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Cinco días después.

...

La vida iba de a poco volviendo a la normalidad para Adrienna, de a poco iba aceptando los términos de sus acciones y todas las emociones que había sentido. La experiencia la estaba ayudando a madurar, el hecho de que le bajara la regla con un poco de adelanto era señal de que la pastilla había funcionado, sintió que el peso del mundo dejó sus hombros.

Mientras desayuanba, comenzó a sentir una renovada sensación de tranquilidad. Se sentía tan feliz de haber podido superar aquel episodio. Todavía seguía confundida con respecto a algunas emociones conflictivas que experimentó durante todos los sórdidos episodios con su vecino pero de a poco iba progresando.

Luego de terminar y prepararse, Adrienna y su hermana salieron juntas de la casa. Luego de cruzar el patio y al llegar a la vereda se despidieron ya que iban en direcciones opuestas.

Gabriella se quedó en el lugar escribiendo un mensaje cuando escuchó a la distancia a su vecino saludar a su hermana.

—Buenos días querida.

Gabriella al mirar notó como su hermana ni siquiera le contestó, al contrario pareció apurar el paso. La cosa que le llamó la atención era cómo la había llamado, "Querida" ¿Por qué? ¿Se tenían confianza? Miró a su vecino y notó como él repasaba con su mirada el cuerpo de su hermana.

⚠ ⚠ ⚠

—Gabriella... ¿Estás enojada conmigo, hice algo que te molestara?

—No Adrienna, no estoy enojada contigo pero... —Trató de recomponerse, su voz estaba comenzando a flaquear. — Es que...

Adrienna abrazó a su hermana menor. Gabriella podía llegar a ser en ocasiones muy emocional y por experiencia sabía que le iba a costar  expresarse.

—Tranquila Gabriella, tenemos tiempo, cuando estés lista cuentame lo que te pasa, soy tu hermana mayor y estoy para escucharte.

—Bueno Adrienna es que... —A Gabriella le estaba costando encontrar las palabras correctas. — Es que estuviste muy rara esta semana y...

A Adrienna se le dió vuelta el corazón, ¿Podía su hermana haber notado algo de lo que había pasado?

—Y... Quiero que sepas que me puedes contar todo Adrienna. Yo sé que me ocultas algo y tengo miedo de que te haya pasado algo. ¿Por qué no me dices qué te pasó?

—No me pasa nada, Gabriella. Estoy bien, deja de preocuparte.

—No soy boba, yo sé que algo te pasó. —A esta altura Adrienna estaba mirando hacia otro lado. — Recuerdo muy bien hace una semana cuando llegaste tarde, te encontré desarreglada, las marcas en el cuello, y después el llanto en la ducha.

Gabriella miró nuevamente a su hermana que ahora estaba de brazos cruzados mirando hacia el piso, estaba colorada y sus ojos estaban llenos de lágrimas, se notaba que estaba haciendo muchísima fuerza para no romper en llanto.

—Primero quiero que sepas que nadie me obligó a nada y nadie me hizo nada que yo no aceptara.

Esta primera declaración trajo un gran alivio a Gabriella, los peores pensamientos de asaltos y violación dejaron su cabeza dejándola tranquila. De todas maneras, esto no explicaba del todo la rara actitud de su hermana.

—Segundo es q-que yo... —Ya estaba tartamudeando por decirle una media verdad a su hermana, tenía que seguir con el resto y no sabía cómo.

—Tranquila Adrienna, puedes contarme todo, no te cortes.

Dirty Old ManDonde viven las historias. Descúbrelo ahora