Pure Sex [Joerick]

20

Joel estaba muy preocupado. Ya era muy tarde y Erick no llegaba.

Eran casi media noche. El rizado estaba en bóxer sentado en una esquina de la cama del pelinegro con el celular en la mano solo por si su niño llamaba.

Tenía que explicarle que nada era como él lo estaba interpretándolo.

Escuchó unos pasos y la puerta ser abierta, se puso de pie rápidamente al ver a Erick, ebrio.

- Erick...- logró decir antes de tomar al azabache para que no caía al suelo

- No me hables- el pelinegro alcanza a decir- vete... con ella- logra decir antes de que Joel lo ponga con cuidado en la cama

El rizado sonríe antes de empezar a quitarle los zapatos. Erick balbucea cosas mientras Joel lo deja casi desnudo de no ser por que lleva ropa interior.

Joel lo coloca mejor y lo cubre con las sábanas antes de darle un beso en la frente.

- descansa, mañana hablamos mejor de esto- le sonríe una vez más.

Joel suspira y se dirige a su cama y se acuesta. No le gusta que Erick haya tomado pero lo comprende, él haría lo mismo si se enterase algo malo de él.

No sabe cómo explicarle lo que en verdad pasó por que sabe que si le cuenta la verdad puede que las cosas no mejoren entre ellos.

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La mañana pareció muy silenciosa para Erick quien despertó con náuseas y con un dolor de cabeza insoportable.

Se quejó e intentó levantarse de la cama pero no pudo porque sintió un mareo horrible y aparte las ganas de vomitar eran candentes.

Corrió lo más rápido posible antes de dejar ir todo en el retrete. Sintió como su garganta ardía, se levantó y cepilló sus dientes.

- maldito el momento que decidí beber- se quejó al salir del baño.

La puerta se abrió dejando ver a Joel con una sonrisa y un plato con el desayuno.

- hola, buenos días, veo que ni la resaca te detiene- caminó hasta la cama y puso la bandeja allí- come, se va a enfriar

Erick miró el desayuno y negó. Caminó hasta el armario con la mirada de Joel por todo su cuerpo

- anoche... dijiste algo y quiero explicarlo- susurró con la cabeza baja

El pelinegro giró y asintió aunque el rizado no le estuviese viendo.

- No es lo que tú crees, no salí con nadie. Nadie de quien tú puedas estar celoso- caminó hasta Erick y tomó la mano de contrario- prométeme que no harás nada estupido

Erick bufó y soltó la mano de Joel antes de girarse otra vez al armario.

- tu padre me sitó y me amenazó en que si te decía algo te haría daño

Erick empuñó su mano y cerró los ojos. Le jodia tanto que su padre fuera de esa manera. Claro, porqué no lo supuso sabiendo la lacra que su padre podía ser.

- quiere me aleje de ti- susurró- si no lo hago matará a la única persona que tengo en el mundo- el rizado suspiró- mi hermana es la única persona de mi familia que tengo viva, Erick

Joel se sentó en la cama, Erick le miró de re ojo y pudo ver como una lágrima salía y rodaba por su mejilla. Admitía que no lo quería ver llorar, no quería que sufriera. No tenía opción.

- quiero que tu hermana esté bien, lo mejor será no seguir, por el bien de ella, claro, no quiero cargar con una muerte más- fue lo ultimo que dijo antes de salir de la habitación.

Su padre había ganado. Erick ya había dado su brazo a torcer pero prefería eso antes de que la hermana de su gran amor muriera.

No lo soportaría, ya mucha gente había pagado solo por verlo feliz aunque nunca lo había sido hasta que Joel llegó pero ya todo terminó.

Tal vez Joel había sido una sueño, uno muy bonito mientras duró. Lo disfrutó lo más que pudo.

Fue una bonita experiencia que nunca iba a olvidar. Nunca olvidaría el brillo en sus ojos ese día que le pidió ser su novio y la sonrisa estupida que puso al decir que sí.

Nunca olvidaría ese cuerpo de Dios griego. Ese que tuvo más de una vez. Disfrutó mucho al chico nuevo, el que llegó a poner su vida de cabeza. Aquel que no quiso salir de su habitación, Joel el amor de su vida.