Capítulo 14

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- Cariño vine a buscarte y no estabas - dijo pasando a la casa.

- Estaba en Tampa, cosas de trabajo.

- Estaba preocupada - besó mis labios - no me contestabas y no me avisaste de tu viaje.

- ¿No lo hice? Vaya, lo olvidé.

Realmente ni me acordé de ella, estaba demasiado ocupado con Erick.

- Tenemos que ponernos al día ¿no crees?

- De hecho si - dije subiendo un poco su vestido - vamos.

Si Erick lo hacía con su novia ¿por qué yo no? Las cosas tenían que ser justas y parejas para ambos.

Con ella no es que era aburrido hacerlo, pero tenía que ser el triple de cuidadoso.

Quería disfrutar pero se me hacía difícil.

De un rato a otro comencé a recordar a Erick en la cama, no miento, me motivé bastante. Eso sí, tuve que cerrar los ojos para mantenerme en esas imágenes.

- Creo que alguien me extrañaba - dijo poniéndose la ropa.

- ¡Uf! Mucho - mentí, era obvio que me daba igual.

- Cuéntame, que hiciste por allá.

- Muchas cosas, ni te imaginas - sonreí.

- Oye - apoyó su cabeza en mi pecho y aproveché de dejar un corto beso - ¿Y si no vamos de la ciudad por unos días? Para relajarnos.

- Tengo trabajo que hacer.

- Pero eres el jefe, además hace tiempo no te tomas días libres - eso era verdad - anda vamos, nos vendría bien como pareja salir.

- ¿Dónde quieres ir? Quizás me anime a ir - bajé mi manos hasta sus glúteos.

- Buscaré donde y te aviso. ¿Vamos a comer?

- Claro... - sentí el sonido de mi celular, era Erick - tengo que atender, espérame.

Salí de la habitación para contestar, lo menos que quería es tener algún problema con alguno.

- Erick.

- Hola ¿Dónde estás?

- En mi casa.

- Oye, te llamaba para saber si querías ir a comer conmigo, no quiero ir solo.

- O es que quieres verme.

- Si o no.

- Está bien, yo invito eso sí.

- Si señor Velez, voy a tu casa.

- ¿Qué? No no no.

- ¿Por qué?

- Yo paso por ti ¿Dónde estás?

- En la universidad.

- No te muevas de ahí, ya salgo.

Llegué a sudar cuando escuché que vendría, lo menos que quería era que ambos se encuentren.

- ¿Nos vamos?

- Me temo que tendrás que ir sola, se me presentó un inconveniente.

- Comienzo a odiar tu trabajo - bromeó - nos vemos mañana entonces cariño.

Salí de la casa rápido, no quería hacer esperar mucho a Erick.
Toqué la bocina haciendo que mire, se veía tan tierno esperando.

- Hola - extendí mis labios para que me salude, ¿si correspondió? Obviamente que sí.

- Pensé que estarías en tu empresa.

- Pensaste mal - reí.

Conduje buscando un lugar para comer, llegamos a uno que al parecer no había ido con él. Al entrar estaba algo lleno, dirigí mi vista a un extremo viendo que Annie estaba allí revisando la carta para ordenar.

- Creo que mejor vamos a otro lugar - tomé su brazo sacándolo.

- ¿Por qué?

- Está muy lleno y quiero algo más calmado ¿tú no?

Me miró algo dudoso, quizás fui muy evidente.

- Te siento raro, pero la verdad sí, quiero algo más calmado, tuve un día agotador.

- ¿Ya ves? Vamos.

Subí más que rápido al auto, tenía que sacarlo de ahí antes de que Annie se dé cuenta.

Siénteme - Chriserick (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora