21 de Junio del 2018
Bronnitsy, Rusia
23:35Paulo Dybala
Después de cenar, cada uno se fue a recostar a sus respectivos cuartos con su compañero. Todo bien hasta que me di cuenta de que el Pipa esta vez no se dormía, se movía de un lado para el otro en la cama y no me daba la posibilidad de salir de aquel cuarto. Ya estaba retrasado cinco minutos.
— ¿Por qué no te dormís che? —preguntó él, girandose para mirarme.— Apaga ese telefonito, todo el día tiki tiki.
— ¿Por qué mejor no me haces el favor de dormirte? —pregunté sin mirarlo.
— No entiendo para que esperas que me duerma si ya sé que te vas a ver co..Antes de que pudiera decir algo le tapé la boca con mi mano, ahí las paredes oían. Cuando le destapé la boca, él se empezó a reír y me tiró con sus almohadas.
Agarré mis cosas, apagando la lámpara de la mesita de noche y antes de salir del cuarto el Pipa habló:
— Hasta mañana, Romeo. —jodió tirandome un beso.
Salí del cuarto riendo y negando con mi cabeza, siendo precavido de no cruzarme con nadie en el pasillo. Como lo hacía casi todas las noches desde que había llegado a aquel país, caminé hasta el final del pasillo hasta llegar a la puerta del cuarto de Alai.
Toqué la puerta unas cuantas veces para después ver como la misma se abría, dejando ver a la hija del pelado. Agarró sus cosas arrodillandose en la cama para alcanzar la mochila que estaba en la otra, obviamente yo miré para otro lado. O b v i a m e n t e.
Segundos después salió del cuarto, cerrando la puerta y empezando a caminar a mi lado. Quise agarrarle la mano pero ella me esquivó, mirando el camino y tomando cierta distancia entre nosotros. Me extrañó un poco eso, pero decidí no darle mucha importancia.
— ¿Para que me trae hasta acá periodista? ¿Que pretende usted de mi? —pregunté con gracia una vez que estuvimos en el exterior, haciéndola reír.
— No me hagas reír, tarado. —dijo intentando ponerse sería.
— ¿Por qué? —pregunté nuevamente.
— Porque estoy enojada. —respondió.Después de decir aquello, sacó de su mochila una manta que después tiró sobre el pasto y se sentó esperando que yo hiciera lo mismo. No tardé mucho en imitar su acción, sentandome a su lado.
— ¿Por qué estás enojada? —corté el silencio.
Ella respiró profundo y cerró sus ojos, a lo que supuse que estaba evitando hablarme de mala forma.
— Saca tu celular. —dijo señalando mi bolsillo, a lo que le hice caso.— Abrí whatsapp.
Dude mucho en si hacerlo o no, pero tenía que hacerlo si o si para saber que era lo que le molestaba.
El chat de Oriana era uno de los primeros y ella lo señaló, para rematar el mensaje que me había mandado decía algo así como "te extraño, ya quiero que estés en Argentina de nuevo".
— ¿Te molesta eso? —pregunté.
— Sí, y me siento una tarada por eso. —respondió con sinceridad, evitando mi mirada.
— Para, para. ¿Yo te gusto? —volví a preguntar, ganandome su atención al instante.
— ¡No! —dijo haciendo una mueca rara.— O no sé.
— Ah, porque vos si me gustas. Mucho. —murmuré mirándola fijamente, poniendola un poco nerviosa.Ella se quedó en silencio durante unos segundos, mirando para otro lado y tratando de no sonreír pero yo me daba cuenta de eso. Se tomó el tiempo necesario para responder razonablemente.
— Bueno, pero no creo que importe. La tenes a Oriana. —dijo elevando los hombros.
Seguido de esto sacó su celular y dejó de prestarme atención. Supuse que seguía enojada por lo de Oriana, y tenía razón. La había besado cuando yo estaba en algo con la anteriormente mencionada.
— ¿Cómo te enteraste? —pregunté.
— Me lo dijo Taglia..
— ¿Y a él que le importa? —dije indignado.— Hace cualquier cosa para que le des bola, por Dios.
— ¿Que decís? —dijo ella riendo.
— Todo el plantel sabe que te tiene ganas y es peor que mi situación, él tiene novia desde hace como dos años. —murmuré.Ella no sabía eso, así que se quedó un poco sorprendida. Yo aproveché ese momento para abrazarla por los hombros, acercandola a mi pecho y apoyando mi mentón en su cabeza.
— No me dijiste que son con Oriana. —habló intentando alejarse, pero yo no la dejaba.
— ¿Importa? —pregunté.
— Si querés estar así como estamos, sí, si importa. —respondió.Suspiré antes de volver a hablar.
— Nos conocimos por un amigo en común, me la moví un par de veces cuando estuve en Argentina y eso nada más. Pero que se yo, a lo mejor podía pasar algo más serio y estabamos viendo. —le conté mientras acariciaba su brazo con mi pulgar.
— Suerte entonces. —habló.
— Dije estabamos. Ahora estoy seguro de que no quiero estar con ella. —dije pero no respondió nada.— Ahora lo que sé es que me gustas, me siento bien cuando estamos juntos y..No pude terminar de hablar porque ella se dio la vuelta y me besó con intensidad, sentándose sobre mis piernas.
Mis manos fueron a su cintura y las dejé ahí, acariciando la misma. Mientras tanto ella tenía sus manos en mis mejillas, acariciandolas suavemente. Sus labios se movían sobre los míos hambrientos, cómo si hubiese estado esperando para hacer eso desde hace tiempo.
Al separarnos ella me miró con cierta vergüenza y yo le sonreí sin dejar de agarrar su cintura con firmeza. No quería que se alejara.
— ¿Y eso? —pregunté riendo sorprendido.
— Vos lo hiciste la otra noche, yo también puedo. —respondió sonriendo.
— Es verdad. —hablé.Nos quedamos unos cuantos minutos más ahí y antes de que pudieramos volver a nuestros cuartos, vimos como alguien caminaba en nuestra dirección. Agarré a Alai de la mano para salir corriendo hasta un lugar dónde escondernos, desde ahí pude ver que Tagliafico revisaba todo el perímetro y me nacieron ganas de matarlo.
Cuando por fin se fue, salimos de nuestro escondite y acompañé a la castaña hasta su cuarto tratando de ser cautelosos. Ahora no ibamos a poder estar tan tranquilos.
ESTÁS LEYENDO
Bronnitsy {Paulo Dybala}
Fanfiction❝No sé si voy a volver a verte cuando este sueño terminé❞