You & I

Décimo primer Capítulo

Donghyun despertó medio desnudo, frío y solo en el sofá. La historia de su vida. Se quedó allí mientras Lucky se levantaba de un salto y le acariciaba cariñosamente, volviendo a ser ella misma ahora que el perro había desaparecido. Él fue filosófico sobre la marcha de Minwoo. Claramente Minwoo creía que su relación jamás podría funcionar. O tal vez era algo más. Quizás le estaba dando a Donghyun de su propia medicina. Minwoo había conseguido lo que quería -una meticulosa visión- y se retiró satisfecho. O en el peor de los casos, Minwoo había huido al haberle declarado Donghyun su amor. Sí, eso era lo más probable.

Por Dios, ¿en qué había estado pensando? Ni siquiera sabía que iba a decir eso antes de que se le escapara de sus labios. Ni siquiera sabía que estaba en él. ¿Quería decir eso? Se quedó mirando el techo mientras Lucky ronroneaba en su vientre.

Supuso que lo quiso decir eso, sí.

¿Cómo podía convencer a Minwoo que lo decía en serio?

Los lunes por la mañana era el momento más odiado de la semana para Minwoo, con una fuerte competencia sobre el resto de la semana. Se levantó de la cama, utilizó el baño, y luego silbó en la puerta a Tyron, quien estaba dormido en el extremo de la cama. Tyron no saltó como hacía normalmente, pero eso no estaba completamente fuera de lugar ya que a Tyron a menudo le gusta mentir. A menudo, él continuaba dormitando mientras Minwoo se preparaba para el trabajo. No pasaba nada, al menos uno de ellos podía seguir durmiendo.

Minwoo bajó. El día anterior había pagado la factura de la electricidad con los cien dólares de Donghyun y compró algo de comida con el dinero que le sobró. Se hizo un sándwich de queso y tomate para el almuerzo y lo metió en la nevera antes de prepararse un café. Puso comida en el cuenco de Tyron, observando mientras la echaba que apenas había tocado la comida de la noche anterior.

Esto era inusual. Minwoo sintió un estremecimiento de inquietud atravesarle. No quería empezar con cualquier paranoia respecto a la salud de Tyron. Ahora no. El perro tenía derecho a estar cansado y no tener ganas de comer. Todo el mundo se sentía así de vez en cuando, tanto las personas como los animales. Minwoo podría escribir un libro sobre estar cansado y no sentir ganas de comer.

Él subió con su café en la mano, lo dejó sobre la mesilla de noche y se acercó a Tyron que todavía yacía sobre el extremo de la cama.

—Vamos, grandullón, —saludó al animal.

Tyron levantó la cabeza con un esfuerzo gigantesco que parecía sugerir que le pesaba una tonelada. Su lengua le colgaba de la boca y miró a Minwoo de reojo con los ojos en blanco mientras sacudía la cabeza.

El terror se apoderó de Minwoo. Agarró la cabeza de Tyron con ambas manos, mirando fijamente a los ojos desenfocados. —Tyron, ¿qué te pasa?

Tyron simplemente lo observaba con esos estrábicos ojos y la cabeza temblando en las manos de Minwoo. Dios, ¿estaba teniendo un ataque?

Minwoo se puso de pie. —Vamos, muchacho. —Hizo un gesto hacia el perro y Tyron valientemente se puso de pie pero sus patas flaquearon incluso antes de bajarse de la cama. Él trotó detrás de Minwoo mientras se dirigía hacia la puerta y se tambaleó inmediatamente hacia los lados, golpeándose la cabeza contra la pared.

Minwoo gritó, agarrando a Tyron mientras Tyron se derrumbaba y caía al suelo.

Minwoo entró por las puertas de la clínica veterinaria, llevando a Tyron, tambaleándose bajo su peso, mirando frenéticamente alrededor como si Donghyun pudiera estar al acecho detrás de la puerta, a la espera de ser el caballero de brillante armadura de Minwoo una vez más.