No debería estar leyendo eso. Lo sabía. No debería sentirse tan estresado al leer ficción. No debería. No debería. No debería. No debería. No debería. Pero ahí estaban sus ojos, siguiendo las letras, murmurando los diálogos y saliendo de una historia para buscar otra. Repitiendo el proceso. Cayendo en la tortura. Otra vez. Otra vez. Otra vez. Otra vez. Al parecer había una tendencia a las historias, al engaño, a la confusión, la traición y las lágrimas.
Al parecer la gente prefería verlo sufrir...
¿Por qué? Su cuerpo sintió escalofríos y no fueron de esos agradables. Ni siquiera inició la historia que había encontrado, pero ya estaba lamentándolo. Muchísimo. No debería estar leyendo algo que era irreal. No debería sufrir porque la gente disfrutara torturando personajes. No debería olvidar que esa era una historia y no se trataba de él. No debería. No debería...
- ¿Tweek?
Saltó. El celular voló de sus manos y cayó sobre el mesón. Sus ojos encontraron los de Craig, quien lo observó con intriga, bastante confundido, como si evaluase si valía la pena preguntar qué ocurría. Él lo entendió, debía ser desagradable lidiar con sus problemas, con el estrés que se imponía y la manera en que casi parecía torturarse a propósito. No debió descargar esa aplicación. No debió buscarse en el internet. No debió darle clic a ese "Creek". No debió. No debió. No debió. No debió.
- ¿Estás...?
- Estoy bien. –mintió, porque debía ser horrible estar emparejado con alguien como él.
Saltando. Gritando. Solo pensando en cosas malas. Siempre temblando.
Siempre...
- No lo estás... -la voz de Craig fue neutra, como siempre, pero lo sintió entrar- Tus papás me dijeron que estabas aquí.
Si. Pero estar ahí y hacer su trabajo parecían ser antónimos ese día. Tweek debía limpiar la bodega de la cafetería. Pero había dejado el trabajo a la mitad por culpa de su curiosidad. Sus ojos fueron hacia el celular y negó. No debió descargar esa aplicación. No debió ser negligente con su trabajo. No debió sobresaltarse frente a Craig. El pelinegro acortó la distancia entre ambos y apoyó la mano en su celular. Tentativo. Él no hizo nada. Un permiso silencioso. Craig era malo comunicándose con palabras, así que muchas veces solo actuaba. Él entendía. Su amigo curioseó lo que había estado viendo.
- Te he dicho que no mirases estas cosas.
Lo regañó. Como siempre. No era la primera vez que hacía eso. No era la primera vez que ocurrían esas cosas. Sus ojos se cerraron. Lo sabía. No debió. No debió. No debió. No debió ¿Por qué se torturaba así? ¿Por qué su mente no podía estar tranquila por cinco minutos?
- ¿Tweek...?
Además, su preocupación era estúpida. Él mismo lo sabía ¿Por qué había estado escarbando tantas historias solo para leer una miserable escena que no se comparaba con lo real?
- ¿Tweek...?
Lo miró rápido. Solo por un segundo. Craig estaba a su lado, hombro con hombro, sosteniendo su celular y mirándolo confundido. No era culpa del pelinegro. No podía esperar que entendiese lo que ocurría en su mente, en especial cuando ni siquiera él lo comprendía. Pero aun así quería gritarle, rogarle que comprendiese, decirle que no necesitaba un regaño sino...
...sino....
No sabía. Solo era un niño ¿Cómo podría entender qué necesitaba?
- ¿La historia fue desagradable? –aventuró Craig.
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Próspero y Simple «South Park» [Creek]
FanfictionCapítulos auto-concluyentes. [Historias Cortas de menos de 4 mil palabras] «Creek» En la inocencia de su infancia, surgen momentos especiales. Aún siendo una relación que inició de forma curiosa, esta va desarrollándose para digna de contar. Portad...