me quedo parada esperando a que llegue.

-Pensé que los querrías- Dallas me señala los tacones pero no me los da.

Me arropa con una toalla y comenzamos a andar. Intento ir callada todo el camino. La vergüenza es superior a mí.

-¿Dónde vives?- me pregunta dulcemente.

-No sé- respondo soltando una risita.

Ahora mismo estoy perdida. Recuerdo esta calle, creo que estamos cerca.

-Creo que es girando allí- le señalo el final de la calle.

-Vale- dice en el mismo tono que antes.

Seguimos andando y por fin llegamos a mi casa. No sé como pero lo hemos conseguido. Cuando estamos en el porche me da un abrazo y me tiende los zapatos. Los cojo.

-¿Te apetece entrar?-

Shades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora