Alba Reche

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La sala quedó vacía y yo seguía en mi asiento. Recomponiéndome. Cuando ya se me pasó la llorera salí.
Estupendo. El coche no estaba. ¿Tanto molestaba en la esquina? Si no había sitio qué iba a hacer, no me lo voy a inventar.
Metí la mano en el bolsillo y no me lo podía creer. No tenía el móvil, ni el dinero claro, que lo guardé en la funda.
Pues ahora a ver cómo vuelvo a mi casa, sin coche, ni móvil ni dinero. Me senté en el bordillo de la acera pensando en qué podía hacer.

Narra Natalia:

-Ha salido muy bien chicos, en serio. Hoy hemos llegado.
-Si tú lo dices...-dijo María.
-Que si, que yo lo he visto.
-Serían veinte personas Natalia.
-¿Y? ¿No te lo has pasado bien?
-Sisi, pero a parte de pasármelo bien estaría bien no hacerlo como el culo para que viniera más gente a vernos.
-No digas tonterías.-dije riéndome- Ha estado muy bien, poco a poco vendrá más gente.
-Bueno...
-Hoy han llorado y todo.
-¿Quién? No vi a nadie.
-Al final, una chica que entró tarde. Estaba sola sentada.
-Natalia si es solo una persona, no lo digas en plural.
-Bueno da igual. Con eso basta, con llegar a alguien yo me voy más que satisfecha. Ey mira. Está allí sentada.-dije señalando a enfrente.
-Que raro que aún esté por aquí.
-Pues si la verdad. Voy a acercarme a ver si necesita ayuda.

Crucé la calle y me puse frente a ella. Poco a poco fue alzando la vista hasta acabar en mis ojos.

-Buenas.-saludé.
-Hola.
-Te he visto en el teatro, al final de todo.
-Qué observadora.
-¿Has visto?-dije sonriente-¿Puedo sentarme?
-La calle no es mía, puedes hacer lo que quieras.
-Cierto.-di la última calada al pitillo y lo tiré.-Oye, ¿necesitas ayuda?
-Pues un poco si.
-Cuéntame.
-Aparqué en esa esquina mi coche, pensando que no molestaría, pero parece ser que si que estorbaba, porque ya no hay coche. Y en el estaba mi móvil, y en mi móvil mi dinero. Así que me he quedado un poco tirada.
-Joder, si que te ha salido caro vernos eh.-dije riéndome.
-Valió la pena. Ha sido increíble, tienes un talentazo. Tus compañeros muy bien también eh, pero a ti se te ve disfrutando en todo momento, que has nacido para estar arriba de un escenario. Has conseguido emocionarme.
-Vaya, no estoy acostumbrada a tanto alago.
-Pues deberías. Fue genial.
-Gracias, em... ¿cómo te llamas?
-Alba Reche.
-Que nombre tan bonito. Yo soy Natalia.
-Lo sé, no se me va a olvidar Natalia Lacunza.
-Me lo voy a creer y todo. Qué subidón de autoestima.-reí.
-Lo digo de verdad.
-Muchas gracias.- me quedé mirándola sin decir más nada.- Anda vamos, que te acerco a casa. Vente.- me incorporé y le di la mano para ayudarla a levantarse.

-María, voy a acercar a su casa a esta chica, que le han llevado el coche. Nos vemos.
-Claro, claro. Adiós Nati.

Nos despedimos con un beso y me dirigí al coche con Alba. Le hice hueco en su asiento, que estaba lleno de cosas y arranqué.

-¿A dónde te llevo?

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