Cuarto Capítulo

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Minwoo estaba muy devastado por el comportamiento de Donghyun después del sexo tan explosivo que tuvieron, por la forma en que el veterinario le había hecho sentirse como una ramera y sin valor, por lo que supuso que no iba a dormir en toda la noche. Pero agotado, lo hizo, a pesar de la ausencia de su inestimable compañía en el extremo de su cama. Sin embargo, se despertó varias veces durante la noche y se oyó gimiendo en sueños mientras tanteaba buscando a Tyron y encontrando la cama vacía.

Se despertó muy destrozado, dolorido por todas partes y con su miembro erecto. Se sentó en la penumbra a tomarse un café en su frío apartamento envuelto con una manta. Llamó a la clínica y preguntó por Tyron, esperando que Donghyun no estuviera allí tan temprano y el recepcionista no sintiera la necesidad de llamarlo al teléfono. En su lugar llegó una enfermera con la que no había hablado antes -tal vez era la enfermera de noche, después de todo, el hospital estaba atendido a todas horas- quien le dijo que Tyron había tenido una noche tranquila y ya había comido algo por la mañana.

Minwoo sintió una punzada de dolor, un sentimiento de ternura que siempre tenía cuando pensaba en Tyron. Que Donghyun se lo hubiera follado a cambio de salvarle la vida a Tyron, había valido la pena y no había ninguna duda al respecto. Lo haría cien veces de nuevo si tuviera que hacerlo. La brusquedad con que había actuado Donghyun la pasada noche, le había dicho a Minwoo que en el momento que se descargó, había perdido cualquier interés que pudiera tener con él. Minwoo se sintió nostálgico por un segundo. No podía olvidar el alucinante sexo. En otras circunstancias...

No. Él y Donghyun eran mundos aparte y siempre lo sería. Donghyun era atractivo, inteligente y ganaba más dinero del que Minwoo pudiera ver en su vida. ¿Por qué iba a molestarse con un chico que vivía en un apartamento de mala muerte con una habitación, cuyo único amigo era un perro y que se prostituía a cualquier precio con quien quisiera estar con él?

No, las posibilidades de algo con el veterinario significaban que todo iba a estar mal y bien jodido.

Minwoo fue a la clínica veterinaria a las cinco y media después del trabajo. Fue recibido por Bora y lo llevó a la sala donde se encontraba Tyron. Su perro había sido trasladado de la UCI a un área general que albergaba a numerosos perros recuperándose. Tyron vio Minwoo entrar en la habitación e hizo un aullido, que sonó muy parecido a alegrarse por ver a Minwoo.

Minwoo casi lloró. Abrió la jaula, se inclinó y alzó los brazos alrededor del cuello de Tyron. Tyron le lamió la cara, pateó el pecho casi tan estrepitosamente como de costumbre.

—¿Podré llevármelo a casa mañana? —Le preguntó a Bora.

—Es muy probable, —dijo—. Le llamaré por la mañana.

Toda la visita había ido sin una sola mención del Doctor Brooke y Minwoo se despidió de mala gana de Tyron y siguió a Bora fuera.

Pero no hubo suerte. Casi tropezó de lleno con Donghyun en el pasillo, el hombre alto y delgado con un uniforme verde, y su brillante pelo negro cayéndole sobre los ojos de color violeta.

El estómago de Minwoo dio un extraño vuelco y su miembro empezó a despertarse. Joder, no. Su rostro se ruborizó sin control. Rodeó a Donghyun y se alejó, pero al llegar al final del pasillo, no pudo dejar de mirar hacia atrás antes de doblar la esquina y se encontró a Donghyun haciendo lo mismo.

Joder. Salió del hospital rápidamente y su corazón empezó a latir con fuerza. Se subió a su coche y se sentó durante un momento respirando profundamente, tratando de calmarse. Casi de forma independiente del pensamiento consciente, una mano astuta se perdió en la ingle y se frotó el bulto en sus pantalones vaqueros. Oh Dios, sólo el pensar en Donghyun dentro de él, su boca sobre la suya, su lengua en su culo, era más de lo que podía soportar. Se retorció en su asiento, mirando a su alrededor con aire de culpabilidad mientras se tocaba.

