¿Estoy loca? (Robert Downey Jr)

Capitulo 3: "Entonces, ¿ellos no te piden que me mates?"

Publicado: 10/08/14

[N/A: esta parte se va a entender mejor en el próximo capítulo.]

Capitulo 3:

Entonces, ¿ellos no te piden que me mates?

- ¿Esto suele suceder? - preguntó Hailey con el cejo fruncido mirando ahora a su nueva mejor amiga, Crystal.

- Cuando se habla de Robert sí. - contestó ella simple mientras que con su tenedor jugueteaba con su comida.

- No entiendo. Si saben de su enfermedad, ¿por qué le permiten tener cuchillos a su alcance?

- Por qué necesitan ver el progreso que ha tenido. Además estoy cien por ciento segura que él haría daño hasta con una pajilla.

Hailey río al imaginarse a aquel ojos café encima de alguien intentando clavarle una pajilla en el pecho.

Y es que se sentía tan obsesionada con aquel hombre que no podía evitar sentirse atraída por el más mínimo movimiento que él realizaba. Lo miraba de lejos y lo veía como sonreía y charlaba con sus amigos, y de vez en cuando sus miradas se re encontraban y las diferentes miradas que él le lanzaba la hacían sentir encajonada, como si no existiera nadie más en la sala, la hacía sentir cohibida y un poco atemorizada.

Crystal había entendido a la perfección su especie de "obsesión" con Robert, y era porque en ese lugar todos se sentían tan a gusto y se entendían. Todos tenían problemas, todos al final siempre tenían una especie de obsesión, y quizá Hailey no era la única obsesionada con alguien allí.

Crystal, sin embargo, siempre se veía muy ausente, pero siempre escuchaba todo y a la hora de contestar lo hacía de una manera simple y sencilla, como si fuera algo que se vive a diario.

Hailey no quiso incomodarla preguntándole por qué ella había llegado allí, pero nunca hubo necesidad de preguntárselo, ella misma se lo dijo.

Crystal había llegado a ese centro a la edad de dieciocho años. Le habían detectado demencia vascular, debido a que desde muy pequeña había heredado la diabetes y ese fue su principal factor a padecer de esa enfermedad.

Cuatro años después ella había sido llevada a ese mismo centro de rehabilitación, a pesar de no necesitarlo, pero sus padres parecían preferir que estuviera bajo el cuidado de profesionales que de ellos. Aunque Crystal sospechaba que también era un estorbo.

Cuando comenzaron con las dudas de que ella podría tener problemas, fue cuando comenzó con la perdida de memoria, le costaba tanto presentar un examen que los mismos profesores ya habían comenzado a tomar cartas en el asunto. Crystal nunca había sido una rebelde sin causa y mucho menos una alumna de baja notas, y su repentino cambio había preocupado no solo a su familia, sino a todos sus docentes.

Sin embargo, la preocupación solo llegó al punto de llevar a Crystal a un psicólogo, pensando que podría ser problemas en casa o quizá uno de esos problemas adolescentes, pero las cosas fueron empeorando a medida que pasaba el tiempo. Ya no solo tenía dificultades para recordar las cosas aprendidas con anterioridad, sino también su lenguaje se comenzó a deteriorar, comenzó a tener incapacidades para realizar actividades motoras y le costaba identificar objetos. Allí fue cuando enviaron a Crystal a un chequeo.

Hailey realmente sentía que podía contar en todo con Crystal, debido a que las dos sentían que de alguna manera estaban allí también por ser un estorbo, o por el simple hecho de que casi nadie podía ayudarlas.

Se la pasaban la mayor parte del tiempo juntas. Hasta una que otras veces se habían reunido en sus habitaciones a hacer pijamadas.

Cabe destacar que Crystal había sido una excelente amiga para Hailey. Había estado allí en su primera cita con el psicólogo del centro y la había abrazado antes de entrar, porque entendía a la perfección los nervios de aceptar tus problemas ante otra persona, es como si esa persona te viese desnuda, porque ahora sabe todo lo que has ocultado durante mucho tiempo.