Miércoles 24, Octubre

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Querido David: 

Cada vez que te veo mi corazón enloquece, mi mente ya no tiene sentido, pierdo por completo la razón. Como hoy, por ejemplo; juraría que te vi llegar cuando llegué, incluso me escondí detrás de la jardinera mientras pasabas, cuando estuve segura de que ya no estarías ahí y me senté, entonces vi mi celular y algo en el me hizo gracias, me reí alzando la cabeza en un reflejo; entonces el destino hizo de las suyas, ibas caminando por el pasillo principal con tu mochila y tu cañón colgado de tu hombro, mi corazón dio un brinco enorme, una gran sonrisa relucía en tus labios, y al mirarme lograste mantenerla, pero yo no pude. 

Llegó mi amiga y le conté lo que acababa de pasar. Tuvimos clase nutrición, no hablábamos mucho y al salir dijo que quería ir por tacos, mientras caminábamos note que estabas afuera, le dije en voz baja que estabas ahí y ella se molestó diciendo que estaba harta de tener que huir de ti y que no le importaba pasar por ahí. Entonces fuimos, no nos viste porque tú también ya te ibas. 

Al no encontrar al señor de los tacos decidimos subir por al laboratorio de fisiología para buscar a otra amiga, corrimos emocionadas pero no la encontramos. Bajamos la escalera haciendo bromas entre nosotras y al estar frente al edificio 3 me preguntó si podía acompañarla a la biblioteca, acepté pero le dije pedí tomar otro camino porque en esas escaleras siempre estás, ella me dijo que era una tontería, así que subimos mientras hablábamos de un chico que le había gustado. Tú estabas en la escalera, justo a un lado del barandal, mirabas tu celular con fijación y al oirnos fingiste que no estábamos ahí. 

Entramos y salimos de la biblioteca, al pasar de nuevo ya no estabas ahí. Mi amiga me dijo que era mejor ir hacía el lugar de siempre, caminamos con calma y al llegar estabas ahí, jaja debiste ver la cara de mi amiga de disgusto, me abandono justo frente a ti y huyo. Yo fingí demencia y tu seguiste en tu onda. Al final ni siquiera note cuando te fuiste. 

Ese día te vi en total 4 veces, y adivina qué, las 4 veces me emocione. 

A veces me molesta mucho ser tan tonta porque mi corazón sigue enloqueciendo cuando sonríes aunque no sea para mi... 

Ya no quiero sentir nada por ti, en serio. Nada de nada es mejor que esto. 

Siempre tuya, Yo.

Entre nosotros, todo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora