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NARRA NADIA:

La puerta vuelve a abrirse, suspiro y muerdo mi labio con rabia.

Estás despierta-rie.

Callate-le miro mal.

Me da una fuerte bofetada que hace que gire mi cara hacia la derecha.

Vas a aprender a respertarme-dice serio.

Nunca-digo borde.

Mírala, si se hace la valiente-rie.

Le escupo, me agarra del pelo y me mira serio.

Te vas a enterar-dice serio.

Sueltame-suplico.

No-sonrie malvadamente.

Coge mi móvil, logra entrar en el y escribe algo, minutos después me lo enseña.

No, no, no, no-grito.

Si, si, si-rie.

¿Porque me haces esto?-le miro.

Porque si, entiende que nadie más te va a querer, mirate-me suelta.

Suspiro, le miro entre lágrimas.

Oh, bonita-rie-aunque llores no me darás lástima.

Déjame en paz-murmuro.

No quiero verte cerca de ese-dice agarrando mi cara con fuerza.

El es mucho mejor que tú-bufo.

Después de lo que le he enviado no creo que quiera verte-rie.

Suspiro, minutos después se marcha. Aprovecho para arrinconar me en una esquina, esconder mi cabeza entre mis piernas y llorar, llorar a mares. Se ha llevado mi móvil así que no puedo llamar a nadie. Horas después vuelve aparecer, trae un vestido en sus manos, me obliga a levantarme.

Póntelo, ¡Vamos!-me grita.

Suspiro, hago lo que me dice y me obliga a agarrar su mano.

¿Donde vamos?-suspiro.

Con mis padres, más te vale comportarte-dice serio.

Y, ¿Qué hago yo allí con ellos?-digo borde.

Vas a aparecer como mi novia, ya te he dicho que más te vale comportarte-me agarra del brazo.

Se me caen un par de lágrimas que el quita con rabia, me lleva hasta un gran restaurante y me obliga a sentarme junto a él, ojalá escapar de esta pesadilla.

NARRA NAU:

Camino nervioso por mi departamento, no es posible que ella haya podido decir eso, doy un fuerte puñetazo a la pared de la frustración y desesperación que tengo por dentro.

Hermano-me agarra-para.

No puedo-lloro.

La encontraremos-me abraza.

Suspiro, lloro a mares, la necesito conmigo, quizás lo de la leyenda sea cierta y ella acabe conmigo a pesar de todo pero, joder, no aguanto no tenerla cerca.

La están buscando-me mira-veras como pronto la tenemos aquí.

Si ese imbécil no la hubiera dejado sola ahora estaría aquí, a mi lado-digo frío.

Lo siento muchísimo-murmura.

Con un lo siento no vas ha hacer que ella vuelva-digo serio.

Se queda callado, el timbre suena un par de veces más, abro y no me puedo creer quién hay detrás de ella, Sonia, la chica que siempre quise.

Ey-me abraza-¿Qué tal estás?

Mal, muy mal-murmuro suspirando.

¿Por?-me mira preocupada.

Mi novia, se la han llevado y no se donde esta-me siento cabizbajo en el sofá.

Tranquilo, ya verás como la encuentran-se sienta mi lado.

Suspiro, paso mis manos por mi pelo hasta llegar a mi nuca y muerdo mi labio nervioso, la necesito conmigo y no con quién sabe quién.

Dulce Veneno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora