Mis pies se detienen delante de aquélla puerta. Aquélla puerta en la cual eh estado delante en varias ocasiones. Aquélla puerta en la cual detrás hay un hombre , un hombre con el cual eh compartido unas semanas pero eso no es lo que importa. El tiempo es lo de menos.
Lo eh aprendido a querer al igual que el a mi y ahora aquí estoy echa un caos conmigo misma.
¿Como iba a decirle esto? No tenía las agallas. No quería decirle pero debía hacerlo.
Ahora.
Luego de tronar un par de veces mis nudillos contra la puerta. Esta no tardan en abrirla y ahí aparece un Trevor hablando por su móvil.
Sonrío y el igual con una pizca de sorpresa , puedo notarlo.
-Un momento...- le dice a la persona en el teléfono y luego aleja el aparato de su oreja. -Perla , no te esperaba. - se me acerca y besa mi mejilla. -El esta en su habitación. Es la primera puerta en el pasillo. - sonríe de lado y me hace pasar.
Susurro un "gracias" y emprendo camino hacia aquél pasillo alumbrado por unas velas en unos estantes pequeños que están colocados en medio de el largo pasillo.
Rápidamente me encuentro con la primera puerta justo como me indico Trevor. Estampo mis nudillos una sola vez contra la puerta en madera.
-¡Pase! - grita el desde el otro lado y sonrío.
Abro lentamente la puerta y me asomo primero para entonces ahí verlo.
Descansa sobre su cama con la sábanas perfectamente dobladas en color blanco. Esta sentado recargando su espalda de el cabezal de la cama. Lleva unos espejuelos puestos y en sus manos lleva un pequeño libro parecía más como si fuera un libreto.
Levanta su mirada y sus brillantes ojos verdes se posan sobre mi. En instantes su ceño fruncido desaparece y una bonita sonrisa se dibuja en sus deliciosos labios rojizos. Este hombre es una maravilla por Dios.
-Hola. - rompo el silencio y ya cuando estoy adentro de la habitación , cierro la puerta a mis espaldas aún sin romper conexión con el.
-Hola ¿Que tal? ¿Estás bien?- habla mientras quita sus lentes y deja el pequeño libreto en su mesita de noche.
-Si...¿Que leías?- me le acerco lentamente y el sonríe de lado así dándome acceso a ver sus lindos hoyuelos.
Era encantador.
-Lazarillo de tormes. - ríe y sacude la cabeza. -Es algo antiguo y quizás soy algo viejo para andar leyendo esas cosas pero la historia me agrada. Es...interesante. - palmea su otro extremo vacío en la cama así indicándome que tome asiento.
Lazarillo de tormes. Vaya si , si es interesante , me la eh leído el año pasado en la clase de literatura y la verdad es que es muy buena. Mi profesora tuvo una idea y en el teatro de el instituto logró esa idea y era hacer una obra sobre esa historia. Fue algo espectacular , algo divino , una de las mejores obras.
-También me gusta. - confieso ya cuando estoy a su lado.
Me acomodo y le regalo una pequeña sonrisa , la cual el me devuelve seguido de un beso.
No me lo esperaba. Me tomo de sorpresa. Fue rápido pero me encanto. Sentía una mezcla dentro de mi , difícil de explicar.
-Manzanita. - susurra sobre mis labios y acaricia mi nariz con la suya. -Eres linda con las mejillas rojas. - ríe bajito y al alejarse me guiña un ojo.
Agh. Es un creído aunque debo admitir que le queda muy sensual ese papel.
-¿Solo cuando me sonrojo?- muerdo mi labio y el ríe.
