Quinto Capítulo

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Minwoo llegó a las cinco y media, por lo que Donghyun supuso que tenía un trabajo después de todo -uno con el que no llega a mediados de mes- o habría estado golpeando la puerta a las siete de la mañana para llevarse a Tyron a casa.

Donghyun bajó a la sala de consulta sin Tyron, ya que prefería dar instrucciones sobre los cuidados posteriores a los dueños sin tener a sus mascotas presentes. La alegría del reencuentro llevaba a la mayoría de los propietarios a no tomar algunas anotaciones sobre informaciones relevantes.

Minwoo parecía como si no hubiera dormido durante una semana. Su pelo negro estaba peinado de forma desordenada y las oscuras ojeras remarcaban la palidez de su piel. Nada de esto importaba -él parecía tan atractivo como siempre- pero Donghyun se preguntó si era Tyron o él la causa de la falta de sueño de Minwoo.

Donghyun le tendió la mano.

—Hola, Sr. Minwoo.

Minwoo le estrechó la mano. Otra vez sudando. ¿Realmente estaba tan nervioso en presencia de Donghyun o era sólo la ansiedad en llevarse a Tyron a casa?

—Hola.

Eran dos extraños de nuevo. Dos hombres que no habían estado juntos de la manera más íntima posible.

Donghyun se encontraba al otro lado de la camilla frente a Minwoo. —Tyron lo está haciendo muy bien. Está tratando de poner un poco de peso en su pierna mala y si le das sus medicamentos regularmente, pronto la utilizará correctamente. Tiene que volver en dos días para que lo reconozcamos y luego tres días después para le quitemos la sujeción.

Minwoo asintió. Su mirada gris sostuvo la constante mirada de Donghyun.

Donghyun sacó unas cajas de la bolsa de papel que había traído con él. —Aquí están sus medicamentos. Sus antibióticos son uno tres veces al día -vacía la cápsula en su comida. Sus analgésicos son dos cada cuatro horas- aplástalos y pónselos en su comida o escóndelos en un pedazo de carne y dáselo tú mismo. De cualquier manera, debe tomarlo con alimentos.

Minwoo volvió a asentir.

—La escayola se la quitaremos en seis semanas. Hasta entonces, que haga ejercicios suaves. Nada de largos paseos, que no corra, ningún juego bullicioso, ni saltos.

Después de eso te daremos citas semanales con el fisioterapeuta. ¿Alguna pregunta?

Minwoo negó con la cabeza. ¿Se había quedado mudo el chico?

—Bien entonces, Voy a traerlo.

Donghyun salió de la habitación para ir a buscar Tyron. Estaba un poco inquieto por la incomunicación de Minwoo, pero por otro lado, si hubiera sido arrojado bruscamente de la cama de alguien en el momento que se hubo descargado, supuso que haría lo mismo. Minwoo probablemente lo odiaba. Él iba a odiarlo mucho más en unos pocos minutos.

Recogió a Tyron de su jaula y dejó que las enfermeras le dijeran adiós a uno de sus pacientes favoritos. Tyron amaba la atención, ladrando y moviendo la cola antes de que Donghyun lo llevara al pasillo. En el camino de vuelta a la sala de consulta, él miró a Tyron y encontró al perro mirándolo con ojos oscuros y húmedos, por lo que le recordó a su dueño y eso hizo que el corazón se le encogiera. Tanto el dueño como su perro iban a ser su perdición, estaba seguro de ello.

Él abrió la puerta y se puso frente a Tyron mientras el perro se lanzaba a un Minwoo riendo. Los dos tuvieron algunos momentos de afecto abrazándose fuertemente en el suelo antes de que Minwoo se calmara y se pusiera en pie. Tyron siguió lamiendo la mano mientras Minwoo cogía la bolsa de medicamentos y se encontraba con Donghyun.

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