The Game [ChangLix]

ｄｉｅｃｉｓｅｉｓ

—¡Binnie oppa, viniste! —exclamó con felicidad Yangmi.

—¡Claro! —respondió igual de entusiasmado—Y no solo eso... —sonrió ampliamente— ¡hoy los cuidaré! —contó y un alegre "¡wi~!" salió de los delgados labios de la niña.

Ambos subieron al automóvil y partieron rumbo al colegio de Taemin quien al igual que su hermana se emocionó al verle.

[...]

—¿Qué quieren de almorzar?

—¡Pasta! —exclamaron ambos niños

—Hyung... ¿podremos hornear este pastel? —agitando una caja.

—Pero... yo no sé hacer pasteles —advirtió.

—Detrás vienen las instrucciones —señaló el menor.

—De acuerdo, pero ustedes me ayudarán —ambos asintieron.

[...]

Después de almorzar, Seo ayudó a los pequeños a realizar sus tareas de la siguiente semana para luego comenzar a hornear el pastel.

Taemin leía las instrucciones y Yangmi mezclaba los ingredientes, prácticamente Bin no había ayudado en lo absoluto. Vaciaron la mezcla de chocolate en un recipiente para que el mayor de los tres se encargue de colocarlo en el horno.

—¿Por qué no se toman una ducha y cuando bajen el pastel ya está listo? —ambos asintieron y subieron a sus respectivas habitaciones.

[...]

Sacó el pastel del horno y comenzó a ponerle la cubierta, al igual de chocolate. No demoró demasiado tiempo en hacerlo. Una vez terminado lo dejó sobre la barra, y llevó todos los artefactos utilizados al lavabo.

—Llegué —era la voz de Felix que se escuchaba en el living. Bin comenzó a guardar los objetos ya limpios— ¿Y los niños? —escuchó a sus espaldas. Se dió la vuelta para verle.

—Arriba —giró nuevamente hacia los muebles—. Se fueron a darse una ducha —secó sus manos con una pequeña toalla blanca y caminó hacia la barra.

—¡Wow! —exclamó el mayor de ambos dentándose a un lado del menor—. A Dae le tomó semanas lograr que le obedecieran —enfocó su mirada en el pastel que aún estaba en la mesa— ¿Y eso? —preguntó volteando a verle.

—Yo no lo he hecho. Fueron tus hermanos

—No lo creo —negó con la cabeza.

—¡De verdad! —soltó una pequeña risa—. Yo solo ayudé a ponerlo y sacarlo del horno

—Sigo sin creerte —rió acercando su mano al pastel y tomó un trozo.

—¡Felix, no! —alargó el azabache en tono de reproche—. Toma un plato y cubiertos —dijo riendo.

—Disculpa mis malos modales, no soy como Taeyang —tomó otro pedazo y lo llevó a su boca.

—¿Qué diablos tiene que ver Taeyang en todo esto? —algo hizo click en la cabeza de Seo—. No me digas que... —dijo sorprendido acercándose más al rubio— ...estás celoso —sonrió mordiendo su labio inferior.

—No te lo digo, porque no es cierto —otro pedazo de pastel fue llevado a su boca.

—Tienes chocolate aquí —señaló el menor la comisura de sus labios mientras comenzaba a reír.

—No me importa —articuló y siguió comiendo.

—¡Para! —dijo con desespero—, deja de comer con las manos —tomó el tenedor y la servilleta que había dejado en la mesa y se los acercó.