¿Estoy loca? (Robert Downey Jr)

Capitulo 5: "Nadie es cuerdo de un todo. Todos estamos locos"

Publicado: 18/08/14

Capitulo 5:

"Nadie es cuerdo de un todo. Todos estamos locos"

Hailey restregó sus ojos con uno de sus dedos mientras su mirada dejaba de ser borrosa y así podría contemplar bien a la persona que se encontraba al otro lado de la puerta. Su rostro dejó de estar fruncido cuando cayó en cuenta de quién era.

Parpadeó varias veces para asegurarse de que su vista no le estuviese fallando. Pellizcó uno de sus brazos, pero él seguía allí, mirándola con notoria desesperación.

Se aclaró la garganta y se dispuso a salir por completo de sus dudas.

- ¿Robert? - su voz salió ronca, debido a que había estado dormida segundos atrás.

- Sí, uhm... ¿Puedo pasar? -preguntó mientras uno de sus pies se movían con ansiedad.

Hailey dudó, realmente estaba desorientada. No sabía ni por que él estaba allí o por qué decidió ir donde ella. Miró su reloj electrónico y vio que marcaba las tres y media de la mañana. Sus ojos repentinamente se abrieron y dejaron atrás el rastro de que pudo estar durmiendo.

- Robert, son las tres de la madrugada. -dicho eso un bostezo salió de su boca.

Él se removió incómodo.

- Sí, lo sé, lo siento... es solo que, no podía dormir... y las voces... solo necesitaba... verte. -habló tan apresuradamente que Hailey tuvo que concentrarse más de lo debido en lo que decía.

Ella frunció el cejo.

- ¿Verme? -otro bostezo-. ¿No podías esperar hasta mañana?

- Lo siento, no.

- Espera... ¿has dicho voces? -Hailey frunció el cejo nuevamente.

- Sí... -miró el interior de la habitación y luego miró hacia los lados-. ¿Puedo pasar? No creo que si me encuentran aquí vayan a desearme buenas noches o que tenga lindos sueños.

- Oh, claro, pasa. -Hailey se apartó dándole paso.

Robert observa la oscura habitación, ya que Hailey no se había tomado la molestia si quiera de prender las luces. Se sentó en su cama y la miró con atención, estudiándola por completo.

Hailey se sintió incómoda con la presencia de éste hombre en su habitación y empezaba a notar como el aire comenzaba a faltarle.

- Bien, uhm... ¿Qué te trae por aquí? -preguntó Hailey sentándose dudosa a su lado.

Habían pasado cuatro semanas desde su encuentro en el comedor, pero esa no fue la última noche en la que habían hablado. Los siguientes días se habían encontrado una que otras veces paseando por las instalaciones, habían conversado un poco y habían descubierto que se sentían conformes con la compañía del otro. Habían estado hablando sobre sus libros favoritos o las librerías que habían visitado, las cuales, sorprendentemente, habían sido las mismas.

Robert juró haberla visto en algún otro lado y no solo una vez. Concordaron que se pudieron haber visto en algunos paseos hacia las bibliotecas o librerías.

- No quería estar solo en mi habitación. -contestó después de un largo silencio.

Hailey mordió su labio inferior al pensar que ella había sido la primera opción para saciar su soledad.

- En realidad, no quería estar solo escuchándolas... -murmuró suave, como si temiera espantarla.

Ella comprendió a que se refería. No era que hubiesen hablado al respecto, pero ella había logrado captar que sus cambios tanto fáciles como de actitud eran por ellas... por las voces, que lo perturbaban y aparecían.