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Cuando lograron apagar el incendio, la policía entró al lugar para localizar los cuerpos, obviamente sin vida, de la familia Samuels, Adam nunca se alejó de la casa, se quedó ahí, observando en silencio, Michael lo acompañaba tratando de ocultar su emoción, primero, por que se logró el objetivo que tenían, y segundo, que la persona que causó eso, fuera Adam.

Los médicos forenses sacaron tres camillas, y sobre de ellas, tres cuerpos cubiertos por bolsas negras, las lágrimas de Adam volvieron a aparecer.

—que lástima, se veían buenas personas—comentó un vecino antes de irse a su casa

—creo que es mejor irnos nosotros tambien—dijo Michael levantándose del pasto, Adam no respondió, así que Michael lo ayudo a levantarlo y a guiarlo nuevamente a la casa

Cuando entraron, Adam camino cómo sí su cuerpo se manejará sólo hacía su cuarto.

—déjalo, tiene que asimilar esto—dijo Mead antes de que Michael fuera tras de él

Al llegar a su cuarto, Adam cerró la puerta con seguro y se sentó recargado contra la puerta, y nuevamente comenzó a llorar, el dolor se mezcló con la ira de que no pudo hacer nada por salvarlos.

Apretó sus manos lo más que pudo y al mirar hacia enfrente, con su mano derecha lanzó la mesita de noche hacia la pared rompiendola por completo, y así siguió con cada cosa que había en la habitación, usando sus poderes para destruir todo lo que estuviera cerca de él, tratando de aliviar ese dolor que tenía, perder a las personas que lo cuidaron y criaron.

Michael paso frente a la puerta de Adam con dirección a su cuarto, y escucho un golpe fuerte dentro del cuarto.

—Adam—tocó la puerta pero nadie contesto, al tratar de abrirla vio que también tenía seguro—Adam quítate de la puerta

Michael se hizo hacia atrás para con sus poderes abrir la puerta en un dos por tres, y al entrar su expresión fue una de sorpresa, parecía que hubiera pasado un huracán dentro del cuarto.

—¿Qué pasó aquí?—preguntó Michael inclinandose frente a Adam

—no lo se, me dio un ataque de ira y me libere—dijo Adam ya un poco más calmado

—tranquilo, es normal—Michael trato de calmarlo—cuando sepas controlarlo te será más fácil

—¿Qué soy?—pregunto Adam sin entender el por que pudo hacer lo que hizo

—somos lo que este maldito mundo necesita—dijo Michael—nosotros somos especiales, tal vez no comprendas el impacto que tenemos en el mundo, pero yo te ayudare a entender

Adam asintió, quería entender que era, quería saber controlar estos nuevos poderes, y la unica persona que podía ayudarlo, era Michael.

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