With you | Binwoo ♡ [ NO EDITADA ]

° Capítulo 30 ✧

[ ⚠ Advertencia: Contenido violento, si no te gusta puedes esperar hasta el próximo capítulo sin hacer comentarios que me ofendan por las escenas escritas ⚠ ]

MoonBin no había salido detrás de Eunwoo como debió hacerlo, estaba seguro de que Eunwoo le ocultaba algo y estaba decepcionado de que no confiara en él, quien siempre le había estado brindando apoyo y confianza y que en cambio Eunwoo había decidido no contarle.

Se levantó de la banca triste y cabizbajo. Ya su novio había dejado las millas e iba a aceptar que él quería estar solo. Sólo esperaba que él tuviera la valentía de contarle algún día qué era lo que le había pasado.

Por ahora... Por ahora sólo le daría espacio...

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Viernes. Un día entero sin volverse hablar.

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Actual. Sábado. 2:17pm

—Eunwoo, voy a salir para arreglar lo de los muebles con tu padre, vuelvo en la noche ¿Quieres que te traiga algo?— Le preguntó su madre desde el marco de la puerta.

—¿Muebles? ¿Pasa algo con ello?— Dijo saliendo de su escondite de sábanas.

—Es que queremos cosas nuevas y también cambiar algunos objetos de la casa, nuestra casa debe lucir un poco más moderna ¿No?

—Ahm sí... Supongo— Respondió sin mucho ánimo volviéndose a meter bajo las sábanas de su oscura y fría habitación.

—Bueno... Cuando quieras hablar al respecto de lo que pasó estaré para escucharte— Y sin más que decir, salió de la habitación. El pelinegro estaba asustado, no iba a negarlo, se había creado tantas historias en su cabeza que sólo optó por refugiarse entre las sábanas ideando un plan con el cual enfrentar a Mingyu.

El timbre de la casa sonó haciendo que Eunwoo gritara entre su almohada asustándose, pero luego recordó que su madre acababa de salir y probablemente había olvidado algo.

Con algo de temor, salió de su escondite para ir abrir la puerta, la luz de la sala le escandiló sus ojitos pues desde ayer no había salido ni a tomar agua. Estrujó sus ojos acostumbrándose a la luz y bajó las escaleras con su cabeza dando vueltas.

Antes de abrir, preguntó quién era pero en respuesta de la persona del lado contrario de la puerta, sólo volvió a tocar del timbre.

Abrió.

—Hola bonito, he venido porque hay algo que tú tienes que me pertenece y como ya no va hacer falta, pues me lo llevo— Ladeó su cabeza sonriendo inocente.

—... T-tú... N-no...

—Calma, no te haré nada tonto miedoso— Lo hizo a un lado bruscamente para entrar sin permiso al hogar ajeno.

—A-acá no hay nada tuyo... Vete por favor...— Suplicó con la cabeza baja. El peligros sólo rió cínicamente.

—Dónde fue que la puso el inepto ese... Ahm... ¡Ah sí! Ya recordé— Se dirigió a la cocina, tomó una silla de la mesa e empezó a quitar una... ¿Cámara?

—Tú... ¡¿Desde cuándo está eso ahí?!— Gritó acercándose al peligris.

—Hey Hey, retrocede si no quieres que pase algo malo acá, shu, fuera.

El pelinegro volvió a su estado de miedo obedeciéndolo como todo un sumiso. Por más molesto que esté, su miedo era más grande y realmente no sabía qué hacer en estos momentos.