Voy a estar siempre

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Viernes...Por fin. Estaba cansada y hecha un desastre por dentro, bueno y también por fuera pero eso es normal por las mañanas. Saqué el pie derecho de mi cama y apoyándome en él me levanté, quería que el día fuese lo mejor posible y había que asegurarse todas las posibilidades. 

Fui al baño, me aseé y me vestí. Las nubes grises saludaban desde la ventana y todo estaba en silencio.

-¿Nick?- hablé, asomando la cabeza al pasillo.

Nadie respondió, pero se escuchaban voces en el salón Bajé las escaleras y antes de saltar desde el último escalón vi a mi hermano sentado con Noah en el sofá.

-Hey O.- 

-Hola Opal.-

-Hola chicos, ¿tú qué haces aquí tan temprano?-le pregunté al incordio de Noah dirigiéndome a la cocina.

-Nada...Me aburría en casa y decidí pasarme, ¿algún problema?-

-Bastantes, no me gusta que lo primero que tenga que ver por las mañanas sea tu cara, la verdad.-dije en broma

-¿Por qué tanto odio gratuito?-preguntó algo molesto.

-No es odio...- respondí cohibida, puesto que mi intención no era que se molestara.

Mi hermano dejó a Noah solo un momento y entró en la cocina.

-Opal.- me cogió por los hombros.

-Ush, ¿qué pasa Nick?-

-El padre de Noah, ha fallecido...-

-¿Qué?-

-Ha muerto Opal.-

Corrí desde la cocina al sofá y me lancé a los brazos de Noah con lágrimas en los ojos. El padre de Noah siempre se había llevado bien con nuestra familia incluso antes de que naciéramos, sin embargo, nosotros nunca habíamos tenido mucho trato con él.

-Lo siento muchísimo Noah.- 

Me separé de él y me quedé sentada en sus rodillas cara a cara.

-Gracias O, con las ganas de fiesta que tenía.- sonrió tristemente.

-Ven.-

Me levanté y lo cogí de la mano.

-¡Nick! ¡Hoy no iremos al instituto!- grité a mi hermano antes de que Noah y yo saliéramos por la puerta.

-¿A dónde vamos?-

-Mueve los pies y tu cuerpo te seguirá.¿Cómo te sientes?-

-Me siento raro, como si me faltara algo que no puedo volver a recuperar. Pero a la vez aliviado, papá llevaba enfermo un tiempo y ahora ya no sufre más.- respondió jugando con mis dedos.

-Así es, ahora está bien y seguro que se siente orgulloso de ti y quiere que tú y tu familia seáis felices y permanezcáis juntos que es lo más importante.-

Una lágrima corrió por el rostro de Noah y la atrapé con el dedo pulgar, el apretó los ojos y los abrió, ahora lloraba incluso más. Le abracé muy fuerte y me correspondió con el doble de fuerza.

-N-no, pu-e-do, respirar.- dije entrecortadamente.

-Lo siento.- se frotó los ojos soltando una risa casi inaudible.

Llegamos al parque de la ciudad y me senté en el césped. Di golpecitos a mi lado para que se sentara.

-Gracias por todo Opal...Aunque sea lo poco que has hecho, escucharme, alejarme de la realidad y estar conmigo, significa mucho.-

-Voy a estar siempre, para lo que necesites.-dije estrechándole la mano.

Me tumbé en el césped y miré al cielo mientras las nubes pasaban. Noah me imitó.

-Nick me ha contado lo de tus padres.¿Cómo estás?-

-He llorado mucho, porque me siento triste, decepcionada, enfadada...Pero creo que esto nos va a unir aún más a mi hermano y a mí, sin embargo, él no se abre, parece que siempre se siente bien. No sé si lo hace porque es el mayor o porque de verdad lo lleva bien o no sé si está hecho una mierda por dentro y no quiere decirlo...No lo sé.-reflexioné un momento.

-Siempre cuida de mí y quisiera hacer lo mismo por él.-

- Y aún así, te sientes tan mal pero te sigues preocupando por él y por mí, eres increíble.-

-No puedo evitarlo, necesito que estéis bien para yo estarlo.- 

-¡Mira esa nube parece un flamenco!- cambié de tema rápidamente.

-No, es más un paraguas.-

-No tienes ni idea.-

Tras unos momentos de risas y charla, volvió el silencio, no un silencio incómodo, para nada. Si no un silencio relajante...

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Espero que os gusteee <3.



¿Crees en el destino? FANFIC- Noah CentineoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora