Publicado: 24/08/14
Capitulo 7:
''¿Cuánto sabes de mí, Robert Downey Jr?''
Hailey había querido pasar a visitar a Crystal pero el tiempo se le había pasado volando en la biblioteca del centro. Ahora tenía que ducharse y alistarse para su encuentro con Robert. Y al recordarlo sintió como en su estómago comenzabana a aletear mariposas.
Ella había tenido que ponerse a leer para alejar sus pensamientos de la causa por la que Robert la había citado esa tarde en el jardín. La duda la comía por dentro y no podía dejar de preguntarse qué era lo que tenía para decirle.
Pasó alrededor de quince minutos escogiendo que podría ser lo apropiado para vestir, hasta que al fin optó por un vestido blanco por encima de las rodillas, con una correíta marrón que envolvía su cintura, acompañada de unas zapatillas marrón oscuro.
Se miró en el espejo mientras mordía su labio inferior. Cepilló su largo cabello y escogió dejarlo completamente suelto. Se preguntó si debía maquillarse, y aunque ella no era una de esas chicas que se maquillaban diariamente, en su bolsito tenía polvos que los utilizaba para cubrirse las cicatrices, aunque desde hace bastante tiempo no los utilizaba.
Frunció el cejo al darse cuenta que sus muñecas solo contaban con cicatrices de mucho más de seis meses. Una ola de orgullo la invadió y se acercó a la luz de lámpara para poder ver mejor sus brazos. Acarició la piel y se percató de que estaba suave. Una salada lágrima se estrelló contra su piel y una sonrisa tiró de sus labios.
Lo había logrado.
Llevó una de sus manos a su pecho y se miró en el espejo. ¿Cómo es que no lo había notado? Se preguntó. Ya no se sentía de la misma forma que antes, cuando había llegado al centro de rehabilitación.
Recordó su primera cita con Evans y lo muy difícil que fue. Él le había puesto un espejo frente a ella y le había preguntado qué veía, aunque ella no entendía el por qué, le había contestado de forma simple y que era lo que en realidad veía; ''Fealdad''. Esas fueron las primeras palabras que ella había dicho. Él continuó haciéndole preguntas y repetía ese mismo proceso todos los días, hasta que sin percatarse, ella comenzó a verse de una forma distinta.
Ella había fruncido el cejo ante la visión del espejo. Notó sus esqueléticos brazos. Había levantado la parte inferior de su camisa para notar sus costillas. Y se sintió del asco al saber que todo aquello se lo había hecho ella misma. Ahora su forma de verse era diferente. Se veía fea, sí, pero de una forma distinta. Ya no sentía que debía ser más delgada para ser más bonita.
Su mundo cambió al darse cuenta que aunque ahora era más delgada, seguía siendo fea, pero de una froma aún peor. Ella recordaba ese cierto brillo que había estado en sus ojos años atrás y el rubor que se prolongaba en sus mejillas diariamente. Recordaba sus mejillas regordetas y los hoyuelos que se formaban en ella cuando sonreía.
Ahora los huesos de sus mejillas destacaban. Estaba tan pálida como un papel, ni siquiera había rastro de que alguna vez hubo un rubor. Bajo sus ojos había bolsas grises y se notaba la falta de brillo, de vida.
Hailey sonrió ampliamente al notar que sus hoyuelos estaban de regreso, al igual que el brillo en sus ojos y el rubor en sus mejillas. Miró sus hombros y ya no estaban esquéleticos. Sus lágrimas cayeron con más anticipación cuando de pronto notó que se sentía hermosa tal y como era.
Ahora entendía cuantos errores había cometido ella en su vida. Había sido ella misma la que se había metido todo en aquel embrollo. Si quizá hubiese sido lo suficientemente fuerte desde un principio, o si quiera se hubiese dado cuenta de que la verdadera belleza está en la conformidad, en los defectos, en los pequeños detalles de ti, quizá, pero tan solo quizá todo aquello no hubiese pasado. Sin embargo se sentía tan feliz como hace dos años atrás.
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¿Estoy loca? (Robert Downey Jr)
FanfictionHailey Hudson era una adolescente normal, pero todo cambió cuando las burlas que recibia comenzaron a afectarlé. Cuando sus padres se dan cuenta del dolor diario que su hija sufre odiándose a sí misma, parece ser muy tarde, y justo cuando menos lo...