Capítulo 11

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Hoy por la mañana olvidé que era un monstruo perdido en la fantasía de la realidad...

Día 11 después del ataque...

Tranquila en mi habitación, leyendo documento tras documento, se ha vuelto una fastidio leer sin encontrar alguna otra pista, solo tengo la pista de la foto de Mike, tengo una posible prueba de que Mike era acosado por el freak, ahora si podría alguien creerme y decir que no estoy loca, que en todo momento he estado en sano juicio. 

  —¿Hola?— escucho un pequeño golpee en mi sala, eso me da curiosidad,  —¿Eres tú? ¿¡Maldito freak!?— pregunto de manera enfurecida  —No te tengo miedo, realmente, ¡te deberías ir junto con tu madre!— grito más alto, tratando de buscar alguna arma para defenderme —¡Sal de tu escondite!— tome un bolígrafo —¡Ahora!— mi corazón palpita más rápido —¡No te tengo miedo!— estoy realmente muerta de miedo —¡Maldito freak!— siento que algo toca mi pierna, veo hacia bajo —¿Detective?— era el detective, lleno por completo de sangre, parece que no tiene un ojo... —¿Él lo hizo?— trata de sacar unas palabras de su boca.    —Corre...— por un momento no pensé dejarlo ahí, así que trato de correr, al momento siento como alguien toma mi brazo, esos ojos sin iris tan repugnantes como la primera vez. Maldito, me atrapo, siento como sus uñas traspasan mis costillas...

Perdida en un reloj de arena, otra vez, con trozos de extremidades humanos, recorren todo mi cuerpo lentamente, hace que tenga nauseas, la arena empieza entrar por los orificios de mi nariz ¿es acaso este otro sueño? la arena se volvió roja, cambió de textura y a hora es sangre, es mi sangre que sale de mis costillas, mi costillas arden, siento como mi vista se llena de un color rojo carmesí, que arde...

¡Maldita sea! Despierto, ¿estoy viva?, ¿el detective?, bajo de la manera más rápida posible, maldición hay sangre regada, trato y trato de buscar con la vista, a lado de mi sofá esta una gran charco de sangre, trato de asomarme ¡es él! el detective, por un demonio, maldito freak, hizo esto, el sabe que se sobre su pasado, de él y su madre. Ya es de noche, pero en mi sueño era de día, terrible, no sé si tengo que llamar a la policia, esto sería demasiado sospechoso, al ver el reloj, estaba apunto de ser las 11 PM, nadie en este vecindario se duerme tarde, es mejor que lo haga ahora. 

Busco unas herramientas de jardín en el ático, también llevo conmigo una sabana vieja para poder arrastrarlo al jardín, lo lamento, digo cuando empiezo a tapar su cuerpo, si no lo hubiera metido en este problema el estaría vivo. Voy al jardín empiezo a hacer un hoyo, es muy cansado, lo hice lo más rápido que pude, dieron las 11:47 PM, mucho tiempo lleve en hacer ese hoyo, así que empiezo a jalar el cuerpo hacia el jardín, en serio que lo lamento, ni siquiera se si tiene familia, lo pongo en el hoyo, empiezo a poner la tierra encima del cuerpo, tengo miedo de que este cometiendo un crimen serio, a pesar de que no sea el agresor de la víctima...

Es mejor limpiar toda la habitación, esta repleta de sangre del detective, el cuál empieza apestar demasiado. Ya son más de las 11, es mejor ir a dormir.

Día 12 después de la muerte del detective

Son las 1 AM, me duele realmente todo el cuerpo, me explota la cabeza, abro la llave de agua caliente para llenar la tina, realmente necesito un descanso y procesar todo esto que acaba de pasar.

Mi cuerpo estaba totalmente sucio, solo veo como la tierra y la sangre se desprende de mí, veo que mis costillas estaban llenas de moretones como si me hubieran golpeado todo el día, realmente me dolía con tan solo moverme, el baño esta tratando de calmar mi dolor. Al salir del baño noto que la mayoría de mi cuerpo esta lleno de moretones. Me coloco la pijama, la cual me lastima pues todo mi cuerpo esta delicado es mejor irse a dormir.

Estoy en la sala nuevamente, parece estar tranquilo, veo en el sofá al detective que aún respira "Ahora se todo sobre ti"  lo que me acaba de decir es muy confuso, no entiendo, por aquella palabra me hizo tener una acción una extraña que fue enterrar el bolígrafo en su cuello, pero antes de eso me golpea las costillas, como si mi mente quisiera engañarme sobre lo que realmente paso, como si mi mente quisiera ocultar al niño...

Hoy por la mañana preparo un café mientras veo mi jardín que parece estar intacto, tratando de aparentar que ayer no paso nada, en el momento de mi pensamiento suena el timbre que hace que me alarme.  —¡En un momento!— grito para que alcanzarán a escucharme, abro la puerta —¿Qué tal? Buenos días— dice un policia —Buenos días— respondo con muchos nervios —Sabemos que usted llevaba un caso de búsqueda con el detective anónimo ¿es cierto?— el miedo me consume —Sí, es cierto— tomo un sorbo de mi café —¿Cuándo fue el última día que lo vió?— vuelvo a tomar otro sorbo —Hace como dos días— me miran de una manera sospechosa.          —Excelente, su esposa nos llamo porque ayer en la noche no llego a su hogar y al parecer su esposa dijo que se había quedado en ver con uno de sus clientes, usted es uno de ellos— trato de no ponerme nerviosa —Sí, ya le dije que no lo he visto, y hace tiempo que no nos hemos quedado en ver, disculpe— lo digo con una voz temblante —Gracias señorita, si tiene alguna pista que podría llevarnos a él se lo agradeceríamos— acepto con la cabeza, cierro la puerta sin respirar.

Suelto un gran suspiro, dónde me llevo de nervios, tengo su cuerpo en mi jardín, entonces mi pregunta de anoche ya tiene respuesta, es cierto, tiene una familia por la cuál se preocupa por él, ahora quiero descansar de nuevo, con tan solo ver la sala a mi mente llega la imagen sobre la escena del ataque, eso pudo pasarme a mí...

Sin Iris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora