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Después de eso, llegó a los ojos de los hechiceros los vídeos del interrogatorio de ambos gemelos, y se dieron cuenta que ellos tenían un poder inimaginable, hasta el grado de pensar que los dos pudieran ser los llamados "alfa" ¿Qué es eso? Es el nivel más alto que tiene un hechicero, capaz de suplir a la "suprema" , nunca se había visto algo así en la historia de la magia, y si esos chicos eran su pase para por fin tomar dominio en un gobierno de mujeres, los apoyarían al costo que fuera.

Así que Ariel, el líder de los hechiceros, fue a la cárcel a sacar a los chicos, cuando llego lo llevaron hacia las celdas de los gemelos.

—Michael, Adam—llamo la atención de ambos chicos, al oír sus nombres, los mencionados voltearon

—¿Quién es usted?—preguntó Adam de forma cortante

—me llamó Ariel, yo formó parte de un grupo de hechiceros, y hemos visto lo que hicieron en sus interrogatorios—al mencionar eso, Michael se puso aún más nervioso—tranquilos, no tendrán problemas, al contrario, vengo para llevarlos a nuestro aquelarre

—¿Por qué querríamos ir ahí?—preguntó Michael

—porque ustedes tienen un poder más allá del conocimiento que tengamos y queremos que desarrollen todo su potencial—cuando termino de hablar, hizo un movimiento de mano que hizo que las puertas de ambas celdas se abrieran, dejando libres a los gemelos

Ninguno se atrevió a salir, pero Michael pensó que esa sería una oportunidad para aprender más y ser aún más poderoso de lo que ya era, cuando él salió de su celda, vio que su hermano seguía ahí.

"Vamos Adam, esto nos ayudará más a nosotros"

Le dijo mentalmente a su hermano

"No lo sé Mike, ¿Y si tenemos más problemas de los que ya tenemos?"

"Al menos no estaremos encerrados"

Adam lo pensó, y su hermano tenía razón, tal vez ese lugar podría ayudarlos, así que se levantó y salió junto a Michael y Ariel.

—bien, es hora de irnos—Ariel avanzó por los pasillos usando su poder para detener al guardia que custodiaba a los gemelos

Antes de salir, Michael miró al guardia y con un movimiento de mano, rompió su cuello.

Al salir de la prisión un auto ya los esperaba, pero antes de subir, los gemelos voltearon al lado izquierdo de la calle, encontrándose con Mead.

—¡Recuerden siempre quienes son!—grito orgullosa de ambos chicos—¡Ustedes triunfaran sobre todos ellos!

Ambos sonrieron en forma de despedia y subieron al auto de Ariel, para ir al aquelarre y descubrir más de lo que ellos creen.

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