— Tu viniste hasta aqui, asi que supongo que quieres mi atención, te daré un poco de lo que buscas.
Ella intentaba safarse del agarre de aquel tipo, yo no podía dejarla sola y menos cuando alguien estaba lastimando a mi amiga.
Con pasos rápidos me acerqué y golpee a ese tipo
—Dejalo Nam!! Dejalo!!
No entiendia por que lo defendia pero fue tarde, el tipo estaba retorciendose en el suelo con la nariz ensangrentada, fueron los maestros los que me separaron de él y me llevaron a la dirección del colegio.
Debi entenderlo, en su reacción, ahi estaba ella decidiendo en si venir tras de mi o quedarse con ese tipo...
Me senté en la sala de espera afuera de la dirección del colegio, el director llamó a mis padres, seguro tendria otro castigo aparte de los tres dias de suspensión del colegio... aunque no me hubiera disgustado si solo mis padres hubieran entrado por esa puerta...
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«Pasajeros, se les informa que deben abrocharse los cinturones de seguridad, en unos minutos haremos el descenso al aeropuerto Internacional de Seoul»
La noche no se veia tan fria, las luces de la ciudad me daban la bienvenida, realmente pensé que no volvería...
Al llegar que deberia ser lo primero que haga antes de instalarme...
Tal vez sea necesario comprar flores... si, eso es... tulipanes rojos... tal como le gustaban a ella...
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Los dias no habian pasado tan lento como pensé, no habia muchas cosas que hacer más que leer libros pero disfruto hacer eso, instalarme en el departamento no habia sido tan difícil, despues de tantos rodeos decidí contratar mejor a un decorador de interiores que eligiera la decoración por mi, despues de responderle algunas preguntas a la decoradora, el departamento no quedó tan vacío y se sentia casi a mi estilo.
Vaciar mis maletas tampoco habia sido tan difícil, la ropa ni siquiera llenaba el gran armario... lo incomodo fue sacar esas fotos de mi maleta, no se por que aun las conservo, es complicado el recuerdo que me traen, felicidad combinada con dolor, melancolia tal vez, no las queria cerca pero tampoco podia deshacerme de esas tres fotos, asi que siempre terminaban en el fondo del cajón donde guardaba mis polos y camisas.
El armario a lado de la puerta del baño, hacia mas fácil que pudiera escoger la ropa después de salir de tomar una ducha, y al frente de esta la cama pegada a la pared y en medio una amplia ventana que podría dar suficiente luz sino fuera por las gruesas cortinas que pedí que pusieran.
Al salir de la habitación se encontraba la no tan pequeña sala con sillones grises que hacian juego con las paredes color marfil y la mesita de vidrio en el centro que la hacia lucir muy elegante, cruzando ésta, se encontraba la cocina que dudaba alguna vez usaría, ya que cocinar no es una de las cosas que se hacer, bueno por lo menos se usar la cafetera asi que por el momento es lo único que se ha preparado en esta cocina.
No me disgusta la comida de los restaurantes, se escoger entre los mejores y algunos lujosos pero tampoco es que todo el tiempo sea agradable comer solo y rodeado de tanta gente, es extraño aunque ser acompañado no es una de mis opciones, tampoco lo deseo.
Preparar las clases para impartirlas en la Universidad dónde trabajaría tampoco fue difícil tenia cierta experiencia, gracias al Professor Mattew, un extraño americano viviendo en Londres, con una insaciable adicción a los libros, que logró contagiarme, cuando me acogió como su pupilo, y sus extraños discursos filosóficos que lobraban sacudir mi mente, hasta al punto de convencerme de volver a Corea y enfrentar lo que fuera a lo que le tenga miedo aquí.