¡Aquí no, aquí no! Su mano no hizo caso de la orden de su cerebro. Se quitó la chaqueta y la colocó en su regazo y luego abrió de un tirón los botones de sus vaqueros.

Su cabeza cayó hacia atrás al sentir el éxtasis de sus dedos en su necesitado miembro. Se masturbó furiosamente mientras estaba sentado en su coche en el estacionamiento fuera de la clínica veterinaria ajeno a cualquier persona que pudiera pasar por delante de su coche, pensando solo en estar a cuatro patas, abriéndose en esa cama para Donghyun.

Donghyun le había dicho a Minwoo que se fuera esa noche, ya que eso era parte de un trato y era ridículo prolongarlo con besos y abrazos y pasar la noche cuando se trataba de acuerdo sin sentimientos que ellos habían completado.

El acto en sí fue un poco menos que insensible. Eso había mantenido excitado a Donghyun toda la noche, y al día siguiente, cuando casi se había tropezado con Minwoo en el pasillo y lo vio salir corriendo sonrojado por lo que habían hecho juntos, escrito por toda la cara.

Bora se había dado cuenta al momento. —Alguien tiene una fijación por ti.

Donghyun se ruborizó y frunció el ceño. No sabía ni la mitad, pero le hizo preguntarse. ¿Minwoo le gustaba? Si no disfrutó la noche anterior, entonces era un buen mentiroso. No fingió el intenso orgasmo que Donghyun le había provocado, eso era seguro.

Ahora era demasiado tarde para fingir su atracción hacia Minwoo. No era una buena forma de actuar el tener favores sexuales de una persona -para utilizarlo en su propio placer- y luego ser amables con ellos e invitarlos a salir en una cita. Minwoo no tendría nada con él bajo ninguna circunstancia si tenía algo de orgullo.

Donghyun había arruinado sus posibilidades. Tendría que haber sido el buen hombre que sabía que era en el fondo y haber hecho la intervención de forma gratuita sin favores. Después de eso, en algún momento en el transcurso de la recuperación de Tyron, podría haberle preguntado a Minwoo. Tendría que haber sido así, Minwoo entonces se habría sentido obligado a decir que sí y tal vez en última instancia, se hubiera acostado con él. En cualquier caso la situación era de pérdida total para Donghyun y de cualquier manera, había tenido sexo con Minwoo sin que el chico realmente lo quisiera.

Por lo tanto, la cosa era, que ya que había llegado tan lejos, ¿por qué parar ahora?

Minwoo recibió la llamada de Bora a la mañana siguiente -podía pasar a recoger a Tyron cuando estuviera listo. No era una opción el salir del trabajo temprano- ese tipo de cosas se reservaba para enfermedades graves del tipo de miembros amputados o miembros amputados y accidentes cerebrovasculares, y duelos familiares con pruebas de la muerte del ser querido, así que Minwoo estuvo con unas ansias de expectación durante todo el día ante la idea de tener a su querido Tyron de vuelta, de no más noches solitarias sintiendo la ausencia del caliente peso en el extremo de su cama.

Donghyun debería haber estado tan lejos de sus pensamientos como fuera posible, pero de alguna manera se las arregló para colarse muy por debajo de la piel de Minwoo y en su propia sangre. Maldito sea.

Donghyun se llevó a Tyron a medio día para darle un paseo durante su descanso. Tyron caminaba a tres patas, con un tentativo peso sobre su escayola rosa, la lengua fuera parecía el perro más feliz del mundo. Había algo en él que causaba una oleada de emoción en Donghyun. Se sentó en la hierba y dejó que Tyron lo adulara, lamiendo su cara y frotándose la cabeza bruscamente contra Donghyun.

Sí, era fácil ver por qué Minwoo amaba a este perro. También era fácil ver por qué Tyron amaba a Minwoo. Demasiado fácil.

Llevó a Tyron cinco tiendas abajo hasta llegar a la carnicería, donde le compró tres salchichas. Tyron las devoró fuera de la tienda provocando el murmullo de mujeres y niños pasando y de un hombre que le echó a Donghyun una larga y persistente mirada, arruinando de alguna manera el efecto cuando caminó hacia un cubo de basura.

Con Tyron en su jaula, Donghyun volvió a trabajar con la mente planeando lo que iba a hacer esa noche, cuando Minwoo llegara.

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