Capítulo 1

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Llevo toda la mañana con este traje de empresaria, la verdad es que llevarlo en el metro se hace incómodo, pero no me podía quejar, acababa de salir de la carrera de economía y ya me querían coger en una de las Torres KIO de Madrid. Mi cabeza en vez de pensar en la entrevista estaba divagando entre las posibles casas para poner en marcha la mudanza.

Cuando me doy cuenta el metro llega a la parada de Pio XII quedando así dos paradas para mi destino, me levanto y por última vez me estiro mi falda, me acomodo la chaqueta y me limpio la dorada placa de identificación con mi nombre "Sara" que me habían otorgado meses antes de la entrevista.

Ya en la parada de Plaza de Castilla me dispongo a salir, en las escaleras mecánicas me doy cuenta de que hay un grupo de chicos, parecían empresarios, todos con sus maletines, lo que me llamó la atención fue que parecían tener un tatuaje en el cuello como tres lunares, casi imperceptible, igual eran un grupo de espías, sacudí la cabeza y me deshice de esos pensamientos, era notorio las paranoias que mi cabeza formaba por culpa de los diversos libros que me había leído.

No iba a mentir, mi sueño desde pequeña siempre fue ser espía  o en su defecto detectivecomo en los libros de Agatha Christie, pero aquí estaba como economista enfrente de la torre de Bankia dispuesta a dar la mejor impresión de mi misma. Por desgracia parecía que el grupo de chicos no iban a ser mis futuros compañeros puesto que se dispusieron a entrar a la torre vecina, la torre Realia.

Una vez dentro de la torre me dirigí al mostrador y la chica me dijo que me dirigiera a la planta diez y allí me harían la entrevista. Me dijo que la entrevista me la haría el mismísimo director, me pareció extraño pero me explicaron que se debía a mis notas académicas.

Ya en la décima plaza los nervios amenazaban con salir por la fama que tenía ese director.

- Sara - se oyó por toda la sala.

Ví a una chica pelirroja, con chaqueta y una falda de tubo no tendría más de veintisiete años, casi de mi edad, pero parecía seria. La chica me hizo señas para que entrase en lo que parecía el despacho del director.

El despacho era grande con una buena librería en la pared derecha, enfrente mía había una mesa enorme en la que detrás estaba el director y detrás de este colgado de la pared la cabeza de un ciervo. La habitación estaba muy recargada para mí gusto y la decoración de ese despacho no tenía nada que ver con el resto del banco, ese despacho parecía antiguo, muy rococó, sin embargo el resto del lugar era moderno, todo con una paleta de colores desde el blanco hasta el negro.

- Buenos Días Sara - dijo el hombre de detrás de la gran mesa - yo soy Jose Sevilla Alvaro, director de Bankia, por favor tome asiento - me señaló a una silla enfrente suya.

- Buenos días señor Sevilla - dije dándole mi mano para saludarnos -estoy encantada de estar aquí - después de decir eso me senté.

La verdad la entrevista iba bastante bien, el Señor Sevilla era un poco pesado y no hacía preguntas difíciles parecía que a pesar de llevar un banco no tenía ni idea de economía lo que a mi parecer me aseguraba el puesto en la empresa.

De repente se escuchó en el pasillo un sonido de cristales y al segundo otro, estaban rompiendo los cristales, estaban intentando robar en el banco, en ese momento mi cerebro haciendo un esfuerzo en vano intentó recordar las clases de karate que recibí a los cinco años para momentos después ver un cilindro que expulsaba humo.

Lo último que recuerdo de aquel día es a un hombre con una corbata granate y una pistola en la mano entrando por la puerta del despacho.


El mapa de la AtlántidaWhere stories live. Discover now