Capitulo 5

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"Querida estas lejos de casa"
Suspiro largo...

Después de un largo reposo de lo sucedido, me sentía más calmada pienso que tal vez ese niño ahora esta en un lugar encerrado junto con los de su especie —Enfermera, necesito saber cuando me darán de alta— reviso los papeles  —No sé preocupe señorita mañana mismo la dan de alta, sus familiares ya están al tanto—.

Al día siguiente mis padres llegaron.
—Tu madre y yo decidimos que debemos vender esa casa, vendrás de nuevo con nosotros a la casa para que estés más tranquila— me siento aliviada al saber que al fin esto acabará y será otra historia más de mi vida aterrorizada.

Vamos hacia mi casa para ir por mis cosas, al entrar trate de tirar ese maldito reloj, hubiera deseado no vivir en este lugar. Subí a mi cuarto tome un maleta y metí mi ropa, la necesaria, las cosas de mi trabajo, así para poder estar tranquila, de repente mi corazón empezó de latir de una manera que mi pecho dolía.

Siento que mi cuerpo me hace una alarma para salir de mi habitación, mis padres estaban en la sala empacando, así que me ven corriendo hacia el patio pero al llegar a la esquina mi tenis se tropezó con parte del pasto y pavimento, su madre estaba enfrente de mi, sus ojos, sus ojos me hacían temblar, de inmediato la piel se me erizó y provocó en mi perdida de oxígeno.

—¿Ya te vas tan pronto? creí que eras buena amiga— lo dice con una sonrisa en su rostro, en ese momento salen mis padres —¿Usted es la madre del niño?— pregunta mi madre con preocupación a que me hiciera algo —Sí lo soy, solo venía a pedirle disculpas— mis padres no estaban de acuerdo con esas disculpas que supuestamente me estaba dando la señora.

—Él no quiere que te vayas— me susurra al verme, —¿Qué fue lo que le dijo?— pregunta mi madre enojada —Nada, disculpe, ya me iba—.

Mi madre me lleva al carro, para ya no regresar luego vendrían otras personas, pero jamás volvería a poner un pie encima de esta casa. Salieron lágrimas de mis ojos, de desesperación, con esas lágrimas salieron pocas risas por sentirme bien al saber que jamás volvería a ver sus caras.

Decidieron llevarme a un hotel, mientras, para que salgamos del país pronto Cualquier situación hablamos cariño. Pedí una de las habitaciones de los pisos más altos, subí al elevador para llegar a mi habitación.

Elevador...
Sonaba esa pequeña música de fondo, hacia ponerme desesperada y estresada.
Entro alguien más al elevador, "piso 3".
Un señor alto de traje, entra y habré su periódico, el elevador era elegante al mismo tiempo, terciopelo rojo tapizado.

Piso "8".

Aquí es donde bajo yo.

Habitación 457.
Entre a la habitación, se me hizo muy cómoda para quedarme en ese lugar, con poco tiempo acomode mis cosas, pedí servicio al cliente, tenía demasiada hambre en ese momento.

Ya era noche, pero al reacostarme recordé las palabras de la señora, llegaban esas voces en mí, su voz me penetraba, era el estrés que me volvía, de repente sentí que alguien me miraba por la ventana, pero era imposible, pero aun así revise.

No había nada, en ese momento preparé el baño. El agua estaba templada, ese momento pude pensar varias cosas, esperaba la llamada de mi madre, parece que le había pasado algo ya que no me contestaba ningún mensaje o llamada que le había enviado, pues tal vez están ocupados con las visas para irnos muy lejos de aquí.

Sin Iris Donde viven las historias. Descúbrelo ahora