The Game [ChangLix]

ｓｉｅｔｅ

Con suma seguridad caminaba por los pasillos, atrayendo miradas al por mayor. Adoraba tanto esto.

Localicé a Felix, sacaba libros de su casillero.

-¿Qué ha decidido el señor Am? -susurré en su oído por detrás, haciendole girar bruscamente.

-Primero... aléjate. -me hizo a un lado- Y segundo, ¿quién o qué es Am? -preguntó sin entender.

-¡Tú! Y... Am por amargado. -solté una carcajada.

-Mira... -dijo con fastidio- Ya es bastante difícil tener que soportarte, así que trata de guardarte tus estúpidas bromas. -cerró de un fuerte golpe su casillero.

-Trataré. -respondí sonriente- ¿Entonces...? -pregunté caminando detrás de él con pasos ligeros- ¿Tu casa o la mía?

-Tendrá que ser en la mía. -respondió de mala manera, sin voltear a verme.

-¡Perfecto! -dije regresando a mi siguiente clase.

🌙🌙🌙

Las clases pasaron muy rápido, como siempre hyung me ayudaba a distraerme y hacerme un poco más divertidas las horas.

-¿De verdad te llevará a su casa? -preguntó hyung.

-No me haré muchas ilusiones hyung, solamente será por la inútil guía de física. -expliqué- El chico sigue resistiendose a mis encantos. -ambos reímos.

-Ya te lo he dicho. -sonrió victorioso- Es mejor que te rindas, Binnie.

-Mira hyung... en cuanto menos te lo esperes, lo voy a tener detrás de mí.

🌙🌙🌙

Fuí de los últimos en salir, reuní pacientemente mis útiles. No tenía prisa alguna, además y con suerte haría enojar a Felix.

Dejé la mayoría de los libros en mi casillero, afortunadamente no habían tantos deberes, solo unos problemas de matemática y unos cuantos resúmenes.

Caminaba hacia la salida del edificio y no lograba ver a Felix.

¿Dónde te habrás ido, Lee?

-Tú no te preocupes que tenemos todo el día, imbécil. -la sarcástica voz de Felix me sacó de mis pensamientos.

-Estaba esperándote. -sonreí ampliamente.

-Sí, como sea. -rodó los ojos y comenzó a caminar- Sígueme. -me indicó mientras se subía a su motocicleta.

-C-claro. -contesté y caminé hacia mi auto lanzando mi mochila en el asiento trasero.

De pronto Felix se subió a la acera, estacionando su motocicleta allí aunque no parecía una casa, seguramente sería su empleo. Me estacioné y bajé detrás de él, siguiendolo.

-¡Felix! -un rubio del mostrador le saludó al mismo tiempo que estrechaban fuertemente sus manos- ¡Wow! ¿y tú eres...? -se dirigió hacia mí.

-¡Nadie! No es nadie. -Felix lo tomó por el cuello de la camina y lo regresó al mostrador- Focalízate en tu trabajo. -le ordenó.

-¡Felix! ¡Qué bueno que has venido! -exclamó un castaño mientras bajaba las escaleras con ambas manos ocupadas por enormes cajas- Llamó Dae... -su mirada se quedó fija en mí, analizandome de pies a cabeza.

-¿Qué dijo Dae? -preguntó Felix con desesperación.

-Que no podría pasar por Yangmi ni por Taemin. -finalmente dejó las cajas en el suelo.